13- Hasta que salga el sol

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Después de celebrar otro triunfo, después de beber whisky y reír y volver a beber, después de intercambiar sonrisas y bromas malas, es hora de que Dean sea honesto.

Chuck cayó primero, pero luego el Vacío se llevó a Cas con él ...

Y Dean se sintió como si estuviera muerto por dentro, de nuevo.

Y lo peor que le pesaba en el corazón era que no podía decirlo. No podía decir cuánto amaba a su ángel.

Ahora Sam y Jack bostezan. Incluso para un nephilim que se convierte en el nuevo Dios, dos duras batallas seguidas son cósmicamente agotadoras.

Sam mira a Cas:

- Estamos tan felices de tenerte de vuelta, Cas- le sonríe tiernamente.

Cas solo inclina la cabeza y levanta su cerveza con una leve sonrisa de agradecimiento.

Dean traga saliva ante la vista, tan brillante, tan hermosa.

Jack está bostezando de nuevo, y Sam lo mira de reojo riendo entre dientes:

- Es hora de irse a la cama. Incluso los dioses necesitan dormir de vez en cuando. 

El niño asiente con la cabeza y se pone de pie. Alcanzando a su padre, lo abraza por detrás y Cas coloca su mano sobre el antebrazo del chico con cariño.

- Buenas noches, Cas -  Jack susurra alegremente.

Sam guía Jack fuera de la cocina y lo sigue también. 

- Buenas noches, chicos - dice antes de irse.

Cas y Dean se miran en silencio.

- Deberías irte a dormir también, Dean - murmura el ángel, bajando los ojos a la cerveza en sus manos.

Dean respira profundamente y niega con la cabeza:

- No lo creo ... no esta noche -  Se ríe nervioso.

Cas ladea la cabeza y entrecierra los ojos, de esa manera adorable, oh, tan familiar.

- Me buscaste a través del Vacío, y eso debe haber sido difícil para ti.

- Fue duro el momento en que te perdí -  Dean pronuncia, y sus ojos se encuentran de nuevo. Hay algo en esos ojos verdes, algo nuevo e intenso. Castiel traga saliva, sabe lo que es: determinación .

-.Dean, yo ...

Pero Dean lo interrumpe, dándose la vuelta en su asiento y sosteniendo su mano con las suyas:

- Me juré a mí mismo que nunca te dejaría ir ... y cuando el Vacío te alejó de mí ... - Dean baja la cabeza, cerrando su ojos, frunciendo los labios y apretando aquella mano amada.

El ángel se estremece:

- Estoy bien, me encontraste. Me trajiste de regreso - Cas toma las manos de Dean con la suya libre.

Dean es el que tiembla ahora ...

El cazador abre los ojos y se encuentra con todo el océano azul mirándolo.

- Yo ... te amo, Cas ... siempre he ...- Dean no puede hablar. Hay lágrimas corriendo por sus mejillas y su cuerpo se siente tan débil que tiene que volver a cerrar los ojos.

Cas separa los labios, asombrado por la repentina confesión, pero no tanto. Él sonríe y se ríe. Dean lo está mirando de nuevo. El ángel acaricia la mejilla del cazador, con lágrimas no derramadas en sus ojos azules: - Lo sé - murmura, llegando lentamente a esos labios, con tantos años de nostalgia, esperando esas palabras, esperando este beso.

Dean no puede manejar esto. Había imaginado y soñado con probar los labios de Castiel tantas veces. Tantos sueños ... tantos ...

Intenta responder, pero el beso es torpe. Es muy difícil besar a su ángel en esa posición, así que se pone de pie, sin detener el beso, y Cas sigue su ejemplo.

Dean profundiza el beso, presionando su cuerpo contra el de Castiel. Es acalorado y apasionado, y todo lo que Dean quiere.

Dean puede amar a su ángel sin reservas… no hay secretos, no hay sentimientos enterrados. Todos ellos están en ese beso, labios deliciosos contra los suyos.

La gabardina está en el suelo, y el abrigo y la camisa de Dean. Como dos bailarines caóticos que nunca quisieron soltarse, se besan y caminan por el pasillo, y entran en la habitación de Dean.

La habitación en la que el cazador había anhelado, hambriento por las caricias de Cas.

Y ahora, se están haciendo el amor, porque no habrá nada en este mundo tan fuerte como su amor que los separe de nuevo.

Es su vínculo profundo. Es el hecho de que se pertenecen el uno al otro, desde la primera vez que Castiel le puso la mano encima en el infierno, ambos se salvaron.

Labios saboreando piel, manos tocándose íntimamente. Se mueven como serpientes sobre el colchón, desnudos y hambrientos.

Tantos besos, como si se hubieran besado durante una eternidad.

Tantos te amo como si lo hubieran sabido desde siempre.

Quizás lo hicieron ...

Se vuelven uno, por más de una vez esa noche. Ángel reclamando su humano y humano reclamando su ángel.

Es perfecto. 

Y cuando llega la mañana, ambos hombres se abrazan graciosamente y se besan, porque nunca será suficiente para compensar el tiempo que perdieron, los besos que no se dieron y las noches que no durmieron sintiendo piel contra piel, susurrando 'te amo', hasta que salga el sol.

Destiel One Shot Collection (Volumen IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora