Aun en medio de las dudas que sentía por Anderson me di cuenta que me estaba alejando de la gran realidad de mi vida, la meta en mi siempre ha sido superarme y no ver a ningún hombre, después de aquel exnovio que marco mi vida.
Solo así podía parar esa llama que Anderson ponía arder en segundos en mis mejillas y en todo mi cuerpo.
¿Cómo puedo pensar en el como si lo conociera desde hace mucho? ¿Cómo ha logrado que yo Candy la despistada fuera a ser el centro de atención de alguien tan guapo y con presencia? ¿seré un juego para el?
-agite mi cabeza como loca y mi cabello se espanto mas de lo que ya se encontraba.
-CARAY. -exclame tomándome el cabello y tirándome al sofá.
Estas perdida Candy, mas perdida que en una montaña.
Bueno...
al final de todo es fue en que empezó mintiéndole a sus padres no yo, pero yo tuve la culpa por no detenerlo.
¿Por qué lo deje seguir?
tonta, tonta, tonta.
dinnnng doonnnng, grita Anderson.
¿Que? ¿Como? ¡aaaahhhhhh nooooo! ahora noooooo
lo quiero sacar de mi cabeza y parece que lo termino llamando con el pensamiento.
Calmadita Candy -me dije- es tu vecino de alado quizás solo quiera algo que le prestes, o preguntar sobre la universidad ya que lo evades como loca por los pasillos.
TOC! TOC!
Vamos bella Rapunzel abre esta puerta que nos separa, deja que este noble caballero entre a tu bella morada y ver con sus ojos el esplendor de tu belleza. -dijo con una voz tan suave y encantador- que abrí la puerta pero olvide que yo andaba en pijama todavía a plena luz de la tarde (3: 00 pm para ser mas exacta), porque si no salgo para que ensuciar ropa, bueno eso pensaba hasta que me di cuenta que el me recorría toda; de pies a cabeza, con esa mirada penetrante que solo el tiene.
lo mire fijamente y el abrió sus ojos muy grande
¿Que? ¿Qué viste? -le dije mirando al rededor de mi por si miro una araña o algún animal chiquito pero feo.
¡Pero mira ese cabello! ¿Qué te paso? -me dijo impresionado.
Pues que no me he peinado y pues, pues.... pero ese no es el caso ¿Dime que quieres? ¿Por qué me molestas a estas horas del día? y por cierto Anderson ahí hay un timbre no lo tienes que gritar tu por favor, se dará cuenta todo el edificio.
bueno -me dijo acercándose demasiado rápido a mi cara.
hecha mármol en 3... 2... 1...
Vine a ver si estabas bien, he notado que me evades en la universidad y en las clases no me miras y aunque te busco te escurres de mi, a la velocidad que solo tu conoces, eres ágil por cierto. pero sabia que de aquí no te podías escapar, ¿Qué paso? ¿porque? ¿te asuste?. Y si lo hice perdóname por favor.
mas dura no me podía poner, lo tenia muy cerca demasiado cerca, no sabia que decirle, no podía masticar palabra adecuada para decirle.
mi mente solo me decía: bésalo, bésalo.
pero no, le di una cachetada en cuando reaccione y lo empuje fuera de mi departamento, Y le grite: ¡Ahí hay un timbre cuando me quieras visitar toca ese timbre!.
se quedo helado, el también se había quedado asombrado y sin palabras, cerré la puerta en sus narices y termine recargada sobre la puerta con los ojos cerrados preguntándome ¿Pero que hice? , rayos, ni yo me entiendo claramente.
al abrir mis ojos me di cuenta que el techo del departamento es azul, meses viviendo aquí y no me había dado cuenta del bello azul del techo que le brinda calidez al lugar y la luz se refleja perfectamente en el.
vivimos bajo el mismo techo azul Candy y será inevitable que no lo encontremos en el pasillo, en las escaleras, en el ascensor, donde sea que vayas tu, el también estará ahí. -escuche que me decía mi voz interior-.
*no pude hacer mas que buscar un poco de te, para calmar mis nervios del momento.
¿Qué hago? ¿Cómo salgo de este enredo? y si mejor lo confronto y le pregunto que quiere de mi, pues igual no pasara de que me diga algunas palabras que espero que no sean dañinas.
DING DONG !!!!
es el otra vez, dije en voz baja.
abro la puerta de manera arrebata y le digo: al menos esta vez encontraste el timbre.
pero cuando veo quien es.... ¡¿MAMA?! ¿ERES TUUUUU?
sorpresa!!!! creo- dijo mama extendiendo un poco sus brazos hacia a mi.
mi mundo se volvió armar en ese instante, ese abrazo de mama aclaro mi día turbio, le dio un lindo color amarillo.
¿Por qué dijiste estas palabras Candy? ¿Paso algo con alguien, te molestan los vecinos? - me preguntaba mama, mientras entraba a la sala y se quitaba el abrigo, pero yo trataba de meter su maleta pesada.
¿Por qué pesa tanto esto mama? traes a mis siete hermanos aquí adentro -le dije mientras hacia fuerza exagerada para arrastrar la maleta.
ella se rio a grandes carcajadas, -quizás traiga a unos 4 pero no todos cabían.
reímos juntos hasta dolernos el estomago. eso era como medicina a mi alma escuchar la risa de mi madre.
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