El detective Min Yoongi junto con su colega Park Jimin, trabajan en el departamento de casos violentos y homicidios.
La temporada de lluvia se acerca y todo el departamento de policía se preocupa, ya que cuando el agua cae del cielo, un asesino en s...
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21 de agosto del 2020. Hospital universitario. Seúl, Corea del Sur.
Park se encontraba sentado en la sala de espera, el teniente y un par de policías más le hacían compañía, dos personas habían ingresado, sin embargo ningún doctor se les acercaba para darles la noticia que esperaban. Los minutos pasaban y para el joven parecían horas, jamás había podido imaginar que todo lo que pasó fuese verdad, deseaba con toda su alma que fuera un simple sueño, una pesadilla de la cual despertaría, abriría los ojos y lo primero que vería sería el rostro relajado de Yoongi a su lado mientras ambos estaban en la misma cama, cosa que sería imposible pues el dolor físico y emocional delataba la cruda realidad de los hechos.
Una amable enfermera se acercó al grupo de hombres y se dirigió directamente a Jimin.
—Disculpe, he notado que tiene sangre sobre la camisa —señaló la prenda. —Me han comentado lo que sucedió y así que estoy suponiendo que está herido, ¿verdad?
—Sí, pero no es nada importante —Park le resto importancia.
—Si no le molesta, podría revisarlo, estoy en prácticas y si no es muy grave puedo ayudarlo con facilidad —sonrío ampliamente, el chico no sabía que responder, era verdad que el dolor de su brazo estaba siendo insoportable, pero tampoco quería levantarse de ese lugar hasta que alguien le diera noticias de Yoongi y Namjoon.
—Ve a que te curen Park, si se te cae el brazo ya no podrás trabajar y ahora sin Min el trabajo será más pesado —propuso el teniente.
—Sí, señor —Jimin se levantó del asiento y le hizo una reverencia a su mayor para después seguir a la dulce enfermera hasta una sala donde tenían toda clases de cosas curativas.
El detective Park estaba sentado sobre la camilla, desabrochó su camina y se la quitó para que la enfermera pudiera trabajar sin problemas, no era nada fuera de lo normal, solo parecía ser un raspón debido a que rodó por la colina entre las ramas afiladas de los árboles que anteriormente habían caído al suelo. La mujer comenzó a limpiar y desinfectar la herida, no desvió ni un solo milímetro su mirada del brazo a pesar de que el abdomen desnudo de Park era bastante llamativo al estar tan bien trabajado. Por último colocó un vendaje y le informó al hombre que podía volver a ponerse su ropa.
—Se ve un poco cansado, detective, puede dormir un poco aquí.
Era verdad, Jimin estaba completamente deshecho pero sabía perfectamente que aunque quisiera no podría dormir, se limitó a asentir mientras veía a la enfermera salir de la habitación.
Minutos más tarde se reencontró con el teniente, este estaba sentado en una silla, reposaba sus brazos sobre sus piernas y sus dedos estaban entrelazados, mordía su labio inferior y se notaba la desesperación que sentía.
