𝐈𝐋𝐄𝐆𝐈́𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐇𝐄𝐑𝐄𝐃𝐄𝐑𝐎 ───── DEKUKATSU

030. La tragedia de Caín y Abel.

     Para Uzaki, levantarse cada día significaba un reclamo para los dioses que ignoraron los problemas del mundo, orillándola a caminar hasta el Hospital de Niños y Adolescentes con cáncer en Ciudad Musutafu solo para introducir químicos antineoplásicos que modificarán su cuerpo. Todos los integrantes del clan Midoriya se aferran a la esperanza de verla ganar contra su verdugo, tanto que teme decepcionarlos si un día no despierta. La presión por sobrevivir aumentaba cuando tienes una persona llorando sobre tu cama. Era una situación tóxica para ambos. Únicamente pasaron diez meses desde que detectaron células cancerígenas destrozando su sistema sanguíneo, pero nada parece funcionar. El dolor no se detiene. Y una muerte prematura le toca el hombro.

—¡Buitre maldito, te dije que no hablaras con mi hijo! —la voz de Inko atraviesa el tímpano de los profesionales que mantienen la situación bajo control. Arroja su bolso hacia una de las bandejas que utilizan los guardias de seguridad para revisar el contenido visitante y golpea brutalmente a Hisashi, quien hace un verdadero esfuerzo por salir corriendo de sus garras maternales.

—¡Esa no es forma de saludar a tu ex! ¡Qué mujer tan histérica! —soltó la víctima del atentado sin titubeos. Esquiva uno que otro golpe, pero su corazón aumenta el ritmo cuando nota que los héroes no hacen nada para protegerle.

Pensó que Izuku haría algo para no recibir el trauma de ver una discusión física entre sus padres, sin embargo, perdió las esperanzas de salir completamente ileso cuando lo miró entrar en shock. A su lado, Katsuki hace todo lo posible para obligarlo a poner los pies sobre la tierra: Le llama con desespero, sujeta su mandíbula mientras grita que jamás confíe en las palabras maliciosas de Hisashi y lanza explosiones lo suficientemente fuertes para ventilar sus pensamientos más profundos, pero nada parecía hacerlo reaccionar. La noticia de sufrir la enfermedad que terminó con Midoriya Uzaki lo hizo dudar sobre sí mismo, obligándolo a retroceder sin disimular su miedo o cambiar los ojos de venado que usa involuntariamente cuando las cosas se ponen difíciles.

Recuerda la última vez que visitaron una sala de quimioterapia. Ante su madre y hermana mayor, los oncólogos anunciaron las probabilidades de padecer leucemia cuando dos individuos pertenecen al mismo linaje sanguíneo; y la respuesta se proclamó alentadora para sus familiares cercanos. Únicamente el diez por ciento de todos los casos de cáncer eran hereditarios.

Ellos le prometieron que no recibiría un destino similar al de Uzaki.

—¿No deberíamos detenerlos? Eso se mira peligroso —inquiere Present Might horrorizado por las sillas, cajas de objetos perdidos, macetas y libros que flotaban de un extremo a otro, solo para terminar estrellándose con Hisashi.

—Otra ronda de puñetazos y los separamos —atinó a responder Midnight cuando confirmó que un japonés con doble nacionalidad no sería un riesgo para Inko. Su código moral le impide hacer distinciones entre hombres y mujeres, jurándose protegerlos de situaciones mortales y mantener la paz en Ciudad Musutafu, pero la estabilidad de Midoriya Izuku siempre será prioridad. Irónicamente, no salvará a las personas que lo hayan lastimado.

—¡Deténganse los dos! ¡No hagan una escena! —gritó su hijo cuando finalmente salió del trance. Se abre paso entre los héroes que planeaban dejarlos discutir hasta vaciar cualquier gramo de resentimiento, plantándose frente a Hisashi e Inko. — Estoy harto de ser tratado como un niño que colapsará si sabe los secretos de su maldita familia. Sé que ocultaron más cosas de las que deberían y... en el fondo, querían protegerme por las cosas que sucedieron con Uzaki –neesan, pero mis responsabilidades con el mundo cambiaron. No podemos borrar el pasado. Si hay algo que necesite saber sobre mi salud, hablen ahora.

Llegó al límite. Hisashi sonríe victorioso cuando su carta maestra fragmentó la relación maternal entre Izuku e Inko. La estabilidad del adolescente funcionaba como una bola de nieve al pico de una montaña, incrementando el volumen de los problemas y modificando los pensamientos que lo llevaron hasta yuuei. Solo tiene que dar un pequeño empujón y sería millonario.