AMARTE ES MI PECADO (+21)

CAPITULO 13✓

— ¿Ya? —. Pregunte con cansancio

— Aún no —. Respondió Erick con total tranquilidad

Suspire cansada, llevábamos caminando veinte minutos y cada vez más nos adentrabamos al bosque.

— Ya llegamos —. Se detuvo Erick

El sonido de el agua me llamo la atención, me hice aún lado, mis ojos brillaron al ver un hermoso lago, no faltaba mucho para oscurecer y eso le daba un toque único.

— ¿Es hermoso no? —. Escuche que pregunto

— Si —. Asentí con la cabeza

— Ven, vamos a comer un poco —. Tomo mi mano guiandome más abajo casi llegando lago

Erick comenzó a poner la manta en el piso y la canasta sobre ella, se sentó y me miro.

—Ven, siéntate —. Me hizo una seña con su mano para que lo siguiera, no lo dude y me senté aún lado de él

— ¿Por que me trajiste a este lugar? —. Pregunte curiosa

No escuche respuesta por parte de él, lo mire, sentí como mis mejillas ardieron de vergüenza, me miraba con algo que no sabía como describir.

— Este es un lugar especial y eres a la única persona que he traído aquí —. Respondió con total naturalidad

— ¿Pero por que a mi? —. Pregunte confundida

— ¿Por que no? —. Respondió evitando mi pregunta con otra

— Eres tan hermosa qué ahora comprendo por que Demian están celoso contigo —. Paso su mano por un mechón rebelde, lo acomodo detrás de mi oreja

Mi corazón latió con fuerza al escuchar como nombraba a Demian.

— Gracias —. Sonreí tímidamente

Sentí como sus dedos rozaron con mi mejilla, eso me hizo poner aún más nerviosa de lo que estaba.

Trate de alejarme de él, pero puso su otra mano en mi rostro aferrándose a el con cierta pizca de posesión.

— No sabes las ganas que tengo por besarte —. Susurro muy cerca de mi boca

— No, no, no esto no está bien —. Trate de alejarme

— Si se llega a enterar Demian no se que pasaría —. Mi corazón latió desenfrenado

— ¿Por que le temes tanto a Demian? Él solo es tu hermano, no tu novio —. Sus palabras sonaron con reproche

— No es eso Erick, pero tú eres él mejor amigo de él y no se que pensaría si él supiera que estamos solos —. Trate sonar lo más natural posible

— ¡A mi no me importa qué piense, tú me gustas y no por él te voy a perder! —. Puso sus manos detrás de mi cuello

— Demuéstrame qué no le temes —. Su aliento se mezclo con el mío

Dude por unos instantes, pero después cedi, cerré los ojos y pegue mis labios con los de él.

Puse mis manos detrás de su cuello, aferrándome a el, sentí como sus manos fueron descendiendo poco a poco a mi cintura.

Poco a poco fui pegando mi espalda contra la manta, su boca se separo de la mía buscando con desesperación a mi cuello.

Sentía pequeñas mordidas y succiones en él, me separe de golpe al sentir como toco el botón de mi pantalón, mi pulso se aceleró al ver a Demian encima.

— Dejate llevar por lo prohibido —. Escuche su voz

No lo dude dos veces y pegue mi boca con la de él, quite con brusquedad su camisa mientras besaba su cuello con salvajismo.

Fui subiendo poco a poco, pero me detuve al darme cuenta de que al qué besaba era a Erick.

— Tranquila, todo estará bien —. Acaricio mi rostro

Volvió a besarme con ternura, con agilidad se deshizo de mi pantalón y blusa.

Sus besos fueron bajando por todos mis pechos, quito mi sostén con lentitud, mis pechos salieron al descubierto.

Atacó primero al derecho, mientras que con el otro lo presionaba con su mano.

— ¡Ahh! —. Un pequeño gemido salio de mis labios

Puse mis manos en su cabello para que continuará, sentí un poco de dolor al ver como los mordía y succionaba.

Pero todo ese dolor se borro al sentir como me besaba de nuevo, baje su pantalón mientras seguía besándolo.

Su erección salio disparada, sonreí gustosa al saber que estaba preparado para mi, bajo mis bragas y sin previo aviso me penetro con fuerza.

— ¡Ahh! —. Gemi alto

Sus embestias eran largas y dolorosas, no dejaba de besarme, su cadera se movía al ritmo tanto qué me hacía enloquecer.

Volvió a bajar besando mi cuello y clavícula, cerré los ojos al sentir más mordidas en mi piel.

— ¿Quieres más? —. Pregunto subiendo hasta mi oído

— Si, si, si —. Respondi con los ojos cerrados

— Mírame —. Ordenó

Abrí mis ojos con lentitud, la luz de la luna era nuestra única compañía, me volvió a penetrar con fuerza.

Sus ojos se tornaron oscuros, más oscuros qué la noche.

— ¡Ahhh! —. Gemi

— ¡Gime más! —. Sus embestias aceleraron

Escondió su rostro en mi cuello mientras seguía mordiendolo y succionandolo.

— Pide, pide, pide —. Susurro cerca de mi oído

— ¡Más por favor! —. Suplique

Mi cuerpo subía y bajaba junto a él de el saco su pene y me sentí vacía al no sentirlo dentro de mi.

Bajo su cuerpo del mío, lo mire, estaba agarrando mi pierna derecha la levanto llevándola a su boca.

— Hueles exquisita —. Cerro los ojos oliendo mi muslo, lo lamió primero y después mordió con fuerza

— ¡Ahhhh! —. Un quejido de dolor salio de lo más profundo de mi garganta

Sentí como me falto el aire al sentir como mordía mi otro muslo, volvió a penetrarme con fuerza.

Mis ojos se tornaron borrosos, abrí los ojos y mire a la luna. Mi cuerpo seguía subiendo y bajando con fuerza.

— ¡Ahh! —. Seguía gimiendo

— ¡Más! —. Pedí

Y cuando comenzó una serie de dolorosas embestias, arqueó mi espalda llegando al órgasmo.

— ¡Ahhhh! —. Gemimos al unísono

Sentí como el cuerpo de Erick cayo encima de mi pero sin lastimarme, mi respiración era acelerada.