Capítulo 9 "El alfiler"

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La mañana había comenzado con un cielo nublado amenazando con llover.

Los bien pasados años de experiencia como ama de casa le habían enseñado a la señora Bakugou las ventajas de realizar sus compras desde temprano. Las frutas eran frescas, podía encontrar carne a buen precio y el único ruido que permanecía era el rechinar del carrito de compras. Todo lo que una mujer adulta necesita para meditar.

Cuando salía del super, las calles abandonaban su tranquilidad por el movimiento cotidiano.

"Con los ingredientes que conseguí se puede hacer una buena sopa de miso, tal vez vayan bien con unas gyozas" pensaba el menú del día mientras caminaba con las compras bajo el brazo. Estaba cruzando el parquecillo cercano al metro cuando se detuvo.

-¿Ochaco?- su presencia tomó por sorpresa a la distraída chica.

-¡Mitsuki-san?- inmediatamente hizo una reverencia- ¡Buenos días!

-¿Que haces aquí sola?- cuestionó mientras veía alrededor en busca de su desconsiderado hijo.-¿Katsuki volvió a dejarte?...

-No es así, Mitsuki-san-contestó cortante- La verdad es que yo estaba esperando a alguien.

La chica desviaba la mirada con algo de culpabilidad, Mitsuki iba a decir algo cuando un gruñido se interpuso entre ambas.

-¿Otra vez sin desayunar, Ochaco?- el descubrimiento hizo sonrojar a la joven que se llevo las manos al vientre. Busco entre sus compras, sacando una reluciente manzana roja- Toma, linda.

-¡G-gracias!- la recibió con una enorme sonrisa.

Ochaco había sido para ella la hija que nunca tuvo. Desde que la llevaba al jardín de niños y por las constantes citas de juego a la que asistía a su casa, había crecido un gran cariño hacia ella.

La señora Bakugou le devolvía el gesto, cuando un auto paro frente a ellas; esto inmediatamente alerto a la mayor colocándose delante de la joven.

Un muchacho alto y rubio bajo del carro, rodeándolo.

-Buen día para estas hermosas señoritas.

"¿señoritas? Que tipo tan raro" pensó Mitsuki.

-Usted debe ser la madre de Ochaco.- la sujeto de la mano sin previo avisó.- Encantado de...

-¡Oh no, no es mi mamá!- se interpuso Ochaco- Ella es la señora Bakugou.

-¿...Bakugou?- pronuncio el ojiazul ahora notando su error que inmediatamente intentó arreglar- Ahora veo de donde saco su atractivo Katsuki.

El comentario fue tan extraño que el ambiente se ponía cada vez más incomodo.

-¡Vean la hora! Se hace tarde para la escuela- dijo con apuro Ochaco- Bueno, nos vemos Mitsuki-san, y de nuevo gracias.

La vio hacer una ultima reverencia antes de situarse en el asiento del copiloto. El chico que caballerosamente cerraba la puerta, se dirigió de nuevo a ella.

-Fue en verdad un gusto conocerle- dijo presumiendo una gran sonrisa deslumbrante-Hasta luego.

El carro aceleró.

"¿Quien carajos es ese tipo y porque está con Ochaco?" se cuestionó con gran disgusto, retomando el paso. Hasta que algo más le cruzó por la mente.

"¡Oh, Katsuki!"

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La razón vs el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora