Miserable yo.
𝗡𝗼𝗿𝘁𝗵 𝗛𝗼𝗹𝗹𝘆𝘄𝗼𝗼𝗱, 𝗖𝗮𝗹𝗶𝗳𝗼𝗿𝗻𝗶𝗮; 𝘃𝗶𝗲𝗿𝗻𝗲𝘀 𝟮𝟬 𝗱𝗲 𝗮𝗴𝗼𝘀𝘁𝗼, 𝟭𝟵𝟵𝟭.
Me sentía muy triste, ¿cómo pude haber caído tan bajo? Soy una estúpida.
No debería enojarme con Kirk, fue mi culpa ilusionarme, quizás lo que quería conseguir era ser amable conmigo, nada más. Yo fui la miserable que se ilusionó, ¿por qué no lo vi antes? Era obvio que alguien como Kirk no se iba a fijar en mí. Alguien famoso y mayor.
—¿Layla?—Cheryl llamó a mi atención pellizcándome el brazo.
Nos encontrábamos en clase de geografía. Geografía es la única clase que no compartimos con Chrissy, así que eso me da la oportunidad de conversar más con Cheryl y saber de ella.
—¿Que ocurre?—le pregunté.
—¿Estás bien? Has estado todo el día más callada de lo normal.
Suspiré.
—No. No estoy bien, Cheryl.
—¿Quieres hablar de eso?
—Lo necesito.
En ese momento Cheryl levantó la mano. Todas se quedaron en silencio y la profesora se acercó a nuestra mesa.
—¿Que ocurre, Cheryl?
—¿Podemos ir al baño?
—Claro, no se tarden mucho—escribió en su libreta un pase y nos lo entregó.
Cheryl me tomó del brazo y nos fuimos al baño, cuando estábamos ahí, Cheryl cerró la puerta y se aseguró de que nadie estuviese ahí.
—Escupe el té.
—Me enamoré. Ósea, no. Me gusta alguien pero no es correspondido.
—¿Qué? ¿En que momento?
—¡No me juzgues!—empecé a trabarme con mis palabras porque tenía demasiadas ganas de llorar.
Empezaron a caer las lágrimas y me costaba demasiado respirar. ¡Que vergüenza! En que momento me empezó a gustar un tipo como Kirk.
—Layla, respira profundo.
—¡No puedo!—trataba de limpiarme las lágrimas y la mucosidad.
—Tranquila—empezó a palmear mi espalda y me abrazó.
Toda esa tristeza retenida, salió así de la nada. Me sentía muy triste y yo no lo sabía.
—¿Quien es ese muchacho?
—Es Kirk.
—¡¿Qué?!—Cheryl abrió su boca.
—¡Lo sé! Es mayor que yo y tiene novia, aparte que es el amigo de Jaime.
Me sequé las lágrimas y Cheryl aún estaba en shock. Moví mi mano frente a ella para que reaccionara hasta que después de un par de segundos pestañeo y me zamarreó.
—Layla. Esto debe ser una broma de mal gusto.
—Ojalá lo fuese. ¡Kirk se veía distinto! Era distinto a mi hermano y a todos los hombres que he conocido.
—¿A cuántos hombres has conocido?
—A pocos...
—Ay, Layla—se sobó el sien.
Nos quedamos en silencio por un momento. Yo miraba mis zapatillas tratando de ocultar la vergüenza que tenía.
—La situación es mucho más complicada porqué se están quedando en la misma casa.
ESTÁS LEYENDO
𝐄𝐥𝐞𝐜𝐭𝐫𝐢𝐜 𝐘𝐨𝐮𝐭𝐡 [𝐊𝐢𝐫𝐤 𝐇𝐚𝐦𝐦𝐞𝐭𝐭]
Teen FictionLayla Hetfield, hermana menor del frontman de Metallica, se enamora de uno de los compañeros de banda de su hermano.