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Capítulo 12: La Invitación
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𝕷os hermanos no sabían qué hacer tras haber escuchado las explicaciones y la misteriosa Profecía de Abssolette, el Oráculo del País de las Maravillas. Pensaron que una vez que hubieran consultado al Oráculo obtendrían todo tipo de respuestas aclaratorias y que, de alguna manera, sabrían lo que deberían hacer en adelante, pues la indudable sabiduría del poderoso Oráculo les iluminaría el camino a seguir.
Pero no fue así.
Sus dudas no habían sido resueltas, solo vagamente; y por si fuera poco, habían obtenido una Profecía poco esclarecedora que les creaba más intrigas. Todo ello les resultaba verdaderamente misterioso y siniestro. Además, Abssolette, el «gran Oráculo», era una vieja oruga antipática, borde y desagradable. Los había tratado con hostilidad y se había dirigido hacia ellos con duras palabras. Pero aún así debían agradecerle su «atención», y así lo hicieron cuando Abssolette les pidió «amablemente» que abandonaran el pequeño claro donde se hallaba.
Así que los niños siguieron avanzando por el Jardín sin ningún rumbo fijo ni dirección concreta. Se encontraron con todo tipo de flores gigantescas, coloridas y parlanchinas que charlaban animadamente y los saludaban con marcadas reverencias. Se toparon con todo tipo de criaturillas y animalillos inverosímiles y fantásticos. Los hermanos, asombrados, pudieron observar una bandada de glasiposas; mariposas cuyas alas estaban compuestas con pan de molde cubierto de mantequilla, miel o mermelada de diversos colores y sabores. También vieron extraños insectos parecidos a los abejorros pero con rayas naranjas y verdes, alas rosas y del tamaño de los pulgares de sus manos. Además, se encontraron con diminutos caballitos-balancín alados. Los chiquillos también observaron preciosos pajaritos violetas y celestes que poseían un largo, oscuro y afilado pico, semejante a una aguja. Estos pajaritos silbaban alegres cancioncillas y revoloteaban por el Jardín, posándose de vez en cuando en las gigantescas flores y extrayendo del interior de éstas un extraño líquido rojo.
Los hermanos, curiosos ante este extraño néctar, decidieron probarlo. Se acercaron lentamente hacia una de las enormes flores. Se trataba de un bonito lirio blanco cuya flor estaba inclinada y el tallo se encontraba doblado por la mitad. Ambos niños observaron que del interior de la extraña flor caía un fino chorro líquido de un curioso color rojo oscuro, y optaron por probarlo. Así que pusieron cada uno ambas manos a modo de cuenco debajo de la diminuta cascada rojiza, y las llenaron de aquella extraña sustancia. Después, se llevaron aquello a los labios.
—Mmmm... Curioso, realmente curioso... —susurró el niño.
—¡Curiosísimo! —exclamó la niña—. Este sabor..., es realmente extraño y peculiar... Sabe como a óxido, puede que a metal...
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Wonderland: el Origen de Alicia
FanficUn pequeño Sueño llamado Wonderland crea un lugar especial llamado «País de las Maravillas». Para que su corta existencia no termine, Wonderland se dispone a recolectar personas que lo sueñen para siempre; sus «Alicias». Sin embargo, muy pronto ésta...