La razón vs el corazón

Capítulo 14 "La mejor opción"

-Oye, hermana...
-¡Ahora no, Kota! -siguió de largo hasta su habitación tratando de ocultar fallidamente su disgusto después de azotar la puerta y gritar contra su almohada- ¡¡MALDITA SEA!!
Cuando logró tranquilizarse un poco se recostó boca arriba cubriendo se la cara con el brazo
-¿Qué demonios pasa conmigo? No debí gritarle de esa manera a Bakugou
Por su cabeza se cruzó el momento cuando lo vio besando a Hagakure y resonaba la voz de Bakugou una y otra vez diciendo "No tengo tiempo para esto". 
Recordó entonces aquella vez bajo la lluvia cuando por primera vez Katsuki la había besado.
Ochaco sintió una puñalada en el corazón
La explicación razonable para que en medio de los exámenes más importantes Bakugou estuviera besando a una chica cuando él no perdía el tiempo con nada, era porque realmente debía gustarle. Tal vez él nunca sintió nada por ella, por eso no había tenido interés de estar juntos. Lo más probable es que jamás haya sentido nada por ella, más que presión por aceptarla aun en contra de su voluntad solo por lástima.
- ¿Por qué me siento así, si se supone que ya había renunciado a él? -abrazo su almohada con fuerza hundiendo su rostro mojado.
Era un mohín de llanto y sollozos, estaba tan enojada y avergonzada consigo misma por sentirse de esa manera, por haberse comportado como una niña inmadura enfrente de Bakugou.
La verdad era que él no tenía la culpa de nada. Había sido ella; solo ella se había causado ese daño al pensar que Katsuki sentía lo mismo o que podría llegar a verla más allá de su mejor amiga.

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La alarma del reloj apenas iba a timbrar cuando se adelantó a apagarla. 
Entre la espera de los resultados de las últimas pruebas y pensar en lo distante que Uraraka se había vuelto con él, no podía conciliar bien el sueño desde hace días, lo cual lo volvía potencialmente irritable.
Se levantó con pesadez para tomar una ducha esperando que eso lo calmara un poco, se preparó para la escuela y comió su cereal en silencio. De vez en cuando descubría a su mamá mirarlo con seriedad pero por algún motivo que no alcanzaba a comprender, no se atrevía a reprenderlo por cualquier cosa que la haya puesto de mal humor.
- Me voy -recogió su tazón y salió de casa sin esperar respuesta.
Caminaba despacio hasta la esquina cuando se detuvo abruptamente.
- H-hola -saludó nerviosa con la mano. Bakugou se acercó un poco pero siguió callado- Te prepare algo, como muestra de disculpa.
Extendió un bento envuelto en un lienzo amarillo que tenía bordadas las iniciales BK con hilo naranja. 
Cuando lo tomó, vio los dedos heridos de Ochaco, muestra de su esfuerzo y de que no sabía bordar muy bien.
- Sé que está semana mi comportamiento no fue el mejor dado que estuve preocupada por los exámenes. Lo lamento.

¿Distante por los exámenes? 
¿Desde cuándo eso era un pretexto para dejarle de hablar sin razón?
No, claro que debía existir un motivo.

Pero al menos que quiera pasar lo último que quedaba del semestre sin que Ochaco le dirigiera la palabra, tendría que creerle por ahora.
-¿Curry picante?
-Sí
-¿Tarta de fresa?
-Síp
-¿Mango?
-Picado y no en tiras.
-Hmm -expectante movió el bento de un lado al otro- De acuerdo.
Pudo notar como su aprobación le dio tranquilidad a la castaña.

Cuando eran más pequeños, Ochaco tuvo que tomar la responsabilidad de su hermanito a muy temprana edad incluyendo su alimentación y en su proceso de aprender a cocinar, descubrieron que Bakugou aprendía más rápido y mejor que ella.
Uraraka sonrió complacida y emprendió el camino hasta la estación ahora con Bakugou un paso tras de ella.
-Y por cierto -dijo ella sin darle la cara- si necesitas algún consejo con respecto a Toru o cualquier otra chica, puedes contar conmigo.
Se giró a medias para guiñarle el ojo mientras mostraba una enorme sonrisa.
Bakugou por otro lado, metió de mala gana el almuerzo a su mochila.
-Tsk -refunfuño ceñudo
”¿Entonces eso es lo que quieres?” pensaba el rubio sintiéndose decepcionado.