La palabra incomodidad se quedaba corta ante la situación que estaba viviendo.
Todos estaban sentados alrededor de la mesa del comedor sin decir ni una palabra. ________ estaba sentada junto a Tsukasa, y frente a ellos estaba Keiji, quien no apartaba la mirada del pelilargo. La tensión se podía sentir en el ambiente. Al parecer esperaban que alguien tuviera la iniciativa para finalmente hablar.
Al ver que nadie tenía las agallas suficientes, _______ decidió hacerlo.
—Antes que nada, Keiji, discúlpate con Tsukasa —solicitó. Era lo más básico, y una de las razones por la que estaban ahí. Después de como lo había tratado se merecía una disculpa, incluso más. Se había comportado horriblemente, sin una pizca de respeto.
Su hermano la miró fijamente con el ceño fruncido, claramente molesto.
—No hace falta que te disculpes —habló el alto llamando la atención de todos —, pero me gustaría saber porque me desprecias, ¿he hecho algo mal?
Quería escuchar de su boca los verdaderos motivos, ¿qué había hecho él para merecer ese odio? No habían tenido trato directo, tampoco lo había menospreciado o insultado.
Los presentes esperaron expectantes la respuesta.
—Por qué me das asco. —dijo en un tono elevado y despectivo.
La chica soltó un largo suspiro. Era su hermano mayor, pero parecía un niño pequeño maleducado.
—¿Por qué? —él mantenía su compostura y su serenidad.
—Por qué sí.
—¿Puedes dejar de ser así? —______ iba a explotar. Tal y como dijo Tsukasa, había guardado todo durante mucho tiempo en su interior -. Haz tu vida, y deja a los demás en paz, Keiji.
La cara del nombrado era indescriptible. Nunca le habían dicho nada así en su familia; estaba rabioso. Se podía esperar eso de sus padres, y cualquier otro miembro de la familia, pero no de su hermana. Ella siempre lo había comprendido y había estado de su lado. Ese era su punto de vista, cuando la realidad era otra. No se lo esperaba, porque siempre la limitaba.
—¿Te ha dicho este sinvergüenza algo? —la joven apretó los puños con fuerza.
—No me ha dicho nada. Deja de insultarlo.
—Keiji, compórtate —ordenó su madre, estaba perdiendo la paciencia.
—¿Os habéis compinchado todos? —preguntó indignado.
Estaba perdiendo los nervios. No había manera de hacerle entrar en razón y no quería colaborar. Dio un golpe en la mesa enfadada.
—Si no lo dices tú, lo digo yo, te guste o no—________ tomó una bocanada de aire —. Lo que tú llamas odio, es envidia. Él tiene más reconocimiento que tú, es lo que más te duele.
—Wow... —murmuró su padre.
—Te estás pasando, soy tu hermano mayor, respétame— cuando escuchó aquella frase su madre sabía que tenía que pararlos. Se levantó para poner orden.
—Respétame tú. Déjame decidir, déjame hablar, y déjame relacionarme con quien yo quiera.
—¡Ya, parad! —el volumen de su voz los asustó —Keiji, no puedes odiar a una persona sin motivo, más tratarlo de manera irrespetuosa. Tú como hermano mayor deberías ser un ejemplo —miró a ________ y a Tsukasa —. Sé lo que has pasado, pero por favor no sientas rencor hacia tu hermano. Y, Tsukasa, lo siento por todo. Estoy avergonzada.
—No se disculpe.
La mujer estaba fascinada con el boxeador. Era educado, amable y comprensivo, deseaba que sus hijos aprendieran un poco de él.
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PROHIBIDO AMARTE [TSUKASA SHISHIO]
FanfictionTsukasa Shishio es un boxeador que ella admira. Sin embargo, su querido hermano lo odia a más no poder, lo que supondrá un gran obstáculo para la joven. ¿Logrará romper la barrera? ¿Conseguirá enfrentar a su hermano?