RAIN《 YoonMin》

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Park Jimin que junto con su compañero Min Yoongi era de los mejores detectives de toda Corea, odiaba las injusticias por lo que entregaba cuerpo y alma a su trabajo, encontrar y encarcelar a los criminales para que la gente de sus alrededores viviera tranquilamente.

Creció con sus padres en Busan, siempre fue el niño adorado de mamá y papá, le cumplían todos sus caprichos haciéndolo un niño mimado, si él quería un juguete se lo compraban y así fue durante toda su niñez y adolescencia.
Cuando entró a la secundaria, para desgracia de toda su familia, su padre había fallecido, su madre devastada se negaba a creer que había muerto de causas naturales por lo que pidió que le realizaran la autopsia. Días después los resultados de los análisis indicaron que el señor Park había sido envenenado, alguien lo había matado, la policía no dio con el asesino, por lo que Jimin se dispuso a buscar las pistas necesarias para llegar al final de todo y poder hacer cuentas con aquel hombre que le había arrebatado a su padre.
Jimin comenzó con sus investigaciones, día tras día dormía menos de dos horas ya que estaba centrado en todos los pasos en los que andaba su papá, creía que podría conseguirlo él solo pero se frustraba muy seguido, pues siempre terminaba en callejones sin salida, hasta que un día un hombre visitó a su familia.

— Lamento mucho la muerte del señor Park. — El hombre se inclinó ante la madre.

Por supuesto Park Jimin notó algo raro en ese hombre, parecía que las palabras que le decía a su madre eran falsas y que realmente disfrutaba el que su papá hubiese muerto.

— ¿Usted era amigo de mi padre?  — Se atrevió a preguntar.

— No, éramos colegas de trabajo, lastimosamente el falleció y yo terminé quedándome con el ascenso que él tendría. — Respondió con una leve sonrisa casi invisible.

Ese hombre se veía de lo más extraño y eso Jimin lo sabía perfectamente, comenzó a investigarlo y llegó al punto donde se enteró que lo que había dicho era verdad, su padre estaba apunto de ser promovido y no solo eso, ese hombre iba a ser despedido ya que el padre de Jimin iba a suplirlo además de tener el merecido ascenso, días después del fallecimiento del señor Park, aquel hombre se quedó con su puesto haciendo que los empleados trabajaran como esclavos para él.

Jimin empezó a interrogar a las personas que trabajaban con ese tipo y se dio cuenta que uno de ellos lo vio verter un líquido en el café de su papá. Habló con la policía y ellos tuvieron que tomar cartas en el asunto, revisaron las cámaras de seguridad de la oficina y pusieron en marcha todas las investigaciones necesarias, descubrieron que efectivamente aquel hombre sospechoso había puesto un líquido en la taza de café del señor Park, por lo que tuvieron que hacer unas pruebas a la taza, pero para la mala suerte, ya había sido lavada, por otro lado realizaron una orden de registro para ver entre las cosas del sujeto, donde lograron encontrar un pequeño recibo de una ferretería, se podía ver perfectamente que había comprado un veneno letal para ratas que en cierta porción también podría ser letal para un humano, inmediatamente lo arrestaron y llevaron a la comisaría para proseguir con la interrogación, ahí fue donde confesó todo su crimen y aceptó que él lo había matado.

Jimin sintió alivio y estaba agradecido de que el asesino de su padre pasaría un muy buen tiempo tras las rejas, fue entonces que se dio cuenta de la satisfacción que sintió al escuchar la sentencia del criminal y decidió que quería hacer eso en su vida, atrapar a la gente mala y llevarlos ante la justicia para que pagaran por sus actos.

Al terminar la secundaria, decidió que se mudaría y entraría a la escuela de policías de Seúl, en ese lugar conoció al que sería su mejor amigo y compañero de casos futuros, Min Yoongi, podía ver fácilmente que ese chico tenía un pasado un tanto oscuro pero sabía que no debía preguntar al respecto que tal vez su amigo le contaría algún día, le hablaría sobre los planes que tenía en mente y todo por lo que había pasado.

— Todo a su tiempo. — Pensó Jimin.

Ambos se graduaron de la escuela de policías, como todos los demás comenzaron desde cero como unos policías comunes, con el paso del tiempo su rango fue subiendo hasta donde querían llegar y se convirtieron el los mejores detectives de toda Corea, si había algún caso violento o asesinato, las personas sabían que debían recurrir a ellos para que fuera seguro que ambos encontrarían al culpable y lo harían pagar con justicia.