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—Los dulces sueños. ¿De qué están hechos? —preguntó Obito dubitativo, sentado en el muelle junto a su querido amigo.
—Los dulces sueños están hechos de esto. —Sonrió de medio lado y le enseñó algo. Los ojos de Obito, que brillaban con destellos rojos, se apagaron enseguida al verlo. Y Sasori no apartó la vista de los oscuros rubíes de su nuevo compañero: Tobi. Pero él sabía que su nombre real era Obito.
Resopló.
—¿Quién soy yo para no estar de acuerdo? Viajo por el mundo y los siete mares.
Cerró los ojos y apoyó su cabeza en el hombro de Sasori, oyendo el ruido de las olas perdiéndose por el mar. El olor a agua salada, el cual ya se había acostumbrado, volvió a inundar sus fosas nasales con su fragancia a sal.
—Todo el mundo está buscando algo —murmuró, acariciando el cabello negro de Obito mientras que éste asentía. Miró de reojo al chico, y sintió que debía proteger su tesoro de todos—. Algunos quieren usarte; algunos quieren ser usados por ti. Algunos quiere abusar de ti; algunos quieren que abuses de ellos. Nunca lo permitiré, ¿escuchas? Tú eres mío.
Se ruborizó por las palabras del chico de Suna, y se volteó a verlo.
—Yo soy tuvo. Y tú eres mío —repitió, mirando los ojos contrarios con deseo.
Y entonces se besaron.
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Es el primer 'songfic' que escribo, así que no me juzguen JAJA. Está basada en la canción de Eurythmics; Sweet Dreams. Tengo esa canción pegada en la cabeza desde hará un par de años, que fue la primera vez que la escuché en Grimm, así que debía escribir sobre ésta porque sí.
No sé cómo me haya quedado, pero quiero dejarlo así porque, para mí, está decente.