Armin era heterosexual. Lo de ser gay se lo dejaba a su hermano. Aún así, sin temor a romper su masculinidad o algo por el estilo, era lo suficientemente honesto para admitir que Lysandro se veía muy bien.
Los años de trabajar en el campo habían hecho que la piel del hombre tomara un bronceado ranchero de los que solo había visto en esas novelas que Alexy le obligó a ver en más de una ocasión. Ya no sé teñía las puntas del cabello por lo que los mechones blanquecinos caían sobre la piel causando un hermoso contraste. Y sus ojos !Dios! Los colores de sus ojos le daban un aire misterioso. La ropa, sin embargo, fue lo que más llamó su atención. El albino había dejado atrás el elegante traje victoriano y lo había reemplazado por un sencillo pantalón de cuero y una camiseta a cuadros, acompañados de unas botas que gritaban a los cuatro vientos: ¡Yo soy el patrón!
Se imaginó por un momento a su ex compañero cabalgando hacia el atardecer con la canción "Fiera inquieta" de fondo músical. Sí que le habían creado traumas aquellas novelas de Alexy.
Aún así, su hermano no era el culpable de aquella idea de sexo y rancho metida en su cabeza. No, la culpa enteramente era de Lysandro y su varonil aspecto ¿Por qué tenía las manos tan grandes? Además estaban callosas y calientes, lo notó cuando le salvó de la vaca. Aunque no es que fuera algo malo, se sentían fuertes y masculinas ¡Que envidia! Apostaba que eso enloquecía a las chicas, cosa que el nunca podría lograr con sus tiernas manos con callos de teclado de computadora. Aunque también el más alto debía agradecerle a su genética. Unas manos así de duras se pueden lograr con un par de años de trabajo pero unos labios rojizos y de buen grosor como los suyos solo podían ser un regalo de nacimiento. Además como los movía... Un momento los estaba moviendo, estaba diciendo algo.
— Disculpa, puedes repetir lo que dijiste, no escuché bien— confesó algo apenado el de ojos azules sin poder evitar sonrojarse un poco por su distracción.
— Pregunté que de dónde sacaste esto— exclamó el albino señalando la vieja libreta sobre la mesa del comedor en el que se encontraban.
Luego del percance con la vaca y de mostrarle la libreta, Lysandro prácticamente lo había arrastrado dentro de la casa con evidente preocupación, lo cual le extrañó. Pensó que el hombre iba a estar feliz y entusiasmado por ver aquel artículo de su pasado pero su reacción era de gran incomodidad.
— ¿Ya lo olvidaste? Cierto tú no eres muy bueno recordando— se recordó a sí mismo el de ojos azules.— Como sea, me lo tiraste por accidente en la secundaria y me quedé con él— explicó con simplicidad lo sucedido.
— ¿Viniste hasta aquí solo para devolverlo?— indagó el granjero curioso por el actuar del otro.
— Sí y no— comenzó su explicación Armin mientras sacaba su celular y se lo extendía al otro para que viera las imágenes del videojuego que creó— Verás, integré las notas de tu libreta al juego que cree y tuvo una buena recepción, la mejor que he tenido en juegos largos sinceramente.
— ¿Tú...? — Lysandro se veía confundido mientras observaba las imágenes que le mostraba el más bajo— ¿Tú utilizaste mis notas?
— ¡Hey! En mi defensa tú me dijiste que podía hacer con ellas lo que quisiera— se defendió el programador preocupado.
— No, no lo digo por eso— respondió el de ojos desiguales con tono bajo, un poco cansado o quizás tímido— lo que quiero decir es...— revoloteó sus dedos contra la mesa, demostrando que estaba un poco nervioso— ¿Por qué las usaste? Son solo ideas inconclusas.
— ¡¿Bromeas?!— el menor gritó poniéndose de pie para gesticular mejor.— Son geniales, el público las amo ¡Tienes un don incomparable!
La última frase en lugar de halagar pareció herir al albino quien de inmediato dejó de mirar las imágenes del videojuego, mirando ahora en su lugar a la libreta como si está quemase.
— Es por eso que estoy aquí— reveló el programador, quien no se había percatado del cambio de actitud del otro, finalmente su objetivo— con tu talento para componer y mi talento para programar podemos crear juntos un gran videojuego.
Lysandro, sin embargo, solo frunció el ceño antes de responder con firmeza.
— Lo siento pero eso es imposible.
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EL JUEGO (LysMin)
FanficArmin tiene una meta sencilla, quiere hacer un buen videojuego. Solo que tiene un pequeño problema, uno grande de hecho: sus tramas son un asco. Esto, sin embargo, no detendrá al programador quien luego de revisar sus viejos proyectos descubre uno q...