Capítulo 11: Si juegas con fuego, acabarás quemándote. . .

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*NARRA MEGAN*

Me desperté tranquila, miré por la ventana, ví que estaba amaneciendo y los pájaros empezaban a cantar, después miré el despertador, me había levantado diez minutos antes de la hora, tenía tiempo de sobra, me vestí poniéndome el uniforme, me lavé la cara para despertarme, me recogí el pelo en una coleta alta. 

Mi pelo castaño oscuro, hoy se veía brillante y sedoso, mis ojos estaban más verdes que nunca, tenía tiempo de sobra para desayunar, y el día estaba muy soleado para tratarse de Londres.Tenía la sensación de que sería un buen día. 

Bajé corriendo hasta llegar a la cafetería, allí me esperaba Chloe, ella también estaba muy bien, sus ojos azul verdoso estaban brillantes, su pelo rubio estaba suelto y con bucles en las puntas y tenía una sonrisa enorme, las dos estábamos preciosas la verdad: 

- ¡Hola Chloe! - dije alegre - ¿Tú también te has levantado temprano y con alegría? 

- ¡Sí, tengo la sensación de que hoy será un día genial! - contestó contenta. 

Estuvimos charlando y riendo como media hora, pero vimos que ninguno de los chicos venía, así que decidimos sentarnos y tomar algo, yo cogí 2 tostadas y un poco de zumo de melocotón, y Chloe, zumo de piña y 3 rosquillitas de azúcar. 

Empezamos a hablar y comentar cosas de todo tipo: 

- ¿Bueno y que tal con Marc? - dijo Chloe con una sonrisita malvada en su cara. 

- Pues bien, ya no siento nada por él - contesté con indiferencia. 

- Ah, si tú lo dices - dijo extrañada.

Seguimos hablando durante 15 minutos más, hasta que: 

- Sí, lo sé, yo tampoco soporto a Lisa, es tan mala como Cruella de Vil, tan plástica como una Barbie y tiene una voz más irritante que la de la subdirectora. . . - dijo Chloe riendo, yo también lo hice. 

Estaba apunto de darle un mordisco a mi tostada, hasta que de la nada salió Marc, me quitó la tostada de las manos y la tragó casi sin masticarla: 

- ¡Eh, que esa era mi tostada! - grité yo como una niña pequeña, entonces, tras Marc apareció Owen y se bebió todo el zumo de su hermana de golpe: 

- ¡Eh! - añadió ella, tras esto Marc dijo: 

- ¡Lo siento! Es que llevo un día muy malo, me he levantado super tarde, mi camisa estaba arrugada y para colmo, tengo el pelo fatal, y por mucho que me lo peine, se me vuelve a poner como si me hubiera frotado un globo en la cabeza.

- Ay, pobre. . . ¡pero eso no te da razón para comerte mi tostada!- dije con falso enfado. 

- ¿Y tu que razones tienes para beberte mi zumo? -le dijo Chloe a su hermano. 

- Mmm, pues. . . que. . . ¡tenía hambre, y que he ido a esperar a Marc en la puerta y me he quedado dormido! - dijo él engullendo la última rosquilla de su hermana. 

Miré el reloj y al ver que ya llegábamos tres minutos tarde y que no había nadie en la cafetería, grité: 

-¡Chicos ya han pasado tres minutos de la hora! 

Salimos corriendo hasta nuestras respectivas clases, Chloe a ciencias, Owen a educación física (gimnasia), y Marc y yo a historia. 

Al entrar a clase, el profesor Robins, tan amable como siempre nos dijo:

-¡Dyan y Harrison, dos de mis mejores alumnos! Venga, sentáos, la clase va a comenzar. . .

                                                      *NARRA MARC*

Me Basta Sólo Con Un BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora