𝐟𝐢𝐯𝐞

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Chrissy y Cheryl

𝗡𝗼𝗿𝘁𝗵 𝗛𝗼𝗹𝗹𝘆𝘄𝗼𝗼𝗱, 𝗖𝗮𝗹𝗶𝗳𝗼𝗿𝗻𝗶𝗮; 𝗹𝘂𝗻𝗲𝘀 𝟭𝟲 𝗱𝗲 𝗮𝗴𝗼𝘀𝘁𝗼, 𝟭𝟵𝟵𝟭.

Creo que fue una mala idea ir con Kirk. No pude dormir en toda la noche por el miedo y hoy empezaba la escuela.

¡La escuela!

Me levanté rápidamente de mi cama y empecé a vestirme. Me coloqué unos vaqueros y una camiseta de Coca-Cola, la camiseta era algo corta pero no tanto, solo mostraba mi ombligo. Luego me coloqué mis zapatillas converse y me arreglé. Debía verme bien para mi primer día, ¿tendré amigas nuevas o seré la chica solitaria que he sido siempre en la escuela? Espero que no sea así. Ósea, tuve amigas, pero el cambio constante de escuela me hacía perder la comunicación con ellas y al final me quedaba sola en los recesos.

—¡Layla!—James tocó frenéticamente la puerta haciéndome saltar por el susto. Rayos... ¡me manché con el rímel!

—¡¿Qué?!

—¿Estás lista? La escuela empieza a las 8:30 y son las 7:30.

—Pero Jamie—agarré una toallita y empecé a limpiar la mancha—. Falta una hora...

—Aún así. Conozco a las mujeres, y se demoran demasiado. Así que apresúrate. Debes terminar de arreglarte y después debes desayunar.

—¡De acuerdo! Pero no me molestes—terminé de limpiar y me coloqué rímel en las pestañas.

Me cepillé el cabello y luego me hice una trenza. Me miré al espejo por última vez y me veía bien, me sentía bien.

Bajé las escaleras y me encontré con Jamie tratando de cocinar un huevo.

—Jamie, estas quemando el huevo.

—No se cocinar, Layla. Es mi mejor intento.

—Hazte a un lado, Alan.

Sé cocinar lo básico. Deanna me enseñó porqué nuestro padre no sabe cocinar.

Hice huevos revueltos con un poco de queso que había y puse a tostar unos panecitos. James se hizo un café y a mi me sirvió leche en una taza.

—¿Fueron de compras?—pregunté. Me sorprendió bastante que el refri estuviese lleno.

—Al súper. Como ibas a empezar tus clases, no podías ir con el estómago vacío.

Voy a llorar. No pensaba que Jamie podía ser tan preocupado, generalmente es muy bruto y descuidado. Ósea, es hombre, es muy raro que un hombre sea así, en especial Jamie. James solía ser tan bruto que me rompió el brazo cuando nací. Ahora yo estoy bien si, menos mal.

—Me vas a hacer llorar—limpié unas lágrimas falsas.

—Cállate y come, se te va a hacer tarde.

Comimos mientras hablábamos de temas triviales. Hace mucho tiempo que no hablaba así con Jamie y lo estaba disfrutando. Antes de irme, hice una porción más de huevos para los chicos—que aún no despertaban—. Y para Kirk también. Cuando llegamos a la escuela pude ver a todas las niñas despidiéndose de sus padres. Me quedé viendo a algunas que se abrazaban y que hablaban animadamente, eso hizo que tuviese algo de nervios por ser «nueva». Habían niñas que tenían un estilo muy moderno, por otro lado, yo parecía campesina.

𝐄𝐥𝐞𝐜𝐭𝐫𝐢𝐜 𝐘𝐨𝐮𝐭𝐡 [𝐊𝐢𝐫𝐤 𝐇𝐚𝐦𝐦𝐞𝐭𝐭]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora