KQ| "El mundo me hizo quién soy; todos me odiaban solo por ser hija del Joker, como si yo hubiera decidido de quién ser hija. Así que si te odian sin tener una razón, pues dales una razón para odiarte aún más."
HISTORIA TERMINADA.
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— ¿Por qué tan lejos? — Bruce Wayne gritó en el micrófono, a penas capaz de escucharse a sí mismo por encima del zumbido de las aspas del helicóptero —. Pensé que la tenían retenida en Belle Reve con todos los demás.
— ¡Así era! — Amanda Waller gritó de vuelta, a penas prestando atención al multimillonario —. Sin embargo, desde el incidente de Midway City su fuerza va en aumento. Por lo que teníamos dos opciones, aumentábamos la dosis de cesio y ella terminaría muriendo, o la alejábamos. Decidimos trasladarla a una instalación privada.
Bruce miró por la ventana y vio los kilómetros de páramo congelado debajo de ellos.
— ¿En Siberia?
—Ella dijo que le gustaba el frío — Amanda respondió con cinismo —. Además está alejado de cualquier civilización.
— ¿Hablamos de una adolescente o una bomba nuclear? — él cuestionó con una ceja alzada, pero una mirada de Waller me indicó que se mantuviera callado.
—De una niña capaz de destruir una ciudad si está de mal humor.
El helicóptero comenzó a descender y Bruce miró hacia abajo, confundido acerca de hacia donde descendían. Pero su confusión rápidamente se transformó en asombro cuando vio que el suelo nevado se abría lentamente, dos gigantescas puertas de metal se abrían los suficiente para permitir que el helicóptero entrara en las instalaciones.
Bruce esperó pacientemente mientras las aspas del helicóptero se detenían y el piloto les daba la señal para salir. Abrió las puertas, saltando hacia abajo y saliendo a una plataforma gigante. Había un guardia solitario esperando para escoltarlos cuando Amanda se unió a él.
—Esta instalación está equipada con diez guardias — explicó Amanda —. Entran y salen en un horario continuo. Dos frente a las puertas, dos en la plataforma, dos mirando las cámaras y cuatro vigilando a la reclusa. También hay alguien que le lleva la comida tres veces al día.
Bruce se ajustó más el abrigo a su alrededor, el frío de la instalación se filtraba incluso a través de estar varios kilómetros debajo del suelo.
—Esa no es mucha seguridad. ¿Estás tan segura de que este lugar puede contenerla?
Amanda sonrió. —No. Pero sabe que puedo acabar con su vida si así lo deseo.
Salieron de la plataforma y recorrieron un pasillo largo y recto, con una sola puerta al final. Finalmente, llegaron al final del pasillo y el guardia abrió la puerta sin decir palabra. La celda solo tenía un colchón, una pila de libros al lado de esta y un gran ventanal transparente que dividía la habitación.
