CAPITULO 8

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— ¡No puedo creer que me estés haciendo todo esto Demian! —. Quise salir de su agarre

— Pues no lo creas Dalia, imagina que todo esto es un juego y que la única recompensa eres tú —. Su rostro se acerco peligrosamente al mío

— ¡Suéltame! —. Grite

— Shhh, ¿O quieres que todos los vecinos se enteren de que te follas a tú hermano? —. Una sonrisa triunfadora se dibujo en su rostro

— Eso no va a volver a suceder Demian —. Sentí un nudo en la garganta al recordarlo

                      FLASHBACK

Las embestias de Demian era largas y dolorosas, pero a la vez satisfactorias, mordió mi hombro.

— ¡Ahh! —. Un quejido de dolor salio de mi garganta

— De... Demian —. Hable entre jadeos, él solo me miro y siguio entrando en mi

— Ba... Basta —. Puse mis manos en su pecho tratando de detenerlo

— ¿Por que? —. Preguntó agitado

— No tardan en llegar nuestros padres —. Respire con dificultad

— Aún se tardan —. Su boca choco con la mía

Abrí los ojos de golpe, pero inmediatamente los volví a cerrar, siguiendo con el juego, mis glúteos se aferraban a la barra de la cocina.

Las manos de Demian torturaban mis pezones, seguía moviéndose con fuerza, despegó su boca de la mía.

Esparciendo pequeños besos húmedos por todo mi cuello, incline mi cabeza hacía atrás, dándole más acceso.

Gire mi cabeza con un sonrisa en mi boca, abrí los ojos entonces mi corazón latió freneticamente.

— ¡Dalia! —. La voz de mi madre me hizo reaccionar

Demian paró y miro a mis padres al igual que yo.

Tape mis pechos como pude, Demian se separo de mi cuerpo, acomodando su ropa, mire a mi madre la cuál nos miraba con asco y repulsión.

— ¿Qué creen que están haciendo? —. Grito, baje de la barra, mis piernas flaquearon, subí mi pantalón, mis nervios me traicionaban

— ¡CONTÉSTENME! —. Grito con rabia

Mi padre entro detrás de ella, su sonrisa se desvaneció al ver a Demian acomodando su ropa.

— Te lo puedo explicar madre —. Trate de acercarme a ella, pero fue inútil, ella se alejo rápidamente de mi

— ¡No me toques, me das asco! —. Mi pecho se oprimio al escucharla

— ¿Explicarme qué? ¿Qué te estas acostando con tu hermano? ¿Con tu propio hermano? —. Miro a Demian

— ¿Y tú que tienes que decir al respecto? —. Pregunto acercándose a él

— Yo no lo niego, yo amo a Dalia y no como una hermana, sino como una mujer —. Me miró

Mi madre nos miro a los dos, mi padre miraba con odio a Demian, y sin previo aviso mi madre estampo su mano en la mejilla de Demian.

— ¡Deja de decir tantas estupideces! —. Grito, Demian toco levemente su mejilla.

— ¡Eres un maldito enfermo! ¿Cómo pudiste acostarte con tu hermana? —. Se acerco mi padre a pasos veloces a Demian, lo tomó con fuerza de la camisa

— ¡Detente papá! —. Me acerque a él tomándolo con fuerza de los brazos

Solto a Demian y me miro, retrocedi unos cuantos pasos al darme cuenta de que se aproximaba a mi.

— ¡Eres una puta! —. Me aventó, caí al piso mis ojos se llenaron de lágrimas mi padre jamás me habría hecho esto

— ¡No la llames así! —. Grito Demian

— ¡Tú cállate! —. Mi madre hablo

Baje la mirada, me sentía avergonzada, y mucho más dolía mi pecho al escuchar a mis padres.

— Cuando regresemos quiero que los dos hayan hecho sus maletas por que se van a ir de esta casa —. Mi madre limpio sus lágrimas

— ¡Yo no eduque aún par de hijos incestuosos! —. Alzó la voz mi padre

— ¡Y no piensen qué sé quedarán con la herencia! —. Hizo un ademán con molestia mi padre

— ¡A mi no me importa tu maldito dinero y tampoco me importa si nos aceptan o no! —. Se acerco Demian a mi padre, los dos quedaron frente a frente.

— ¡Yo me voy a ir con Dalia y jamás volverán a saber de nosotros! —. La mandíbula de Demian se torció con molestia

— ¡Ni crean qué sé irán juntos! —. La voz de mi madre me distrajo

— ¡Los dos se irán a vivir a diferentes países y nunca más se volverán a ver! —. Escupió con rabia mi madre

Me levante del piso, las palabras de mi madre me habían caído como un balde de agua fría.

— ¡No, yo jamás me voy a separar de Dalia! —. Respondió Demian mirando a mi madre

— ¡Eso no lo decides tú idiota! —. Mi padre golpeó el pecho de Demian con fuerza

— Vamos a comprar su boletos, cuando lleguemos espero que ya tengan su maleta lista —. Mi madre se paso las manos por su rostro frustrada

— ¡Jamás! —. Grito Demian

— ¡Cállate! —. Mi padre lo volvió a empujar

— ¡Ya Damián! —. Hablo mi madre acercándose a él, lo tomó con fuerza del brazo, jalandolo hacía la puerta

Los dos nos dieron por última vez una mirada de repudio y salieron, baje la mirada, mi pulso se aceleró al escuchar como las llantas del auto derraparon, mire a Demian él cuál me miraba con preocupación y miedo.

— Vamonos Dalia, no tenemos porqué estar viviendo con ellos —. Se acerco a mi, me tomó con fuerza de los hombros

— No, no, no Demian —. Baje la mirada

— ¿Por que no Dalia? ¿Acaso no me amas? —. Sus preguntas me desconcertaron

— Esto está mal Demian —. Quise alejarme de él, pero sus manos se aferraban demasiado a mis hombros

AMARTE ES MI PECADO (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora