El mundo al otro lado del estanque

Capítulo 2: Contra el miedo mismo

"¡Jake! Estábamos corriendo hacia las ESCALERAS para encontrarnos con Lao Shi, no el..." Fred le gritaba a Jake mientras subía las escaleras para encontrarse con el dragón rojo. Se detuvo en seco cuando llegó a la cima y vio la puerta del consejo entreabierta con Jake de espaldas en la entrada, un humano alto al que no reconoció (pero era claramente una risa sofocante detrás de una enorme barba), y uno, dos, tres, ... Ocho dragones que no parecían muy contentos con la interrupción. Fred se quedó congelado con las fauces abiertas hasta que Haley se apresuró a pasarlo al lado de Jake.

"¡Lo siento mucho, abuelo! Lo sacaré de aquí", suplicó Haley, inclinándose para ayudar a Jake a ponerse de pie, prácticamente siseándole, "Levántate idiota". Al ver a Haley luchar con su hermano, Fred salió de su estupor y se apresuró a ayudarla, mientras gemía: "Lo sentimos mucho, mucho, ¡nos iremos de inmediato!"

"Por favor, perdona a nuestros estudiantes por la interrupción", se disculpó cortésmente Lao Shi con el mago, quien simplemente respondió con una risa humorística y comprensiva y negó con la cabeza.

"¡Está bastante bien! De hecho, tuvieron el momento perfecto. Si me lo permiten, me gustaría que se quedaran y escucharan lo que estaba a punto de explicar", preguntó tanto a Lao Shi como a los miembros del consejo. Todos todavía estaban sorprendidos por la intrusión y perdidos con respecto al gran plan del mago, y una reunión de esta naturaleza no era el lugar para los dragones en entrenamiento. Kulde fue el primero en romper el silencio después de encontrarse con las miradas de su compañero concejal.

"Si crees que su presencia es necesaria, entonces pueden quedarse," respondió vacilante el dragón azul helado. "¿Lao Shi? ¿Dominic? ¿Sun?" preguntó a los dragones azul, verde azulado y verde de abajo, más por respeto que por cualquier otra cosa.

Lao Shi se inclinó levemente y buscó los asentimientos de aprobación de sus compañeros antes de responder: "Muy bien. Vengan, jóvenes dragones, tomen asiento".

Jake acababa de recuperar el equilibrio y soltó a Haley y Fred cuando Lao Shi les indicó que se sentaran en los bancos. Se frotó el hocico con cautela, todavía dolorido por el incidente del aro, mientras se acercaba a los bancos cerca de los otros dragones, los otros dos lo seguían de cerca. No pudo evitar sentir que la mirada que el hombre de la túnica les dirigió, aunque aparentemente llena de deleite e interés, era crítica y casi escrutadora. Había escuchado a los demás referirse a él como un mago, y se habían dirigido a él en un tono respetuoso, por lo que obviamente no era un enemigo. Sin embargo, todos también habían permanecido en sus formas de dragón a pesar de su actitud hacia el hombre. Estaba claro que él no sabía que los Dragones de la Isla Draco tenían cuerpos humanos naturales, un hecho crucial del que pocas brujas y magos se dieron cuenta, y todos los presentes intentaron mantenerlo así. Una vez que finalmente se sentaron en su banco, el mago pareció satisfecho con sus observaciones y, con un asentimiento tranquilizador, se volvió hacia los concejales.

Continuó Dumbledore, su voz nuevamente desprovista de cortesías. "Seré simple, consejeros. Tenía la esperanza de poder convencerlos de que permitieran que algunos de sus miembros se unieran a mí en Hogwarts durante el próximo año escolar. No simplemente como estudiantes, naturalmente, sino como observadores y, ciertamente, como guardianes. El Ministerio de Magia, en su lucha por el poder, está enviando a sus propios miembros para controlarme, aunque eso es de poca preocupación. Lo que realmente me preocupa es que los estudiantes y sus familias están aterrorizados después de los eventos del año pasado y la fe en Hogwarts está disminuyendo. " Hizo una pausa por un momento como si estuviera ordenando sus pensamientos antes de continuar. "No exagero cuando digo esto: si Hogwarts y sus estudiantes son capturados por la influencia de Voldemort, o peor aún, perdidos en las garras del miedo, entonces seguramente todos seremos destruidos".