CAPITULO 12✓

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Mis nervios aumentaron al sentir la presencia de él detrás de mi, trague saliva y mire a Demian, él cual lo miraba con molestia.

— No es nada Erick —. Me gire y lo mire, posó su mirada sobre mi, sus ojos brillaron al verme

— Solo discutíamos por cosas sin importancia —. Aclare mi garganta tratando de sonar lo más natural posible

— ¿Estas segura? —. Su pregunta me confundió, es como si él supiera que miento

— Si, si Erick —. Sonreí tímidamente

— Tengo que irme —. Pase aún lado de Erick su aroma llego de golpe a mis fosas nasales

— ¡Espera Dalia, aún no terminamos! —. La voz de Demian me detuvo, rodeé los ojos molesta, me gire y lo mire

— Después hablamos Demian —. Erick nos miraba confundido

No escuche respuesta de parte de él, entonces supe que lo había comprendido. Me gire y seguí con mi camino.

(...)

Suspire cansada, estaba oscureciendo y Demian no llegaba, estaba en el estacionamiento sola.

No se a donde había ido Demian, me abrace a mi misma, escuche que se detuvo un auto detrás de mi.

Me gire con la esperanza de ver a Demian, mi corazón latió con fuerza al ver quien estaba dentro.

— ¿Aún no llega Demian? —. Pregunto Erick

Me quede callada por un par de segundos, reaccione al ver como me miraba con deseo.

— Amm, no aún no —. Balbuce

— Sube yo te llevo —. Sonrió

— No, no gracias no quiero molestarte Erick —. Retrocedi un poco

— Ooo, por favor tú nunca has sido una molestia —. Saco su brazo por la ventanilla recargandose en ella

— Por favor —. Imploro

Mire todo a mi alrededor, no había ni una sola persona en el estacionamiento, eso solo significaba qué era demasiado tarde, suspire y armandome de valor lo volví a mirar.

— Esta bien —. Murmuré

Él sonrió de oreja a oreja al escuchar mi respuesta, baje de la banqueta, rodeé el auto hasta llegar al lado del copiloto.

Abrí la puerta, su aroma volvió a embriagar mis fosas nasales, subí cerrando la puerta.

— Vámonos —. Erick encendió el auto, salio del estacionamiento con dirección a mi casa

— ¿Y de que discutían en la mañana Demian y tú? —. Pregunto sin despegar la mirada de enfrente, mi corazón palpito con fuerza al escucharlo

— De cosas sin importancia —. Trate de sonar lo más natural posible

Él hizo un asentamiento de cabeza y siguió conduciendo, respire con tranquilidad al no escuchar más preguntas de parte de él, frunci el ceño confundida al ver como daba una vuelva incorrecta.

— ¿A donde vas? Es todo derecho —. Pregunte confundida

— Lo se —. Se encogió de hombros

— ¿Y? —. Cuestione

— Te quiero llevar aún lugar especial —. Respondió con total tranquilidad

— ¡No, no, no Erick es tarde y si Demian se entera! —. Exclayme

— ¿Demian qué? —. Me miro por primera vez en todo el camino, me quede callada al ver el error qué había cometido

— ¿Demian te controla? —. Volvió a preguntar

Desvíe mi mirada de él, mirando por la ventanilla, mordí mis labios nerviosa.

— No, no, no ¿Por que me preguntas eso? —. Pregunte indignada

— Pues parece que le temes —. Respondió

— Pues no, no le temo —. Espete molesta

— Demuéstramelo —. Sonrió con picardía

— ¿Que? —. Frunci el ceño confundida

— Qué me lo demuestres —. Volvió a girar el auto en otra dirección

Baje la mirada pensando en sus palabras sino lo hacía él pensaría qué de verdad me controlaba Demian.

— Esta bien, para que veas que Demian no me controla llévame a ese lugar tan "especial" —. Hice comillas mis dedos

Él asintió con la cabeza y no volvió a preguntar nada en todo el trayecto.

(...)

Mis ojos brillaron al ver lo hermoso que era, Erick se estaciono en una esquina.

— Este es mi lugar especial —. Respondió apagando el auto

Bajo de su lugar, vi por el espejo retrovisor como abría la cajuela, abrí mi puerta y lo seguí para ver que hacía.

Me acerque a él y pude observar qué traía una manta y una canasta.

— ¿Y esto para que? —. Pregunte

— Para comer y sentarnos en algo —. Saco las cosas cerrando la cajuela con fuerza

Un sexto sentido se prendió en mi ser... El miedo, observe qué comenzó a caminar adentrandose al bosque.

— ¿Como sabías que iba a venir? —. Pregunte, él se detuvo y me miro con una sonrisa

— Por que se que te gustan los retos y que para demostrarme qué no te controla Demian vendrías —. Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría, trague saliva nerviosa, no sabía si seguirlo o no

— No temas Dalia, yo jamás te haría daño —. Sus palabras fueron suaves como tratando de tranquilizarme

— Vamos —. Respondió con tranquilidad

Mire a mi alrededor no había autos y mucho menos personas, pero muy en el fondo sabía que Erick sería incapaz de hacerme algo.

AMARTE ES MI PECADO (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora