BAD END FOR A NIGHT

Puerta

"Pase lo que pase jamás debes de abrir esa puerta"

Esa fue la advertencia que recibió de su maestro el primer día en que empezó a trabajar en la sede, injusto pero razonable, ahora que ya había pasado el tiempo y era un poco más "maduro" podía comprender que su sensei le prohibiera el paso a un novato después de todo quién que secretos podría ocultar aquel lugar...

-- ¿¡Pero porqué no?! -- Un golpe justo en la canilla fue lo que recibió ante su comentario de protesta.

-- Es una orden Knox, usted tiene absoluta y estrictamente prohibido abrir esa puerta.

-- Por favor sensei, al menos solo un momento.

-- Es imposible, solo le estoy dando la jurisdicción de esta área de la biblioteca hasta que regrese de Alemania con el agente Sutcliff.

-- ¿Al menos podría decirme lo que hay adentro?

-- Es confidencial.

-- ¡Por favor! ¡Yo soy muy bueno guardando secretos!

-- Por última vez agente Knox, no -- Terminó de empacar los documentos que le iban a ser necesarios allá en Alemania, sacó de su bolsillo un juego de llaves que extendió a Ronald -- Solo serán unos días, no quiero que nada en esta sección este fuera de su lugar ¿Entendido?

-- Lo entiendo... -- Dijo Ronald tomando con resignación las llaves.

-- Bien, se lo dejo a su cargo.

En parte debia sentirse honrado, no cualquiera lograba que William T Spears le confiara su trabajo a alguien más sin embargo él lo había dejado a cargo de aquella sección que debía vigilar en su lugar. No podía fallar con su misión. Cuando llegó la noche, sacó a todos las parcas que pudieran estar adentro y se dispuso a no fallar en su misión.

Las horas empezaron a pasar y todo estuvo en orden, demasiado en orden. Rayos, uno pensaría que un área que esta casi siempre vigilada debería tener cosas más emocionantes pero ya llevaba como dos o tres vueltas al mismo pasillo y no vio nada extraño.

Aburrido pero no lo suficiente como para quedarse dormido, Ronald decidió tomar asiento en una vieja silla que había por ahí, no creo que a nadie le importara.

En eso, el sonido de unos pasos se hizo presente en la biblioteca, no le tomo importancia, tal vez solo se trataba de otra parca haciendo sus rondines de vigilancia en el área que le correspondía. Los pasos de a poco se hicieron más fuertes y podía jurar que se estaban acercando a él, Ronald entonces se levantó y tomó su guadaña para fingir que en verdad estaba interesado en la vigilancia.

Pasa un minuto, cinco, diez, quince y nadie llegó a verlo. Eso le causó confusión ¿acaso solo alucinó el ruido? Recibió la respuesta cuando un fuerte estruendo llegó a sus oídos.

-- ¡Alguien se infiltro a la biblioteca! -- Gritó al momento de accionar su podadora y montar en ella para llegar lo más rápido posible al lugar del estruendo.

Casi se fue de bruces al llegar de una manera muy abrupta al final del área custodiada, el sonido habia venido de ahí estaba más que seguro, pero ahí no había nada ni nadie, solo estaba él, la pared... Y esa puerta.

¿Y si la persona o cosa que se coló se escondió ahí? Era imposible, la puerta estaba cerrada con cerrojo ¿Y si fue un demonio y usó sus poderes para atravesar el muro? ¡Eso sería terrible! ¡William lo volvería a matar si se entera que dejó que un demonio se colara a la biblioteca! Y entonces sacó de su bolsillo el juego de llaves que le dio su maestro y buscó alguna que combinara con la cerradura, la encontró, era la más grande y pesada de todas, la encajó en el picaporte y...