- Nos estamos viendo.
Quissi me besa en la mejilla y sale por la puerta.
Me dirijo nuevamente a mi habitación, y al llegar a ella, me recuesto en mi cama.
Sinceramente no se que haré con Kovu. ¿Tan poco corazón tiene mi padre, al no darse cuenta que sufriré como una niña pequeña?
-¡Greta, el perro!
El grito proviene de Brian, mi hermano.
Miro por mi habitación con una fugaz vista, y me doy cuenta de que Kovu no se encuentra donde debería estar.
Paco. Mierda.
Corro por el pasillo viendo en cada habitación de la casa. Cuando salgo al jardín, veo a Brian tratando de calmar a mi perro, mientras Paco, el gato, sube al árbol mas cerca con rapidez.
Tomo a Kovu de su correa, mientras que mi hermano bufa enojado.
-¡Es un desastre! Se quiere comer al gato.
- Es un perro.
Digo en un susurro. Brian me mira con muy mala cara, y se dirige al árbol para comenzar a treparlo en busca del asustado felino.
- Me da igual que sea un perro. Es un desastre.
Kovu ladra y jadea entre mis brazos. Al tratar de calmarlo, este se vuelve aún más loco. Su fuerza es tan grande, que se me escapa de un tirón, y corre hasta el tronco.
Brian no lo viene venir, lo cual le provoca un susto enorme, haciendo que caiga de espalda al suelo. Un quejido de dolor proviene de mi hermano. Emito por completo mi carcajada y corro nuevamente hasta mi desastroso perro, para volver a tomarlo.
-¡Lo odio!
Mi hermano mayor se incorpora, y sacude sus prendas llena de yerba.
Con pasos largos, se dirige hasta la casa, y entra pegando un gran portazo detrás suyo.
- Mierda Kovu. ¡Calma!
Lo arrastro hasta la galería, y lo ato de su cuerda, a uno de los murales de la casa.
Nuevamente debajo del árbol, diviso entre la maleza la gran bola de pelo blanca.
Trepo por el aspero tronco, hasta la rama la cual me ayudará a apoyarme. Tiendo mis brazos tratando de llegar hasta el gato.
- Ven Paco, vamos.
El felino gruñe ante mi acto.
Maldito y gruñón gato.
-¡Ven aquí, maldita sea!
Nuevamente, gruñe haciendo que su pelaje se ponga de punta.
- Que te jodan.
Bajo rendida, y me dirijo nuevamente hasta la casa, pasando totalmente de Kovu, y su desesperación por comerse a Paco.
Al entrar, veo a Brian connsu móvil, haciendo una llamada.
-¡Lo odio papá! Es un puto desastre, tienes que llevarlo ya a la granja..
No pienso demasiado, y me abalanzo contra mi hermano, pasa sacarle el móvil de entre las manos.
Empujones, rasguños, golpes. Todo en segundos. Hasta que por fin, apretó el botón rojo, finalizando la llamada.
-¡¿Qué mierda sucede contigo, Brian?!
Este me mira con su ceño fruncido. Revolea sus grises ojos, y sale de la cocina, insultándome por lo bajo.
Joder. Maldito gato. Maldito Brian. Malditos todos.
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Un amor, realmente ciego.
Romance- Solo quería enamorarme. Sin complicaciones, sin malos momentos. Y puedo decir, que sucedió. Hasta que todo tuvo que empeorar - ¿Enamorarse? Puede ser algo mágico. Cuando decimos, que el amor es ciego, acertamos por partes. ¿Pero qué pasaría si re...