Capítulo n. 1,
P R O B L E M Á T I C O S
Tarareaste una melodía que estaba atrapada en tu cabeza porque no paraba de salir en las redes sociales que usabas, querías sacártela de la cabeza porque empezó a hacerse repetitiva, pero al menos no irrumpió el agradable ambiente que te rodeaba, la luna brillaba con esplendor sobre tu cabeza, la noche estaba bastante estrellada hoy, cosa que pintó una pequeña sonrisa en tus rasgos.
Juntaste las palmas de tus manos soplando algo de aire caliente para mantenerlas cálidas, a estas horas y en invierno el frío podía llegar a ser mortal si no estabas bien abrigado. Seguramente tus padres te habrían regañado por salir a las tantas, pero te gustaban las calles silenciosas junto con la calma que brindaba la noche. Pero toda esta paz y tranquilidad que inundaba tu momento a solas se rompió cuando escuchaste gritos y jadeos cercanos, no era común encontrar a gente a estas horas de la noche así que con pasos silenciosos te acercaste al sonido de golpes, cada vez más cercanos. Frunciste el ceño al ver la escena, pero sobre todo al distinguir a las personas que se estaban peleando.
─Otra vez vosotros dos... ¿no os dije que no os metierais en más problemas?
Tus manos formaron puños que descansaste sobre tus caderas como si fueras una madre regañando a sus hijos. Todos los adolescentes dispararon sus cabezas hacia ti, Hanma soltó el cuello de la camisa al que estaba apalizando mientras que Kisaki aplanaba sus pantalones tocando su mejilla inflamada por un golpe que había recibido.
─Pero bueno, ¿qué tenemos aquí a estas horas de la noche?
El más alto se acerco hasta ti, encorvándose para estar más o menos a tu altura mientras que su compañero se acercaba en silenciosamente hasta donde estabais, el silencio reinó durante varios segundos hasta que hiciste un puchero, levantando la mano para pellizcar la mejilla del matón, tirando de ella mientras te quejabas de su imprudencia.
─Aww vamos, no hace falta que te pongas así.
Hanma rápidamente tomó tu muñeca para deshacer tu agarre sobre su mejilla, nuevamente lo observaste callada, hasta que soltaste un pequeño bufido girando la cabeza para no mirarlo, ahora contemplando al otro chico que no había abierto la boca.
─Ni siquiera pueden cuidarse ustedes mismos, al menos dejadme que os ayude.
Suspiraste mirando la luna una vez más, pensando en que toda la tranquilidad de tu paseo se había ido al garete por dos delincuentes, ¿cómo es que llegaste a esta situación donde te preocupabas por dos chicos que se divierten por pegar puñetazos a otros?
─¿Estás segura de que puedes encargarte por tu cuenta?
─Mamá, te he dicho que soy grande, puedo encargarme sola al menos un día.
Tu madre se rio de tu terquedad, asintiendo para despedirse de ti mientras te dejaba la panadería a tu cargo, debía atender algunos asuntos y tú te considerabas lo suficiente mayor como para cuidar de la tienda por ti misma.
Ciertamente todo estuvo bien durante el día, atendiste a los pocos clientes que pasaron por allí e incluso horneaste algo por tu cuenta, claro que ya tenías experiencia por ayudar a tu madre en otras ocasiones. Limpiaste tu delantal dando un par de golpecitos con tus palmas abiertas, seguidamente te lo quitaste doblándolo para dejarlo sobre la encimera. El pequeño moño que habías hecho para recoger tu pelo fue deshecho en segundos, pasaste tus dedos entre tus hebras para peinarlo ligeramente.
El timbre de la puerta sonó, seguido de una respiración agitada, no te molestaste en mirar ya que estabas concentrada en limpiar un poco la encimera donde se hacían los pedidos.
─Lo siento mucho estamos cerra-
Cortaste tu oración cuando levantaste la mirada, encontrándote con un chico algo magullado, en su cara había varios moretones, su labio sangraba y dudabas de si debería o no comprarse otras gafas, ya que una de las patillas parecía dañada. El paño que sostenías se resbaló de tus manos, corriendo hacia el muchacho preocupada.
─Necesito esconderme, por favor.
Reaccionaste de inmediato, echando la llave del lugar, dejando que él se escondiera detrás del lugar donde anteriormente estabas, por el rabillo del ojo a través del ventanal viste como varios chicos enfadados daban pisotones por la calle, sus puños manchados de sangre, un escalofrío recorrió tu cuerpo y fingiste hacer como que barrías agarrando una escoba cercana, por suerte no se fijaron en la tienda, pasaron de largo haciendo que suspiraras llena de tranquilidad.
Toda tu atención se centró en el chico, al cual prácticamente interrogaste mientras curabas algunas de sus heridas, igualmente no pudiste sacar mucha información, ya que tampoco querías indagar demasiado sobre su vida o parecer grosera, por lo menos te quedaste contenta al saber su nombre, Kisaki Tetta y que tenía trece años, cosa que te hizo dudar ya que realmente por su apariencia parecía que tenía trece, pero de divorciado.
También fuiste tan insistente en que te contara por qué alguien de su edad estaba tan golpeado, terminaste enterando que formaba parte de una pandilla o algo así. El resto de la conversación fue mucho más ligera, tratando temas al azar mientras terminabas con sus heridas, ofreciéndole que se llevara uno de los panes que habías horneado en la tarde.
Te sobresaltaste cuando alguien tocó el cristal de la puerta, encontrándote con otro chico considerablemente más alto, lo miraste desconfiada caminando hasta la puerta para hablar desde dentro.
─Si eres uno de esos matones lárgate, no quiero peleas en este local.
Te cruzaste de brazos intentando poner tu cara más seria, pero era imposible, tu cara realmente era de todo menos amenazante, lo que causó una risa en el contrario.
─Es mi amigo, le dije que viniera a por mi.
─Oh, ¿entonces estarás bien?
Asintió y dejaste que saliera, siendo recibida por el aire frío de la noche, contemplaste al otro tipo en su completa altura, ya que antes estaba un poco erguido, no ibas a negar que daba un poco de miedo, pero tampoco podías judgarlo por su apariencia. Ambos se marcharon rápidamente y tú cerraste para ir a casa.
Esperabas no volver a encontrarte con aquella extraña escena, ni con aquellos dos chicos, sin embargo fueron demasiado problemáticos, encontraron que tu tienda fue un buen lugar para esconderse cuando quería deshacerse de sus perseguidores si no tenían ganas de machacarlos. Con el tiempo, simplemente te acostumbraste a ellos, llegando a reconocerlos como amigos.
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𝗠𝗼𝗻𝘀𝘁𝗲𝗿 𝗔𝗺𝗼𝗻𝗴 𝗠𝗲𝗻┃Shuji Hanma
FanfictionShuji Hanma x fem!reader Donde cruzas caminos con un delincuente sin saber cuando serán correspondidos tus sentimientos. ⁿⁱⁿᵍᵘⁿᵃ ᵈᵉ ˡᵃˢ ⁱᵐᵃ́ᵍᵉⁿᵉˢ ᵐᵒˢᵗʳᵃᵈᵃˢ ᵉⁿ ᵉˡ ˡⁱᵇʳᵒ ᵐᵉ ᵖᵉʳᵗᵉⁿᵉᶜᵉ, ᵃˡ ⁱᵍᵘᵃˡ ᵠᵘᵉ ⁿⁱⁿᵍᵘⁿᵒ ᵈᵉ ˡᵒˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃʲᵉˢ ˢᵒⁿ ᵈᵉ ᵐⁱ ᵖʳᵒᵖⁱᵉᵈᵃᵈ, ᶜʳᵉ́ᵈⁱᵗ...