El detective Min Yoongi junto con su colega Park Jimin, trabajan en el departamento de casos violentos y homicidios.
La temporada de lluvia se acerca y todo el departamento de policía se preocupa, ya que cuando el agua cae del cielo, un asesino en s...
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11 de agosto del 2020. Bosque Dream. Seúl, Corea del Sur.
El bosque Dream, un nombre hermoso para un sitio tan oscuro y sombrío, era el lugar de los sueños, sueños eternos del que las personas nunca despertaban, quienes mantenían una esperanza iban ahí para dejar sus sueños más inalcanzables e intentar cumplirlos algún día, pero quienes se rendían solo iban a dormir, o mejor dicho a quitarse la vida, sin embargo los suicidas no eran los únicos que llamaban a la muerte, varios casos de asesinatos fueron vistos en la última década y la víctima más reciente había sufrido la peor muerte de todas las que aquellos árboles podrían haber presenciado.
Eran las tres de la tarde aunque parecía que estaba por anochecer, el sol era obstruido por las nubes tan negras que no paraban de llorar, los detectives bajaron del auto del oficial Mo, abrieron un paraguas para evitar mojarse, las gotas de lluvia golpeaban con brusquedad el objeto; caminaron por un sendero hasta llegar al punto donde este terminaba, continuaron adentrándose en el interior del bosque siguiendo las indicaciones que el oficial había recibido para llegar al lugar.
Cinco minutos de caminata bastaron para llegar y ver el cuerpo tendido entre las hiervas, siendo bañado por el agua, la sangre remojada recorría lenta y delicadamente su rostro el cual comenzaba a tornarse morado por la baja temperatura, en su cuello yacía el hilo de sedal extremadamente apretado, no estaba desnudo, tenía su ropa puesta, pero al igual que las víctimas anteriores, fue brutalmente torturado, todas esas prendas estaban llenas de sangre y tierra, sus labios estaban ligeramente abiertos, en su boca también tenía sangre.
El detective Park cayó de rodillas sobre el pasto mojado no pudo formular ni una sola palabra, se llevó el cabello para atrás sin despegar la vista en aquel cuerpo, cuerpo que le pertenecía al reportero Jeon Jungkook; Yoongi se puso a cuclillas mientras sostenía el paraguas para darle unas palmadas en la espalda.
—No dejes que esto te afecte.
—Pero es que es mi culpa —respondió Jimin. —Cuando me dijo que sabía la identidad del asesino, debí ir a verlo inmediatamente, no debí dejarlo para otro día y ahora Jeon está... muerto —sus ojos comenzaron a cristalizar.
A pesar de que realmente la culpa no era del detective, él lo tenía bien marcado en la cabeza, estaba consiente de que no iba a descansar hasta ver preso al asesino de los niños y ahora también el de Jungkook, él lo haría pagar por todo lo que hizo le costara lo que le costara.
Los forenses llegaron para recoger el cuerpo y al terminar Park y Min regresaron a la comisaría para hablar con el teniente, luego hablarían con el familiar y lo verían en el hospital forense.
—Tenemos que hacer algo —Jimin estaba enojado.
—¿Qué es lo que quieres hacer? No sabemos quién mató a ese chico —respondió el teniente tranquilamente.
