~{† CAPÍTULO 1 †}~

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- Venga señor, que no vamos a hacer nada malo - le rogaba Aisha por tercera vez a mi padre - Solo será una noche de chicasAisha había venido a buscarme para irme a quedar a su casa, tipo pijamada, pero mi padre, cómo siempre, estaba de aguafiestas

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- Venga señor, que no vamos a hacer nada malo - le rogaba Aisha por tercera vez a mi padre - Solo será una noche de chicas
Aisha había venido a buscarme para irme a quedar a su casa, tipo pijamada, pero mi padre, cómo siempre, estaba de aguafiestas.
- ¿Qué se hacen en esas noches de chicas? - preguntó mi padre con los brazos cruzados
- Pues ver películas, comer palomitas con Nutella, chismear - Aisha se encojió de hombros
- ¿Y cómo yo estoy seguro de que no se irán de fiesta?
- ¡Papá! Tienes que confiar en mí - repliqué
- Ayer confíe en ti y llegaste demasiado tarde y encima, borracha - dijo él
- Venga ya, era mi cumpleaños, quería disfrutar, aparte, ya tengo dieciocho, puedo hacer lo que quiera
- ¿A con qué con esas tenemos? Pues mientras vivas bajo mi techo...
- "Tengo que hacer lo que tú digas, bla, bla, bla" - terminé la típica frase por él - Ándale papá, que solo va a ser una pijamada
Lo miré con ojitos de cordero degollado.
Él pareció dudar, miró a Aisha y luego a mí.
- Mañana a las díez te paso a recojer y luego me voy al trabajo, ¿Ok?
Aún no había terminado de hablar y ya yo estaba colgándome de su cuello para darle un gran beso en la mejilla.
- Eres es mejor, papá - dije y le solté - Aisha, acompáñame por mis cosas
Subí por las escaleras mientras Aisha me seguía.
La verdad, si que me pase un poco ayer, pero joder, siempre eh sido una niña buena y responsable, tenía ganas de probar la la adrenalina de hacer algo que no debía, cómo tomar por ejemplo, mi padre siempre me ha dicho que eso es malo para la salud, pero la verdad, yo me sentí muy bien, el alcohol te da una confianza que asusta.
- Pensé que no te dejaría - dijo Aisha cuando estábamos recogiendo la ropa
- Ni yo, pero Rob Williams es impredecible - respondí restándole importancia

Aisha dejo aparcado su coche en el garage de su casa. Su madre estaba trabajando, ella era enfermera y tenía turno de noche.
Entramos a su habitación y deje mis cosas sobre su cama.
- ¿Qué haremos primero? - pregunté lanzándome a la cama
- ¿Quieres algo de comer?
- No, cené hace media hora - respondí
- Tenemos que elegir serie para ver - dijo - Estamos entre Sex Education y Control Z
- Control Z definitivamente, Sex Education ya la ví

Dos horas, tres cuencos de palomitas y un dolor de estómago que no te imaginas después, terminamos de ver el último capítulo de Control Z , eran pasadas de las dos de la mañana.
- Vale, esa tía es un puto cerebro - dije refiriéndome a la protagonista - Y Javier está buenísimo
- A mí me gustó más Natalia - decía Aisha mientras recojia los cuencos de palomitas vacíos
- Esa, pero si es una ladrona
- Ya, pero no deja de estar guapa
- Yo flipo con está serie
- Te dije que estaba buena
Ella puso los cuencos encima de la mesita y bebió de su Coca-Cola.
De pronto un ruido extraño llamo nuestra atención, la mirada de las dos se detuvo en la puerta.
- ¿Qué fue eso? - pregunté
- Debió ser el aire - se encogió de hombros
Aún no me quedaba tranquila pero no podía ser más nada, estábamos las dos solas en la casa... Solas en la casa ¿No?
Fijé mi mirada en la pantalla del televisor en la pared, estaban las noticias.
Mire a Aisha, seguía bebiendo Coca-Cola. No entiendo porque de pronto me sentía tan asustada.
Pues mi miedo se intensificó al volver a escuchar el mismo ruido pero ahora un poco más fuerte, como si se hubiese roto algo.
- Vale, eso sí que no fue el viento - dije
Aisha salió de la habitación y bajo las escaleras, yo detrás de ella, asustada claro.
Llegamos a la planta baja, todo estaba oscuro, muy oscuro.
Ella me agarró de la mano como para que no me apartará. Avancé junto a ella hasta el salón, no había nada.
En el comedor, nada.
En la cocina, nada.
Salimos al pequeñito portal de la casa, al parecer lo que se había caído había sido una maceta.
- Joder, todo este teatro por una maldita maceta rota - Aisha se acercó a la maceta - Somos unas miedo... ¡AHAHAHAH!
Su grito me sobresaltó tanto que casi caigo al suelo si no fuese porque me sujete de la pared a mi lado.
No sabía porqué gritaba, así que la observé con la mirada, no tenía nada, ¿Por qué coño grita...? Espera, y esa ma...
- ¡AHAHAHAH! - mi gritó llegó segundos después
Tenía una jodida mano enredada en el pie, ¡Aisha tenía una puta mano en el pie!.
Ella se movió frenéticamente intentando quitarse la mano de encima y lo logró, vino corriendo hacía donde estaba yo.
Miramos las dos hacía el lugar donde provenía la mano, era un... ¿Un chico?
- ¿Es un chico? - pregunté temblorosa
Aisha y yo nos acercamos un poco, efectivamente era un chico. No pasaba los veinticinco años, tenía el pelo blanco, la piel y labios muy pálidos, estaba muy sucio y... Dato curioso, no traía ropa, estaba completamente desnudo.
Mi mirada lo repaso un momento de arriba abajo y cuando está se detuvo en su amiguito, aparte mirada rápidamente y me volteé avergonzada.
- Está desnudo - susurré
- Joder que novedad, acabas de descubrir el agua caliente, hay que llamar a la NASA para avisarles de que existe - bufó ella - Rue, que lo estoy viendo
- Pues por eso, deja de mirarle ya
- Sabes que para mí, ver una polla no es nada, no me mortifica ni me causa ningún tipo de efecto - decía
- Vale, vale, vale ya está, te entiendo - dije frenándola
Aisha se acercó a él un poco más y lo toco con el pie suavemente. El chico ni siquiera se inmutó.
- Creo... Creo que está muerto - dijo
- ¿Cómo muerto? - pregunté atónita
- Pues muerto Rue, estiró la pata, fue hacerle una visita a nuestro querido Michael Jackson, está en el mundo de los ya no vivos
- Aisha para ya de hacer bromas tía, que es serio
Ella me miró y cerró la boca.
- ¿Qué hacemos entonces?
- Llamar a la policía
- ¿Si sabes que en estos casos llamar a la policía nunca es una buena idea?
- ¿Cómo que no? A ver, llamar a la policía es lo más sensato Aisha
Aisha se quedó pensándolo un rato, miró al chico y luego a mí, vamos que fuera lo que fuera que estaba pensando, no era nada bueno.
- Venga, ayúdame a subirlo a casa
- A subi... A subirlo, pero tú estás loca, que es un cadáver
- No sabemos si está muerto o no, aparte, como que ya todo me dió curiosidad y me gustaría saber porque está en mi portal, desnudo e inconsciente - dijo - Creo que tengo derecho a saberlo ¿No?
Bueno, en parte tenía razón, y la verdad, yo también tenía muchísima curiosidad, pero por otra parte, algo me decía que lo que íbamos hacer no estaba nada bien. Quizá y lo está buscando la policía y por eso se escondió aquí, o y si es un mafioso muy buscado por algún cartel, si es que presentía que nos íbamos a meter en problemas.
De todos modos, Aisha ya había plantado la semillita de la curiosidad en mi, ahora de seguro me comería el cerebro pensando los porqués de la situación. Así que hice lo que no tenía que hacer, accedí a la locura que había acabado de proponer Aisha.
- Vale, pero luego que se valla ¿Ok?
- Que si pesada, ni que se fuera a que dar a vivir

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