5- Alas Rotas

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Dean abrió los ojos, exhausto… su mente estaba mareada y no podía recordar nada. Estaba acostado boca abajo en el suelo. Le dolía todo el cuerpo ... Pero se sentía cálido ...

El cazador reconoció una pluma frente a sus ojos

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El cazador reconoció una pluma frente a sus ojos ... una ... dos ... tres y más. Parpadeó con desconcierto, luego se dio cuenta de que había un brazo sobre su espalda, y esas plumas eran parte de un ala ... y ese brazo era el de Castiel, abrazándolo ... tirado en el suelo con él. Inconsciente.

Entonces recordó la pelea ... movió a Cas tantas veces pero Castiel no respondía ...

Cas quiso quedarse con él ... incluso si se convertía en un monstruo con la marca de Cain ... quería quedarse lealmente a su lado ... ¿Por qué?

Dean intentó extender su mano para acariciar el rostro del ángel, lentamente ... y tiernamente ... sabía que Castiel estaba respirando ... 

Su mente era un desastre, pero en medio de ese torbellino recordó a Cas abrazándolo, haciendo brillar su gracia, y ambos cayendo al suelo ...

- Cas… Cas… - lo llamó, con una voz débil. 

El ángel abrió los ojos en silencio y una media sonrisa apareció en su rostro.

- Estás bien, estoy tan contento… borré tu marca…- susurró Castiel. Las alas se agitaron ligeramente y le hizo cosquillas en la cara a Dean.

- ¿Borraste… la marca?-  Preguntó Dean, y sus ojos se dirigieron a su antebrazo. Cas tenía razón. La marca ya no estaba allí.

- Usé toda mi gracia, lo siento, me siento tan débil ahora, ni siquiera puedo moverme -  Cas se rió un poco y sus plumas se movieron de nuevo, dándole a Dean nuevas cosquillas. 

El cazador se rió y arrugó la nariz. Cas lo notó y frunció el ceño.

- Se estremecen ...- Dean sonrió, con destellos en su mirada, luego vio la mirada perpleja de Castiel: - Sí, puedo ver tus alas ...

Cas parpadeó, luego se sonrojó:

- Usé ... mi gracia para fortalecer nuestro vínculo, así que ... quizás por eso puedes ... pero están rotas ... y ...

- Me encantan - Dean sonrió con cariño, y se sentó con una expresión de dolor en su rostro.

Cas hizo lo mismo. Ambos hombres se ayudaron mutuamente. 

Dean miró sus alas rotas de nuevo:

- Son hermosas ...

Cas estaba mudo. Sus manos casi se rozaban una al lado de la otra en el suelo. Dean bajó los ojos y lo notó ... así que acarició con su dedo meñique el de Castiel. 

Y sus miradas se encontraron.

- Gracias Cas -  murmuró el cazador. 

El ángel tragó. 

- De nada, Dean,- bajó el rostro y tomó la mano de Dean con timidez.

Dean también se sonrojó y apretó sus frentes juntas:

- ¿Te quedarías conmigo para siempre?- Cerró los ojos y suplicó.

Cas sonrió:

- Por supuesto, Dean -  El ángel respondió y sus alas rotas abrazaron al cazador.

Destiel One Shot Collection (Volumen IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora