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De un instante a otro todos se encontraban en la puerta de la casa de la pelinegra.

Robbie tocó la puerta y los atendió Mae con la música a tope en el interior de la casa.

─Hola ─saludó Robbie con una sonrisa.

─Me preguntaba si vendrías ─contestó la chica─ ¿Quiénes son ellos? ─dirigió su mirada al resto.

─Oh, son mi amigos y... Traemos un barril.

Mae los observó a todos y no tuvo otra opción.

─De acuerdo, pasen.

Todos entraron a la enorme casa y se encontraron con la multitud de adolescentes bailando y divirtiéndose.

La única persona incómoda era Dorothea, ya que no estaba acostumbrada.

Robbie la tomó de la cintura y le sonrió para brindarle seguridad.

─¿Estás bien? ─preguntó el chico.

Dorothea estaba por contestar cuando Adella habló.

─Oigan, voy a ir allá arriba a dar una vuelta, muy lejos de ustedes ─sonrió retirándose para subir las escaleras de la gran casa.

─Tu amiga Adella es agradable.

─Sí, es súper linda.

─¿Desde cuándo se conocen?

─No lo sé, desde... Toda la vida.

─¡Ha vuelto Robbie! ─gritó Thomas con Jared detrás de él, interrumpiedo el momento y abrazando por detrás a Robbie, hasta que vió a Dorothea y quedar totalmente sorprendido─ ¿Quién es ella?

─Oh, Jared, Thomas, ella es Dorothea.

─Hola ─sonrió amable.

─Dorothea, eres... ─tartamudeó Thomas.

─Lograste que Robbie viniera a una fiesta y haga una mueca parecida a una sonrisa ─Jared pasó un brazo sobre los hombros de Robbie─ ya tenía mucho que nuestro chico no lucía así de bien.

─Ahí estás ─entró inoportuna Mae mirando por unos segundos a Dorothea─ todavía tengo sed ─sonrió dirigiéndose a Robbie─ ¿me sirves es trago ahora?

─Oh, estaba por llevar a Dorothea a recorrer la fiesta ─tomó la mano de Dorothea─ así que, será luego. No tardamos ─sonrió.

─Oh, fue un placer ─se despidió Dorothea.

El estar con Robbie la hacía sentir paz, tranquila. Y tenía la sensación de que aquella pelinegra no era una gran persona, fue la razón por la que Robbie la esquivó totalmente.

Pasaron a recorrer toda la fiesta, aquella increíble fiesta llena de música, alcohol, juegos, retos y baile.

Todos se estaban divirtiendo.

Jeremy tomó un vaso de alcohol y tomó valor para acercarse a Adella.

─¿Quieres bailar conmigo?

─Jeremy ¿Cómo se te ocurre pensar que si quiero bailar contigo?

Un parpadeo después, Adella y Jeremy se encontraban besándose en la cochera de la pelinegra

─Si le dices a alguien de esto te mato ─amenazó Adella interrumpiendo el beso.

─Lo que tú digas ─sonrió el chico.

Mientras tanto aún dentro de la fiesta Dorothea se encontraba viendo a todos bailar, ya era aun poco más tranquilo que al inicio.

─Hola, hola ─llegó Robbie con dos botellas de agua─ hay que hidratarse.

─Gracias ─sonrió─ esto es muy interesante, creo que nunca antes vi algo semejante.

─Sí, la típica fiesta incómoda de adolescentes.

Ambos sonrieron.

─Esto lo vi sólo en la tele.

─Tienes que hacer esto, ven ─Robbie tomó la mano de Dorothea y la llevó al centro, en donde todos estaban bailando─

─Oh no.

─Ven, tranquila, es similar a lo que está haciendo esa pareja ─dijo tomando su cintura con sus dos manos─ nada más hay que tomarse así y mover torpemente la cadera al ritmo de la canción ─continuó con sus manos en la cintura de Dorothea haciendo un movimiento al ritmo de la música.

─¿Lo estoy haciendo? ─preguntó avergonzada.

─Algo así ─le respondió sonriendo.

Ambos continuaron bailando y divirtiéndose cuando de un instante a otro estaban acercando sus rostros lentamente, y cada vez había menos distancia entre ellos.

─¡OIGAN TODOS ESTA ES LA MEJOR NOCHE DE MI VIDA! ─gritó Jeremy saliendo de algún rincón de la casa llamando la atención de todos y aumentando la felicidad y la risa de los invitados.

─Ay, por Dios ─rio Dorothea volteando a ver a Jeremy.

─¿Quieres ir a otro lado? ─llamó de nuevo su atención.

─Si ─accedió mirándolo directamente a los ojos

ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴍᴇᴅɪᴀɴᴏᴄʜᴇ┃ʀᴏʙʙɪᴇ ᴋᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora