Capítulo n. 2,
P E L L A S
Apoyaste la palma de tu mano contra tu mejilla, cada vez más perdida en la explicación del profesor, no aguantaste ni media clase prestando atención pues tu mente no tenía las ganas suficientes como para estar atenta a un tema que no te interesaba en nada. Tus ojos recorrieron toda la sala escaneando algunas cosas; la hora, la pizarra, la pequeña ventana de la puerta, incluso miraste con disgusto como uno de tus compañeros se sacaba un moco disimuladamente, realmente asqueroso.
Pero dejaste de estar dentro de tu burbuja cuando tus ojos se desviaron a la ventana, a penas y podías ver el suelo porque estabas en la fila central, pero viste lo suficiente como para notar como Hanma pasaba sobre uno de los chicos del consejo estudiantil, entrando a un instituto donde claramente no estudiaba, repartiendo puñetazos para hacerse paso.
Tu mano se levantó de inmediato llamando la atención de tu profesor, saliste de clase poniendo la excusa de que no te encontrabas bien, tuviste suerte de ser alguien de buen comportamiento porque aquel hombre no dejaba salir a los alumnos tan fácilmente.
Te apresuraste por los pasillos casi tropezando en un par de ocasiones hasta que chocaste contra uno de los alumnos de tercer año, haciendo que vertiese la bebida que recién había comprado, te mordiste el labio haciendo una reverencia, murmurando unas disculpas para salir de ahí lo antes posible, pero obviamente fuiste retenida por aquel tipo.
─¡Mira lo que has hecho idiota, te hare que lo limpies con la lengua!
Tiró de tu pelo para que vieras más de cerca su uniforme manchado de batido, tus labios formaron una línea al sentir el dolor en tu cuero cabelludo, agarrando su muñeca para tratar de deshacerte del agarre mientras continuabas disculpándote.
─Justo a quien estaba buscando.
Una gran mano jaló el pelo del chico, haciendo que gritase de dolor por la fuerza, soltándote para tratar de defenderse inútilmente, frotaste tu cabeza contemplando como tu agresor fue estampado contra los casilleros, entonces miraste a ambos lados del pasillo por si había alguien más, para tu suerte estaban vacíos.
Agarraste la manga de la chaqueta blanca típica de Hanma, tirando de esta hacia fuera del recinto, a un lugar donde nadie pudiera verlo, él tan solo podía quejarse pero dejando que lo llevases.
─¿Se puede saber qué estás haciendo aquí?
Tomaste tu característica pose con tus puños en tus caderas, las cejas levemente fruncidas y una mueca sobre tus labios, tan solo conseguiste una risa burlona de parte del contrario.
─¿Así es como me agradeces?
Endureciste la mirada, entrecerrando los ojos, cruzándote de brazos, intentando intimidar al chico, palabra clave, intentando, ya que estamos hablando de Shuji Hanma, alguien como tú no podría ni darle escalofríos, pero por muy extraño que fuese, siempre fue suave contigo, siempre y cuando no hubiera nadie más a vuestro lado. Decidió contestar para salir de allí, porque sabía que si no respondía te negarías a moverte.
─Simplemente quería salir a dar una vuelta, a lo mejor patear a alguien.
─¿Qué hay de Kisaki?
─Estaba ocupado con sus cosas, entró en otra pandilla.
─¿¡Eh!? Realmente quiere morir, siempre metiéndose en problemas que no le incumben.
─Heh, bueno, ya nos podemos ir.
Sin que tuvieras tiempo a reaccionar agarró tu muñeca, tornando las posiciones, ahora era él quien te arrastraba fuera de tu instituto, trataste de pararlo pero claramente no pudiste evitarlo. Suspiraste rendida, observando en silencio como su mano se aferraba a ti de manera suave, una diminuta sonrisa se hizo paso a través de tus rasgos, decidiendo ponerte al día para caminar a la par.
El camino fue silencioso, aunque tan solo duró unos cuantos minutos hasta que paró en una tienda de conveniencia, seguramente a comprar una cajetilla de cigarros, acertaste cuando le viste prender uno nada más salir por la puerta, le regañaste en silencio con la mirada, causando que te sonriera de manera inocente mientras casualmente te tiraba algo de humo.
Terminasteis sentados en un banco de un parque solitario, tan solo había un par de ancianos ya que los adolescentes y niños obviamente deberían estar en clase, no escapándose con un delincuente de metro noventa con los pulmones podridos. Entrecerraste los ojos hacia el chico, levantándote para llamar su atención.
─Entonces ¿qué vamos a hacer?
─No lo pensé, en un principio iba a golpear a unos tipos, pero no podré si vienes conmigo.
Te cruzaste de brazos, sin saber si lo decía porque no te gustaba ver como las personas se daban de hostias entre sí o porque tenias menos fuerza que un bebé recién nacido, claramente lo rebatiste, pateando el suelo mientras movías tus brazos de maneras exageradas.
─Aunque no me guste, ¡soy capaz de golpear a quien sea!
─Ah ¿sí?
Apagó su cigarrillo, pisándolo mientras mostraba una sonrisa de dientes completos, acercándose a ti de manera lenta pero tortuosa, a pesar de tratar de intimidarte con su altura no te achantaste, aunque retrocediste un poco porque estaba demasiado cerca.
─Vamos, demuéstrame tu fuerza, golpéame.
─¿Qué? ¡No! No pienso golpearte.
Negaste repetidas veces su propuesta, no ibas a pegarle por una tontería como esta, pero él parecía bastante empeñado.
─Bien, entonces te golpearé yo.
Tus ojos se cerraron al escucharlo y ver como alzaba la mano formando un puño, esperando por el impacto porque este desgraciado era capaz de darte un golpe, tan solo sentiste que tus mechones se movían por una corriente que había generado la velocidad del puño de Hanma, que se estrelló contra el árbol que tenías detrás. Abriste los ojos encontrándote con una sonrisa burlona, que se convirtió en una risa.
─¿De verdad me creías capaz de golpearte?
Tu mirada confirmó su pregunta, haciendo que su sonrisa decayese, carraspeo tratando de deshacerse de la tensa situación que había provocado él mismo, queriendo que dejases de estar aturdida, por suerte o desgracia gracias al golpe anterior un nido de pájaros aterrizó sobre el tupé de Hanma, haciéndote salir de la anterior conmoción.
Te tapaste la boca con ambas manos, apretando los labios con fuerza para no reír, viendo como Hanma se había quedado completamente estático, mirando como luchabas por no reírte de él, la tensión se había disuelto por completo a este punto.
─Ni se te ocurra reírte y menos contarle esto a nadie.
─N-no, lo prom-
Dejaste de luchar contra tus instintos cuando viste como el nido se deslizaba lentamente por uno de los costados de la cabeza del chico hasta caer al suelo, sin poder aguantar dejaste que una carcajada llenara el silencio del parque, incluso algunas lágrimas estaban al borde de tus ojos. Una marca de irritación apareció en la frente del contrario, que agarró tu cabeza zarandeándola suavemente para que dejaras de reír.
─Perdón, perdón, juro que no me reiré más.
─¡Entonces deja ya de reírte!
─Es que... ─contuviste otra carcajada─ tienes caca en el hombro.
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𝗠𝗼𝗻𝘀𝘁𝗲𝗿 𝗔𝗺𝗼𝗻𝗴 𝗠𝗲𝗻┃Shuji Hanma
FanfictionShuji Hanma x fem!reader Donde cruzas caminos con un delincuente sin saber cuando serán correspondidos tus sentimientos. ⁿⁱⁿᵍᵘⁿᵃ ᵈᵉ ˡᵃˢ ⁱᵐᵃ́ᵍᵉⁿᵉˢ ᵐᵒˢᵗʳᵃᵈᵃˢ ᵉⁿ ᵉˡ ˡⁱᵇʳᵒ ᵐᵉ ᵖᵉʳᵗᵉⁿᵉᶜᵉ, ᵃˡ ⁱᵍᵘᵃˡ ᵠᵘᵉ ⁿⁱⁿᵍᵘⁿᵒ ᵈᵉ ˡᵒˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃʲᵉˢ ˢᵒⁿ ᵈᵉ ᵐⁱ ᵖʳᵒᵖⁱᵉᵈᵃᵈ, ᶜʳᵉ́ᵈⁱᵗ...