Capítulo 7: Sorpresas

581 494 214
                                    

Ya habían pasado dos días desde el incidente en la catedral pero aún no tenían idea de a que podría referirse la nota de Andrea. Este acertijo habían decidido resolverlo de forma diferente a los anteriores ya que en lugar de buscar la respuesta directamente, fueron primeramente descartando los que no concordaban con la descripción.

Se basaron en la especie de coordenadas que traía escrita la nota y al asumir que el frío desierto sería la Siberia, se enfocaron en los países que se encontraban al sur de ella pero cuando solo quedaban dos no sabían cuál de ellos escoger. Sus últimas opciones eran China y la India británica y cumplían las características del lugar descrito por Andrea, excepto por una: la cúspide de la religión. Tratándose de estos países, podía estar hablando de muchos sitios y por más que buscaban no lograban encontrar la respuesta.

El día transcurrió rápido pero sin mostrar ningún resultado y llegada la noche se sentían agotados. Eran aproximadamente las 11 pm y todos habían ido a sus respectivas habitaciones esperando que tuvieran más suerte al día siguiente pero Peter decidió ir a una de las cafeterías que seguían abiertas.

Como su cuarto estaba en uno de los pasillos secundarios del segundo piso, debía recorrer varios hasta el principal y la escalera. Casi todas las habitaciones estaban apagadas ya fuese porque se encontraban disfrutando de la vida nocturna del hotel o bien debido a que habían tenido un largo día al igual que él.

Caminaba ya cerca de la escalera cuando sintió una música que aunque baja, perceptible. Se acercó un poco más a la puerta para lograr leer el número y como pensaba, era la de Ximena. Al principio pensó que había dejado el gramófono encendido en un descuido pero pudo notar un pequeño rayo de luz saliendo de encima de la puerta de la habitación. Le pareció buena idea llamarle para que le acompañase a la cafetería así que se dispuso a tocar.

Estaba cerca de la puerta pero contrajo su mano un poco hacia atrás como dudando hasta que finalmente se decidió y dio dos golpes. Ximena quien estaba en la habitación leyendo acerca de las opciones restantes del acertijo, preguntó extrañada hacia la puerta porque según lo que sabía todos los que conocía en el hotel estaban durmiendo:

-¿Quién es?

-Soy Peter.

Suspiró aliviada al escuchar la voz de su amigo, temía que hubiesen sido algunos de esos hombres que los perseguían. Se levantó de la butaca en la que leía y fue a abrir la puerta. Invitó a Peter a pasar y él se sentó en la butaca del otro lado de la mesa de té.

Tomó una pequeña respiración para hablar pero antes de que dijera una palabra, Ximena le interrumpió con un suspiro de nostalgia al escuchar las primeras notas de una melodía proveniente del gramófono:

-Me encanta esa canción, siempre la escucho cuando pinto mis cuadros.

-A mí también me gusta, suena tan perfecta.- añadió Peter centrando su atención en la melodía

-Bailemos entonces.

-No creo que sea buena idea, no sé si recuerdas nuestro baile de graduación.- dijo para luego sumergirse en aquel recuerdo por unos segundos y sacudir su cabeza como tratando de sacarlo de su mente.

-Vamos será solo esta- dijo acompañando una pequeña risa por lo bajo.

-Está bien.-añadió mientras se levantaba de su asiento. Ximena copió sus movimientos y se dirigieron a un espacio entre la alfombra y las butacas.

Era una canción muy armoniosa donde los tonos agudos y graves se mezclaban para formar una hermosa melodía que era acompañada por la angelical voz de una de las cantantes más reconocidas de la época.

La Búsqueda de Andrea Johansson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora