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Norman se encontraba lavando los platos de la comida cuando escucha la voz de Adella en la sala llamando su atención.

─Señor Norman ─el hombre caminó hasta la sala y se encontró a la chica bajando las escaleras─ le presento a Dorothea.

Adella hizo seña de presentación con sus manos a la parte superior de las escaleras y el hombre se acercó a ver mejor, venía bajando Dorothea con aquel hermoso vestido puesto, se veía tan diferente y hermosa.

─Pequeña ─dijo con la voz entrecortada─ te vez hermosa ─sonrió y ella le devolvió la sonrisa.

Ambas chicas salieron de la casa y tomaron camino a la fiesta, encontrándose con Jeremy, quien ya las estaba esperando. 

─Viniste ─dijo con alegría el recién mencionado─ ¿de casualidad tú o tu hermosa amiga tienen idea de como abrir un barril de cerveza?

─Ay no ─dijo Adella entrando a la casa y subiendo las escaleras de esta─ ¿No te lo dieron con grifo?

─No sabía que venían por separado ¿por qué venden un barril de cerveza que no podré beber? ─contestó detrás de ellas

La casa estaba vacía, había poca decoración pero ni un alma, a excepción de dos chicos que se encontraban hasta arriba tratando de abrir dicho barril.

─¡Jeremy! ¡Que diablos pasa contigo! ¡Es una fiesta tranquila de ambiente familiar!

─Ah ¿en las fiestas tranquilas hay barra de helado? ─dijo Jeremy orgulloso.

Adella volteó a ver la mesa de helado y suspiró tratando de controlarse.

─Creo que esto está genial. ─habló Dorothea con sinceridad y una gran sonrisa.

─No, no le hagas caso  porque ella nunca había ido a una fiesta y no entiende la gravedad y desesperada que es la situación, ya vámonos ─dijo Adella tomando la mano de Dorothea.

─No, por favor, hice mucho chile con carne.

─Jeremy, el chile con carne no es para fiestas ─contestó con obviedad y afuera se escuchó el timbre de la casa.

─¿Lo ven? Esta empezando la fiesta ─dijo Jeremy.

Los chicos que se encontraban abriendo el barril abrieron la puerta y Jeremy, Adella y Dorothea bajaron las escaleras.

Era Robbie.

─¿Qué hace Robbie Kay aquí? ─preguntó sorprendido Jeremy.

Adella estaba colapsando mentalmente. La primera cita de su mejor amiga estaba siendo un fracaso y apenas iba empezando.

Dorothea sólo lo miró y le sonrió, Robbie le devolvió la sonrisa.

Después de unos minutos se quedaron afuera, ya que había una especie de balcón pequeño que estaba situado en la entrada de la casa de Jeremy.

Los dos chicos seguían intentando abrir el barril, Adella pensando en la gravedad de las cosas, Jeremy sirviendo chile con carne y Robbie sentado junto a Dorothea admirando lo hermosa que se veía esa noche.

─Te ves hermosa.

─Oh, todo es obra de Adella.

─Yo no pienso eso ─la miró directo a los ojos.

─Para usted caballero ─interrumpió Jeremy extendiendo su brazo para entregarle un plato de chile con carne.

─Oh gracias.

Jeremy tomó otro plato y se lo entregó a Dorothea.

─Gracias.

─Chile con carne ─dijo Robbie. Jeremy estaba emocionado que uno de los chicos más populares de la escuela probara su platillo, Robbie tomó una cucharada y la metió a su boca─ Mm... ─saboreó─ está buenísimo amigo, y recién hecho ─dijo mirándolo, luego volteó a ver a Dorothea haciendo un gesto de desagrado.

Ella sonrió conteniendo la risa.

─En realidad creí que vendría más gente ─habló Jeremy.

─Te dije que no debimos competir con esa animadora ─habló por fin uno de sus amigos levantándose.

─¿Cuál animadora? ─preguntó Dorothea.

─La pelinegra malvada.

─¿Mae Norman?

─Sí, ella también da una fiesta hoy, por eso no vino más gente ─Adella rodó los ojos. Jeremy tenía razón.

─¿Les gustaría ir allá? ─preguntó Robbie.

─Es una gran idea. ─dijo Dorothea.

Adella quería morir.

ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴍᴇᴅɪᴀɴᴏᴄʜᴇ┃ʀᴏʙʙɪᴇ ᴋᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora