War Of Hormone - 호르몬전쟁

Primer Acontecimiento - ɪ

Jungkook gimió cuando de repente, un potente dolor se instaló en su vientre bajo, una sublime torriente de electricidad recorrió por completo su cuerpo, poniendo sus sentidos a flor de piel, sintiendo su pene hincharse y endurecerse tan súbitamente que hasta se sintió alterado y exhausto por un mísero y efímero segundo.

Taehyung se alteró al segundo después de lo que acababa de pasar. Y no porque no haya visto a Jungkook en celo antes, sino que ésta vez, estaban solos en casa, y oh no, claro que no podía dejar a su novio solo en este estado, pero de ninguna manera podía quedarse solo con él durante mucho tiempo más. Si no, no se resistiría a tomarlo, y hacerlo completamente suyo por primera vez.

Él aún recuerda la primera vez que vio a Jungkook en un pasillo de su escuela, la primera vez que le habló, y lo que fue el inicio de una hermosa amistad para luego convertirse en la más linda relación que habría tenido alguna vez. El chico siempre le había parecido tan hermoso, un omega de corazón tan noble y puro, tan honesto, que no tardó en enamorarse por completo de él.

Y claro que lo estaba, lo amaba más que su vida, por lo que en este momento, lo único que quería era protegerlo.

Atinó por llamar a Yugyeom lo antes posible, así que se puso de pie y se alejó un poco hasta llegar a la cocina para hacer la llamada con tranquilidad. Aunque en estas circunstancias, le sería bastante difícil mantener las cosas con tranquilidad. El hermano de Jungkook le dijo de inmediato que ya iba para allá, que tratara de tranquilizar a Jungkook y que también tratara de mantener el autocontrol para que la tentación y el deseo no se apoderen de su cuerpo y su mente.

A penas la llamada acabó, un fuerte olor a frescura atacó sus fosas nasales de una forma fascinante, tanto, que se vio en la obligación de cerrar los ojos mientras aspiraba aquel aroma profundamente. Y fue peor cuando volteo a ver a su novio recostado en el sillón de la sala, completamente excitado.

El miembro del menor se marcaba de una forma tan clara en sus pantalones, se veía duro, y la parte trasera de su querido omega se notaba húmeda. Pronto el olor de su lubricante natural también llegó a las narices de Taehyung, quien cerró sus puños en el momento que pensó en lanzar a su novio al sofá y comérselo entero para luego reclamarlo oficialmente como suyo. Las feromonas que liberaba el omega no ayudaban en lo absoluto al calmar el deseo por su pareja.

Jungkook olía a frescura, como la tierra mojada justo después de una lluvia torrencial de campo. O sea a petricor, pero no era solo eso, también era algo más. Taehyung no sabría describir su aroma con exactitud, pero sí sabía reconocer el aroma de su pequeño en cualquier parte donde estuvieran considerablemente cerca. También su aroma tenía una leve, muy leve inclinación al jazmín, el cual le recordada libertad, porque precisamente, así se sentía cuando estaba con su menor. Libre.

Jungkook recorrió por completo la sala con los ojos brillosos de lágrimas hasta que fueron a parar en su novio alfa, quien lo miraba casi tieso y a un paso de lanzarse sobre él y hacerle mil cosas, pensamiento que le hizo derramar un poco más de lubricante sobre sus pantalones.

—Hyung... —gimió con ímpetu, tratando de seducirlo con sus intrínsecos encantos. Eso hizo que su pene se moviera de su actual posición a una más recta e incómoda. Escuchar a Jungkook gemir de esa manera le ponía mucho, que su novio esté así de llevado, tan preparado y... No, no cedas.

Jungkook se puso de pie con dificultad, y con pasos lentos, caminó hasta Taehyung mirándolo directamente a los ojos. Taehyung retrocedió y se alejó un poco de él por mero instinto, esa necesidad que sentía por protegerlo de él mismo, aunque, de igual forma, Taehyung sabía que no podría resistirse por mucho tiempo más a él. Era tan débil cuando Jungkook se comportaba de esa manera que no tardaba más de dos minutos en ceder cuando el menor quería hacer algo indebido.