No hay nada que aterre más a la humanidad que lo desconocido...
No hay nada más espeluznante que algo que no puede ser explicado...
-- Veo que te han gustado los muñecos que regalé -- Menciona el anciano doctor con una sonrisa en su rostro.
-- ¡Sí! Son bastante lindos -- Pronuncia sin voltear a mirarlo.
-- Incluso veo que les has hecho unos cuantos... Amigos.
Mientras con sus manitas mueve a las pequeñas marionetas de madera perfectamente elaboradas del médico, en el piso hay retazos de tela unidos por descuidadas puntadas, sin duda eran muñecos hechos por un niño.
-- ¡Sí! No quería que estuvieran solos como yo así que decidí hacerles amigos -- Menciona todavía sin verle la cara.
-- Eso es muy generoso de tu parte Sascha -- Sin que el huérfano se de cuenta anota lo último que le dijo en una tabla.
-- Ellos viven juntos pero en realidad tienen historias tan diferentes -- Finalmente deja las marionetas de madera y toma a uno de los tantos muñecos de madera -- Este se llama Hans, él es un cirquero muy exitoso que viaja por el mundo y este es...
Y se deja ir explicando la historia y personalidad de cada una de sus "creaciones", el doctor sonreía mientras anotaba todo esto en su tabla.
-- Ellos dos están casados y se quieren mucho, de hecho están pensando en tener un bebé
-- ¿En serio?
-- ¡Sí! Este de por acá es el doctor al cual ellos van... -- La sonrisa de Sascha se congeló y por primera vez en toda la cita se digno a ver directamente el rostro de su médico.
-- ¿Sascha? -- Después de que lo vio agacho la cabeza y vio a sus muñequitos de trapo con tristeza -- ¿Te encuentras bien?
-- Sí... Solo que creo que ellos tendrán que esperar para formar una familia.
-- ¿Sascha?
--... ¡No es nada importante todavía! ¡Deberían enfocarse más en cuidar del corazón el otro!
Termina con una hermosa risa que le da tranquilidad al anciano, la cita ha terminado por fin.
-- Es tiempo de que me vaya, nos veremos después Sascha.
-- ¡Sí!
Y siguió jugando con todos sus muñecos de tela y madera. Afuera de la habitación, los tíos con los que Sascha estaba viviendo hablaban muy preocupados con el doctor.
-- ¿Cómo esta?
-- Sascha esta mostrando avances enormes, poco a poco su lenguaje y sus acciones poco van acoplándose a los de un crío de su edad.
-- Gracias a Dios -- Suspiró su tía.
-- Es bastante fuerte, no había visto que ningún niño se recomponga tan fácilmente de este tipo de traumas.
-- Sí, mi hermano decía que Sascha era en realidad todo un caso -- Afirmó su tío con cierta tristeza.
-- Nuevamente mi más sentido pésame.
-- Gracias.
Intercambiaron un par de palabras más relacionadas con la próxima vez que el doctor viniera a revisar la salud del huérfano y después el profesional en salud se retiro de la casa.
Era invierno, las calles Alemanas estaban cubiertas de blanco y hacía un frío tal que podría congelarte si dejarás de moverte aunque sea un segundo. Esto le dificulto más al pobre anciano encontrar sus llaves en su abrigo y peor aún poder encajarlas debidamente en la cerradura.
-- Maldita sea... -- Murmuró entre dientes.
Los minutos pasaban y entre más intentos fallaba más enojado se ponía, iba por su décimo intento de encajar la llave cuando de repente, un dolor agudo justo en el centro del pecho se hizo presente.
Se llevó ambas manos al pecho siendo presa de aquel infernal dolor que lo hacía bambolearse sobre sus piernas cada vez más débiles, intentó gritar por ayuda pero lo único que salía de su boca eran quejidos y jadeos agonizantes, intentó entonces caminar y buscar ayuda pero apenas dio el primer paso terminó perdiendo el piso y cayendo sobre la fría acera nevada.
Un charco de sangre se empezó a formar a su alrededor, dicha sangre provenía de una herida que se hizo en el cráneo al momento de hacer contacto con la piedra de la calle.
Rojo, blanco y por último negro...
Fueron los ultimos colores que alcanzó a ver...
-- ¿¡Sascha?! -- La puerta de su habitación fue abruptamente abierta al mismo tiempo que la luz de una vela se hizo presente -- ¡Te escuche gritar! ¿¡Te encuentras bien?!
-- Sí... Estoy bien -- Contesta con una enorme sonrisa.
Un tanto insegura por esta respuesta, su tía vuelve a cerrar la puerta. Entre sus manos se encuentran los pedazos de lo que fue uno de sus tantos muñecos de tela, sus labios sonríen pero sus ojos lloran.
-- Le dije que debía cuidar su corazón...
***
-- Y a eso me refiero cuándo digo que una persona tiene un "don" -- Dice con la boca llena de pan.
-- Sigue sin tener sentido -- Contesta su compañero dando otro bocado de su almuerzo -- Los humanos no deberían poder vernos, es antinatural.
-- Te sorprenderías de lo natural que es, yo antes podía pero ahora ver la muerte atrás de alguien ya no es novedad -- Dice riendo.
--¡Deja de reír! Tus modales en la mesa son terribles.
-- Al igual que tu humor Rudgar jaja.
-- Tsk, ya cállate y termina de comer.
No hay nada más hermoso y más aterrador... Que un don que es incomprendido.
¡Hello everybody ✨! Aquí estoy dando lata (Otra vez) esta vez ofreciendo pequeños shots de suspenso y terror (Más suspenso que terror pero bue) dedicado a los shinigamis de black butler ya saben porque las fechas se prestan y porque tenía ganas de escribir algo como esto ><
Decidí poner primero una historia de Sascha y Rudgar porque bue, es su debut en una obra mía y además como no se tiene tanta información sobre ellos pos algo corto uwu.
Espero que les haya gustado y que si es le den estrelita y comenten si gustan ^^.
Rose Sutcliff, cambio y fuera.
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BAD END FOR A NIGHT
FanfictionHistorias de un solo capítulo sin conexión alguna en las que veremos a los shinigamis afrentar distintas y horripilantes circunstancias. Algunas veces serán las víctimas en otras serán los victimarios. Si gustan de la historias de suspenso, sean bie...