┯━━━━━▧▣▧━━━━━┯
┷━━━━━▧▣▧━━━━━┷
Un hueco en la pared hizo posible que ellos pudiesen pasar al otro lado. Unas escaleras las cuales parecían infinitas terminaron provocando que las piernas de Alice flaquearan. La peliverde era de las primeras lo que le permitió sentarse en uno de los escalones y respirar profundamente, los meses encerrada no ayudan a su condición física.
Sus ojos nunca abandonaron la masacre, los ojos ardían por todas las lágrimas y derramadas y por las que le faltaban por caer y su garganta escocía por los gritos y súplicas dadas.
—Recuérdalo bien, Maravillas — le susurró su padre con calma, su voz un poco más profunda de lo habitual. Nunca se había visto afectada por el viscoso líquido carmesí antes, pero esta vez el hedor de sangre que desprendía y el saber a quién pertenecía le daba una horrible sensación de náuseas —, no doy segundas oportunidades.
—Sí — respondió ella ronca.
Sacando su arma de la funda a su lado, el Príncipe Payaso disparó la cadena, rompiendo el metal y permitiendo que sus manos estuvieran libres. Su cabello negro escondía su rostro. Y luego ella estaba en sus brazos, tan frágil y débil. Tomó con fuerza su barbilla y la obligó a verlo a los ojos.
El Guasón rió mientras veía el tinte violeta esparcirse en sus ojos verdes
—Quiero tu rendición — gruñó, sus labios contra su frente, apretando su mano en su cabello —. Quiero tu debilidad. Yo soy tu debilidad — espetó antes de empujarla hacia atrás, la desaparición de sus pasos le avisó que se había marchado.
Sus pocas fuerzas fueron lo suficiente para arrastrarse hacia el cuerpo inmóvil. Un sollozo salió de sus labios al verlo de cerca. Lo abrazó contra su pecho, no importaba que su sangre la manchara.
Sus labios entreabiertos desesperadamente por decir algo.
—Es mi culpa... es-es mi culpa — gimió escondiendo su rostro en el cuello de él —. Lo siento, lo siento tanto, Jaybird.
Sintió una presencia detrás de ella, no tuvo necesidad de voltear para saber de quién se trataba.
—Yo- yo le dije. Se lo advertí, pero no me quiso hacer caso — Alice estuvo agobiada por excusarse, por poder decirle a alguien que trató de alejarlo, de salvarlo. Soltó una carcajada rota. Nunca había sido buena lidiando con el dolor, la risa es la mejor medicina para la tristeza.
Sin embargo, no fue fácil deshacerse de ese horrible sentimiento, cuando sentía el sufrimiento y dolor de la persona detrás de ella filtrándose por su mente. Pasó casi media hora, para que siquiera pudiera dejar de llorar y lo soltó. Permitiendo que el Murciélago se lo llevara, permitiendo que un padre pudiera llorar por su hijo.
ESTÁS LEYENDO
✔ | Killer Queen ♛ Suicide Squad
FanfictionKQ| "El mundo me hizo quién soy; todos me odiaban solo por ser hija del Joker, como si yo hubiera decidido de quién ser hija. Así que si te odian sin tener una razón, pues dales una razón para odiarte aún más." HISTORIA TERMINADA.