Destiel One Shot Collection (Volumen IV)

2- Nueva Oportunidad

Pedido de Tumblr: El cazador vio los cuerpos de su hermano y su ángel arder hasta convertirse en cenizas. Uno salvó al cazador del infierno, el otro a su hermano menor, su razón para seguir su razón para seguir luchando ahora, ambos se habían ido y el cazador solo tenía una cosa en mente y esa era la venganza que no le importaba si tenía que tomar sobre el mismo Dios, que podía morir, pero seguro como el infierno se iba a llevar muchas cosas a la tumba ... Así que, sin pensar más y sosteniendo todo su dolor, tomó la espada del ángel en sus manos, y corrió hacia ese monstruo que se hacía llamar Dios.

Chuck sonrió al ver esa acción desesperada y solo esperó la puñalada inofensiva.

Dean clavó la filosa hoja en el pecho de Chuck y fijó su mirada enojada en la criatura Divina. El sabor metálico de su propia sangre llenando su boca no detuvo este segundo de pensamiento placentero en el que podía fantasear que había derrotado a Dios. Pero entonces el monstruo sonrió y bajó los ojos a su propio pecho.

- Lo hiciste bien, Dean. Tú, tu hermano y ese ángel… lo hicieron bien… - dijo, y luego se desvaneció en miles de hojas otoñales. 

Dean se despertó jadeando, se sentó  de un golpe en su cama. Vio el reloj, era temprano en la mañana, miró a su alrededor, era su habitación, el búnker. Entonces, Dean se vistió rápidamente, su corazón estaba acelerado. Necesitaba ver si Sam y Cas estaban bien. Esa pesadilla había sido tan real ... ¿y si Chuck volvía? ¿¿Y los había matado ???

Una sensación gélida recorrió sus venas ... no ahora, ni siquiera le había confesado sus verdaderos sentimientos a ...

Dean abrió la puerta bruscamente y casi corrió a la cocina, pudo escuchar que alguien estaba allí y se reía...

El cazador sonrió al ver a Sam y Eileen preparando el desayuno, como siempre… y Eileen luciendo hermosa y embarazada. Sí ... estaba embarazada ... Sam dijo que era un niño y lo llamarían Dean. Lo recordó, y se llevó una mano a la boca, porque sintió el temblor en ellos, qué impertinente, como esa lágrima que comenzó a correr por su mejilla.

Sam lo notó y frunció el ceño:

- Buenos días, Dean ... ¿qué te pasa?

Eileen puso la taza de Dean sobre la mesa:

- ¿Te sientes bien?- preguntó ella, preocupada.

Dean no quería preocupar a nadie, solo porque tuvo esa pesadilla, sus miedos por toda la cabeza, todavía jugando con su mente. 

- Sí ... todo está bien ...- respondió Dean, secándose la lágrima con los dedos y mostrando una amplia sonrisa: - Estoy un poco emocionado ...

- Sí, la gente mayor solía ponerse emocional por nada - se rió entre dientes Sam, y Dean ahora estaba cambiando a su modo gruñón.

- No estás demasiado lejos de mí, bitch - señaló Dean a su hermano.

Sam se rió:

- Lo sé, jerk, ven aquí y toma tu desayuno- lo invitó el hermano menor, pero Dean recordó algo ...

- Yo ... tengo que hacer algo primero  - Sam frunció el ceño de nuevo, y Eileen arqueó las cejas con curiosidad, Dean los miró sonriendo: - Vuelvo enseguida", y se fue, Sam y Eileen lo miraron el uno al otro y Dean apareció de nuevo en la puerta: -¿Sabes dónde está Cas?

Su hermano pequeño sonrió y desvió la mirada hacia su esposa, ella también sonreía con sospecha, luego tosió y, poniendo una cara seria, respondió:

- Está en la biblioteca.

- Bien, volveré pronto - se fue Dean de nuevo, antes de que sus mejillas mostraran a su hermano y a su cuñada el furioso rubor que comenzaba a nacer. Había notado el intercambio de miradas y lo sabían, Sam y Eileen lo sabían.

Encontró a Castiel leyendo algunos libros antiguos sobre Angel Lore, con curiosidad en su rostro. Eso era algo que Dean había aprendido a contemplar en silencio ... el hermoso ceño fruncido en su rostro, sus largas pestañas y la perfecta línea de su nariz. Y los labios, rosados ​​y soñadores. 

Nunca hablaron de la oración en el Purgatorio. Solo habían regresado, limado asperezas, y solo eso. Pero no hablaron de la oración desesperada de Dean cuando creyó que lo había perdido para siempre.

Luego pasó lo del Vacío, se había llevado a Cas con él, porque Jack había vuelto, y ese maldito trato… pero lo rescataron… y mataron a ese bastardo. Bueno… Dean lo había rescatado, y Cas había matado a ese bastardo…

Y entonces apareció Chuck, y estaban tan ocupados tratando de derrotarlo, y tratando de no morir mientras hacían eso.

Pero ahora, habían pasado meses, y diablos si era un cobarde hijo de puta…. Necesitaba saber si Cas había recibido sus oraciones… sus sentimientos tímidos y reprimidos… ¿verdad?
Él había dicho ... "eres más que un amigo, más que un hermano, más que mi familia ..." pero no dijo lo que era Cas ... él había dicho TE AMO, pero no dijo yo ' Estoy enamorado de ti. Había dicho PERDÓNAME, pero no dijo por qué.
Esa era la cosa… Dean Winchester había usado solo la mitad de sus palabras… pero había funcionado. Cas estaba aún aquí… pero ¿por cuánto tiempo?
Necesitaba expresar todo el asunto ... sabía lo que había querido decir esa Pesadilla. Chuck había sido asesinado y todos tenían una nueva oportunidad. 

No pierdas tiempo, Dean.

Entonces se acercó al ángel hasta que notó su presencia, y le mostró esa sonrisa alegre.

- Buenos días, Dean, ¿estás desayunando ahora?-  preguntó el ángel, dejando el libro sobre la mesa, y de cara al cazador, sin respetar ningún espacio personal.

Dean tragó ansioso:

- Todavía no, amigo, tengo que hacer algo primero -  dijo, observando cada detalle del rostro perfecto de Castiel. 

El ángel inclinó la cabeza:

- Oh, ¿y qué es eso?-  preguntó, curioso.

- Esto -  Dean tomó el rostro de Castiel tan rápido que no dejó que Cas reaccionara. Sus labios estaban ahora juntos en un tímido y cálido beso. Entonces, Dean cortó el beso lentamente, y aún acariciando sus mejillas, susurró, fijando sus ojos en el azul del ángel: - Tú eres el amor de mi vida ... Estoy enamorado de ti, y lo siento por lo estúpido que fui, por las cosas feas que te dije - Dean respiró profundamente mientras Cas sonreía.

- Sé que faltaba algo en tu oración, Dean… solo estaba esperando la Postdata-  murmuró Castiel, besándolo suave y tiernamente. Dean estaba en el cielo ahora. 
Su estómago gruñó. Cas cortó el beso divertido.

- Yo...- Dean se rió entre dientes: - Puedo desayunar ahora, ¿vienes?

- Por supuesto - Castiel aceptó, y ambos fueron a la cocina, tomados de la mano y del corazón.