State Of Grace

1 0 0
                                    

-¿Quieres ir a verme ensayar Zerch?- pregunté mientras caminábamos por las calles empapadas de París. Llevábamos ya casi dos horas caminando sin rumbo, dando vueltas por aquí, girando allá y corriendo de los mimos que nos querían guardar en una caja... que lendo.


-Okay,- me respondió mientras me abrazaba en la banca que daba al rio que atravesaba, el sol comenzaba a ponerse y el firmamento se empezaba a pintar de tonalidades moradas, azules y del lado este de la ciudad el cielo comenzaba a pintarse de diminutas manchas blancas que comenzaban a brillar.


Nos levantamos de la banca y emprendimos nuestra travesía al Stade de France, del lugar en donde nos ubicábamos hasta el estadio eran, mínimo, dos horas, pero somos tan eficaces que decidimos irnos en el metro, claro que nos miraban... quizá por la forma en la que íbamos vestidos o porque... no era la ropa.


-a todo esto ¿A dónde vamos?- lo mire con cierta ternura –al "Stade de France"- me dedico una fugaz sonrisa –amo tu francés- se recargo en una de las paredes y se me quedo viendo un buen rato.

-¿Por qué me miras así?- él se enderezo para acercarse a mí, no tan cercas, pero se acercó muy malvadamente
-porque eres lo único interesante que ver, eso y tus ojos, son tan hagfiobpcf- estalle en carcajadas, es tan terno escucharlo como se expresa, en serio, si no se ríen por cómo se expresa tu pareja de ti... PINCHES AMARGADOS.
-Algún día me las pagaras Horan- me vio malvadamente y se reincorporo a donde se encontraba hace unos cuantos minutos. El transcurso del vagón había sido tranquilo, más que otros en los que miles de medios de comunicación nos rodean y tenemos que salir por las salidas traseras de cualquier establecimiento o en algunos casos disfrazados de botargas y ya siendo muy extremistas... atrapados en Taxis... Mierda.
Bajamos de la estación y nos dirigimos al estadio. Tengo ganas de que me vea en acción y también sobre el escenario, eso sería... increíble... sonó raro eso, pero a quien cojones le importa, hare de estos días los mejores de su visa (hasta ahora).
Caminábamos por la calle como cualquier par de personas normales, pero no supe en que momento un pequeño grupo de chicos nos seguían.
-Creo que tenemos una sombra muy grande- le susurre al oído, con discreción saco su teléfono desbloqueo la pantalla y tomo una Sefic. – Bastante grande diría- guardo su teléfono, respiramos hondo.
-¡MIREN SON ZIALL, CORRAN!- nos giramos y vimos como una gran multitud se les unía, era una manifestación. –Corre- susurramos al mismo tiempo, pero (como odio esa puta palabra) ellos ya venían corriendo desde ya un rato así que... MARATÓN. Empezamos a correr por toda la calle, solo nos faltaban tres cuadras y llegábamos, pero aun eso era mucha distancia... estábamos jodidos.
-¡Súbete a mis hombros!- me grito Niall, tenía sus cabellos dorados pegados a la frente y esos ojos azules eran como si tuviera el cielo en ellos, MI CIELO. No se cómo pude, pero pude, me subí a sus hombros y formamos algo así como una torre. –Alza los brazos- pero que chingados quiere lograr este duende. -¡HAZLO!- levante los brazos y vi como dábamos una vuelta, como la de las montañas rusas.
-Suéltate-
-¡¿Qué?!-
-¡HAZLO!- con todo el miedo del mundo solté mis brazos y cerré los ojos, solo podía oír los cuchicheos que se desvanecían lentamente al igual que los giros en el aire. La adrenalina y el vértigo me acompañaron en esta locura o suicidio.
-¿ya me morí?- solo escuchaba un zumbido en mi oído, pero de ahí en fuera las voces se escuchaban como a 7 metros de distancia, pronto se fueron aclarando las voces y con ellas mi sentido del tacto.
-Nop, pero te recomiendo que te sostengas- iba a volver a abrir los ojos, pero el viento en mi rostro la cerro, suprimiendo mis gritos haciendo que vacilara, como pude me agarre del rostro de Niall y luego un dolor inmenso me invadió en todo mi cuerpo.
-¿Qué paso?- logre sentarme con un esfuerzo increíble.
-Resulta que cuando te dije que te agarras por alguna ilógica razón decidiste tomarte de mi rostro impidiendo mi visión y ahora venos a un cruce de la calle para llegar al estadio... eso paso- no quería abrir los ojos por eso del vértigo, ya saben... vértigo, miedo, adrenalina... ¿No?, está bien.
-Que excitante- me tire de nuevo al piso, pero como siempre, mi querido novio me arrastro hasta las escaleras de incendios y me llevo al estadio. Win.
Narra Niall:
Como puede ser posible. Apenas entramos al recinto y las rejas casi se nos caen encima, la razón, más de dos mil personas intentando pedirnos un autógrafo, esto es una locura... mierda.
-¡Niall déjame tocar tu trasero, es más te vuelvo hombre!- me gritaba una chica de rizos definidos y rojizos. Tenía una chamarra de Londres, con una playera rosa pálido que decía "He's Mine Gotta Get Of my Way Bitch!" un pantalón tubo color rojo y claro sin olvidar las Supras de color negro. Esta chica estaba tan pegada a la reja que empezaba a ponerse pálido su rostro, incluso sus ojos parecían que se saldrían de su lugar en cualquier momento.
No tardaron en alejarla a empujones de la entrada, yo seguía firmando autógrafos, recibiendo los presentes e incluso tomándome fotos con las y los chicos.
-Oye creo que se te fue algo- me dijo un chico de cabellos oscuros. Me gire y note que no estaba Zerch. -¿Viste a donde se fue?- el chico me señalo con la mirada el pasillo que daba al campo, en este caso, a la arena. Me despedí de todos y empecé a correr a lo largo del pasillo y déjenme decirles que el estúpido eco de mierda no ayudaba mucho.
Llegue a la arena y no había nadie, podría haber recorrido todas las gradas, pero no tenía el tiempo necesario para hacer este tipo de búsquedas furtivas. Me detuve un momento en medio de la arena, intentaba darme una idea de donde podría estar, de donde pudo haber ido o a donde está yendo.
-"Márcale"- esa idea fue tan fugaz como el tiempo que me tardo sacar mi teléfono y marcarle. –Pip... Pip... Pip... Hola, esta es la contestadora de...- colgué.
Volví a marcar, pero en esta ocasión me quede inmóvil, quería ver si podía escuchar el tono del teléfono de Zerch, al principio no escuchaba nada, pero el sonido característico de la marimba de un IPhone 5S azul llegó a mis oídos, empecé a correr de regreso al pasillo de eco, todo el pasillo era blanco y con uno que otro logo de la banda.

-Pip... Pip... Hola...- colgué y volví a marcar, el sonido de la marimba se hacía cada vez más intenso, gire a la izquierda y luego a la derecha, despúes camine por todo un pasillo que era débilmente iluminado por un montón de lámparas de techo, unas fundidas, otras no y algunas totalmente apagadas. Llegue frente a la puerta de los camerinos.

Entre Semillas De CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora