Halloween

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31 de octubre, hoy es noche de brujas o Halloween como gusten llamarle. En las calles hay cientos de niños, niñas y adultos que disfrazados van por ahí pidiendo dulces, contando historias de terror y asustando a los pobres que se dejaban engañar por maquillajes y trapos baratos.

Él deambula por los techos viendo lo anterior descrito con cierto desdén e incluso repulsión, sinceramente, si le hubieran dado a elegir entre quedarse en la sede llenando documentos a salir a recolectar hubiera elegido sin pensar la primera opción. Pero era obvio que él no tenía opción, era solo un novato que apenas iba a cumplir un año de trabajar ahí.

-- Honestamente -- Suspiró -- Agente Sutcliff, por última vez le recuerdo que tenemos una misión que cumplir.

-- ¡Ay ya sé, ya sé, solo dame un minuto! -- Dijo mientras obervaba maravillada de aquella broma pesada que unos niños le hicieron a una anciana -- Se lo merecía.

-- Sutcliff es la última advertencia.

-- Ya voy, ya voy -- Dice dejando su puesto de vigilancia. Su compañero solo le mira con reproche -- ¡Oh vamos Wiru! ¡Es Halloween! Hoy es noche de juegos y sustos.

Will solo chasquea la lengua y le da la espalda, Grell se limita a encojer los hombros e intentar seguirle el paso. Después de brincar un par de techos más, ambos llegan al lugar de las recolecciones: Un barrio bajo que está casi a los límites de Londres.

-- William -- Dice en un tono particularmente serio -- Después de recolectar el alma de estos dos ancianos no hay nada más en la agenda ¿verdad?

-- No, esto es lo último de la noche para nosotros.

--... Entonces ¿Podemos quedar un rato más en el mundo humano?

-- ¿Qué?

-- ¡Por favor, por favor, por favor Will~!

-- No, nuestra misión aquí es recolectar las almas indicadas y después irnos.

-- Por favor William solo un rato -- Mencionó con tono suplicante -- Déjame y... ¡Te prometo no molestarte en lo que resta del año!

-- Agradecería que dejaras de hacer eso, si pero...

-- ¡Ay gracias, gracias, gracias Wiru~! -- Le dio un pequeño beso en la mejilla y después salió corriendo -- ¡Eres un amor Will!

Will no pudo ni detenerlo pues se concentró más en quitarse los restos de pintura labial y saliva que su compañero había dejado en su rostro.

Definitivamente, que le hayan asignado a Sutcliff como compañero en el examen y ahora de trabajo era una especie de karma. ¿Por qué tenía que salir huyendo justo hoy en Halloween?
Una noche que sinceramente no le agradaba y jamás le agradaría.

Una vez le dio la oportunidad y no funcionó...

****

31 de octubre.

En su calle y en todo el barrio hay luces de velas, calabazas y disfraces que buscan asustar a todo aquel que sea demasiado inocente. Desde su ventana, un niño de cabellos negros los observa y se pregunta si algún día él también tendrá la oportunidad de acompañarles.

Se oyen pasos que suben por las escaleras hasta su habitación, Will entonces abandona su puesto de vigilancia y se mete rápidamente en su cama con las cobijas cubriendo su cabeza.

-- Thomas por favor ¡Detente!

-- ¡Ni se te ocurra cerrar la puerta Marion!

No quiere oír, no quiere oír nada esta noche, aprieta sus manitas contra sus orejas y reza internamente para que pronto se le pase la borrachera a su padre.

Y así se pasó el pequeño todas sus noches de brujas hasta que su madre y él huyeron de su padre. Entonces, en su halloween número 12 por fin pudo obtener la respuesta a su curiosidad.

Ese halloween su mamá le compró una capa de terciopelo, le blanqueó la piel con su maquillaje y le pintó dos gotas de sangre con mermelada. Era un vampiro sencillo, pero lindo, además solo se estaba disfrazando por diversión.

-- Bien hijo, ¿qué fue lo que te dieron? -- Preguntó ella al ver a su hijo volvera ella con un saco a medio llenar.

