Te Duele

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Después de la conferencia y ceremonia ante la Reina Historia quedaron platicando un rato, pues querían olvidar al menos un poco lo que ocurrió en Shiganshina. Aún así sus rostros serios indicaban lo problemático y difícil que había sido la batalla.

Recibieron indicaciones, podían ir al comedor, varios fueron, pues la comida también puede ayudar a olvidar. Mikasa se desvío del camino, quería despejarse un rato así que fue afuera, recargandose en una de las paredes del lugar mientras el viento acariciaba su rostro y alborotaba un poco su cabello.

- ¿No vienes? - preguntaron detrás de ella, la azabache se asustó un poco, girando su cuello para toparse con Eren

- Ah, más tarde - contestó

- ¿Estás bien? Te noto extraña - dijo acercándose más, la azabache suspiró

- Es que...- se detuvo, bajó la cabeza para mantenerse así por un momento
- No es nada - dijo

- ¿Segura? -

- Sí, los alcanzaré después - volvió la mirada al cielo

Sin más que decir, Eren se marchó. Mikasa deslizó su espalda por la pared hasta quedar sentada, las palabras de aquella carta no salían de su mente ahora que notó la mirada preocupada de Eren en la conferencia.

Se repetían una y otra vez, tanto al estar despierta como estando dormida.

"tus esfuerzos son tan grandes que ese idiota debería notarlo y agradecerlo pero lo único que hace es gritarte y tratarte mal, no sé cómo lo soportas"

¿Quién sería aquél tonto que quiere alejarla de Eren? Si ella debe estar con él siempre, fue una promesa.

Rodeó su rostro con la bufanda y bajó sus brazos entre su vientre y piernas, escuchando como algo hacia ruido en la bolsa de aquel saco. Metió su mano y sacó un sobre, de nuevo un sobre que no tenía emisor.

Suspiró y abrió el papel para luego dudar si leerla o no.

¿Quién la habrá colocado? ¿Cuándo? Se preguntaba.

Resignada, abrió la carta para saber que tenía de nuevo esa persona por decirle. Comenzó a leer :

"Te notas insegura, algo te incomoda, seguro es mi culpa por no decirte quien soy, pero por el momento no puedo decirte, lo siento.

Tu mirada está perdida, tu mente seguro en las nubes, ya sea por mi anonimato o por él, deberías dejarlo a su suerte, ya no es un niño, no eres su madre. Enséñale lo mucho que te necesita y lo mucho que vales.

Por favor Mikasa, abre los ojos, ni siquiera le importas, más sin embargo sigues tras él. ¿Por qué? Me pregunto yo. Deberías vivir tu propia vida, por ti y tu felicidad que solo depende de ti. No de él ni de nadie más.

Decide Mikasa, ¿quieres estar siempre junto a él sin recibir nada a cambio?

Sé que lo quieres, y bastante diría yo pero no lo nota, no le interesa, no nada, yo podría hacerte feliz si me dejaras pero solo estás con él, en tu mente está él, en tus prioridades está él, en tu vida está él y seguro en tu corazón también. Vaya que eres fuerte en todo sentido, pues no te rindes a pesar de no tener ni una respuesta, sin embargo dudo mucho que no te duela.

Puedes ser más de lo que eres ahora si lo olvidas, yo quiero verte feliz"

Dobló de nuevo la carta para después hacerla bola y lanzarla lejos de ella, rompiendo el sobre en mil pedazos. Abrazó sus piernas e involuntariamente comenzó a pensar en todas las veces en las que esperó más que un grito o un replicar. Pero igual sabía que se preocupaba por ella, en el juicio evitó ser involucrada. Si ella no tuviera importancia para Eren le reprocharía más de lo normal. Se detuvo al notar sus pensamientos, bufó, ¿por qué analizaba las palabras de un idiota anónimo?

- No sabes nada de mi - dijo para sí misma para luego levantarse e irse a los comedores

Al verla alejarse, se acercó y tomó la carta echa bola para guardarla. Sonrió.

- Claro que sé de ti Mikasa, aunque lo dudes al leerme - dijo e igual se dirigió dentro del lugar.

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