Aisha:
Mi corazón no paraba de latir a toda velocidad, en cualquier momento sufriría un infarto.
En el momento en que las piedras empezaron a caer, un nudo se instaló en mi garganta.
Rue estaba ahí dentro, iba a morir si no salía lo antes posible.— ¡¡¡AISHA!!! — la escuché gritar y mis ojos se llenaron de lágrimas.
No se podía ver nada, una nube de tierra sobresalía por los agujeros de separación de cada piedra. La única entrada que había que era por la que había pasado Rue, ahora estaba cubierta de más piedras, dejándola inaccesible.
— Tenemos que hacer algo — susurré — Tenemos que ayudarla, ¡¿RUE, ESTÁS BIEN?!.
No hubo respuesta y mi pulso se aceleró mucho más.
Miré a Baelfire, él estaba mirando fijamente la pared de piedra delante de nosotros, tenía las manos envueltas en dos puños, los nudillos estaban blanco por la fuerza que ejercía.— ¡Tenemos que ayudarle! — le grite dándole un pequeño empujón.
Él me miró y por un segundo sentí como si todo el cuerpo me qquemara, como si estuviese muy cerca del fuego, la piel me ardía y hacía calor.
Como mismo lo sentí deje de sentirlo, como si hubiese sido producto de mi imaginación.
Volví a mirar a Baelfire, ya no estaba, lo busque con la mirada, lo encontré apartando las piedras del muro, como si fuesen plumas. No hacía ni el más mínimo esfuerzo.
Seguí mirándole hasta que consiguió prácticamente abrir un agujero lo suficientemente grande como para que el pasase.
Después de que entrará me quedé mirando a mi alrededor, debatiéndome internamente entre entrar o no.
Cuando por fin estuve lista y quise ayudar, apareció Baelfire con Rue en brazos.— ¡Oh, Santo cielos! — exclamé al ver la sangre que brotaba de si cabeza.
Baelfire me paso por al lado sin siquiera mirarme, yo le seguí. Llegamos hasta el auto lo más rápido posible, las manos me temblaban y estaba sudando frío.
Agarré el timón con ambas manos, no sabía si era capaz de conducir en el estado de nerviosismo en el que me encontraba.
Miré a atrás un momento, Baelfire sostenía a Rue por la cabeza, sus manos cubiertas de sangre, la miraba fijamente y entonces él me miró, volví a sentir esa sensación de quemasón.
Reaccioné rápido y puse el auto en marcha..Treinta minutos más tarde estábamos Rue, Baelfire y yo en el salón de la casa de Rue, mi madre me había enseñado un poco sobre sutura, aparte, yo estaba estudiando medicina, por lo que pude coserle la herida a Rue con el botiquín que había en el baño, le vende la cabeza y proseguir a hacer lo mismo con la herida de la rodilla.
Ella tenía toda su ropa llena tierra y aún no despertaba.Me había debatido intensamente entre llevarla a un hospital o no, al final decidí curarla primero y ya luego decidir. La herida en la cabeza no había sin tan profunda, pero si digna de sutura. El golpes podrían haberle dejado algunas secuelas, por eso me tomaba tan en serio llamar a su padre pero también sé que si lo hago ella se enfadaría cuando se despierte, sería por si propio bien, lo entendería ¿Cierto?
Me paseaba por el salón nerviosa, de un lado hacia otro, Baelfire estaba sentado en el sofá grande mirando a Rue.
— Va a despertar — me susurré para mi misma — Lo hará.
***
Siiiii, ya sé, está muy corto.
Pero solo es un anexo del capítulo 5, por eso lo es.
Voy a subir el capítulo 6 más rápido de lo que creen.
Así que espero que les guste.
Pero bueeenooo, es la primera vez que narra Aisha.
Por cierto, avísenme si notan algo rarito 😏
En fin... Nos vemos pronto!
Atte: ¡La loca de la montaña rusa!
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Revelations
Random¿Creen en la magia? Puede que yo sí, un poco. Rue Williams no creía en la magia, pero por sucesos que fueron ocurriendo en su día a día, la hizo cambiar de opinión. Porque en esta historia habrá mucha, mucha fantasía, más de la que podrían procesar...