-- Frutas, caramelos... -- Dice revisando su saco -- Fue una buena noche, creo.

Ambos se sonrieron, nunca antes habían pasado un halloween tan alegre. Sin embargo, cuando llegaron a su casa toda la alegría que tenían se fue.

No sabían cómo ni porqué pero el padre de William, Thomas, los había encontrado. Estaba ahí, en la estancia con una botella de alcohol en la mano, su madre de inmediato se puso enfrente del falso vampiro para protegerlo, este gesto solo le valió la mirada despectiva de su todavía esposo.

-- Finalmente... Los encontré -- Su sonrisa, más burlona que sincera, solo puso en guardia a la mujer que retrocedía a la para que Thomas avanzaba -- ¿Qué es lo que sucede aquí? ¿No saben que las personas decentes no salen a estas horas de la noche?

-- Esta noche no, es Halloween -- Contestó ella con nerviosismo -- Mi hijo y yo estamos cansados, así que vete de aquí Thomas.

-- Irme de aquí -- Rió con sarcasmo -- ¿Para qué? ¿Para qué te lleves a mi hijo a las calles y vea como trabajas como la puta que eres?

-- Ya basta Thomas, largo de aquí.

-- Bueno ¿¡Tú quién eres para darme órdenes?!

Y entonces él le soltó un puñetazo que la dejó en el suelo, William entonces ya no resistió más el impulso y se fue contra aquel hombre que era su "padre". Sin embargo, la diferencia de fuerzas entre un adulto y un adolescente que para colmo no era muy atlético era mucha. William terminó siendo arrojado a una esquina de la habitación junto con la botella de vino cuyos pedazos amenzaron con encajarse en su ojo cuando se estrelló.

Aturdido por esto, solo pudo dislumbrar la silueta de aquel hombre llendo detrás de su madre que no hacía otra cosa más que intentar huir a la puerta y gritar por ayuda. Thomas la logró alcanzar y la acorraló contra una pared para luego empezar a ahorcarla con sus propias manos.

-- Y-Ya no... Por favor -- Susurro lastimeramente.

-- Nada de favores ya, tú eres mi mujer y como tal nunca te debes alejar de mí -- Apretó su agarre todavía más, consiguiendo que a ella se le cerrara la garganta casi por completo -- Debes entender eso Marion, por las buenas o las malas...

Tal vez sí Marion hubiera podido hablar le hubiera dicho algo a Thomas sobre lo que venía para él. Rápido, certero, lleno de dudas, así fue como los picos sobresalientes de la botella le atravesaron la espalda.

De su boca no salió nada, su expresión de horror se dirigió al falso vampiro que temblaba de miedo ante la sensación de aquel líquido viscoso y caliente que pertenecía a su padre. Cuando sacó la botella de su espalda, Thomas cayó de rodillas al suelo, dio una vuelta y quedó boca arriba viendo a su hijo.

-- William... -- Murmuró debilmente.

Y fue en ese momento en que el chico no supo reconocerse. Se arrodillo para quedar a su altura y empezó a apuñalarlo repetidas veces en el pecho, en la cara y también en el abdomen.

Cualquiera que lo hubiera visto en ese momento con ese vestuario y esa mirada frenética mientras la sangre de su padre se le pegaba al rostro y ropa hubiera pensado que era más que solo un vampiro, él era la representación del odio y el rencor, un demonio matando a su presa.

-- Will -- Murmuró su madre -- ¡Willy! ¡Willy tranquilo!

Pese a esto él no se detuvo, no lo hizo hasta que su madre se le acercó y lo abrazó por la espalda. Entonces fue cuando comprendió lo que había hecho: Había matado a su padre.

-- Mamá...

-- Tranquilo, estarás bien -- Dijo entre lágrimas que él también compartió.

****
-- ¿Y ahora dónde estara Sutcliff? -- Dijo para sacarse así mismo de sus pensamientos.

Halloween es peligroso, halloween es la época en la que los crímenes más crueles suceden, es la época en la que todo mundo se desconoce. 

BAD END FOR A NIGHT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora