-"Conquistandote"-

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-Candy, le contestó al Patriarca, volteando a ver a su alrededor y de forma sarcastica
-¿A quién a mí?, de verdad señor, no estoy para bromas estoy en un lugar maravilloso, dónde me tratan muy bien, al último lugar qué regresaría sería a su centro de salud.

-El Magnate sonrió, y habló Candy, deja de ser tan orgullosa, vengo por qué te necesito, me gustas, no te niegues a lo evidente, desde qué nos conocimos hay una conexión, yo ya no voy a negar lo qué siento por ti.

-¡Perdón!, respondió su interlocutora, no te voy a negar eres muy guapo, puede qué haya habido química entre nosotros, pero ¿qué creés?, a mí se me quitaron las ganas desde qué te conocí tal cuál eras sin máscaras, además, sé de sobra qué estoy muy alejada de los estándares de lo qué usted busca, siempre rodeado de modelos, empresarias, lo último qué deseas es encontrar una mujer cómo yo, de seguro lo qué buscas es burlarte de mí.

-¿Ya acabaste de hablar? Preguntaba El Magnate.

-¡Ya!, respondió la Neurocirujana quién se dirigía rápidamente a la puerta de la oficina para quitarle el seguro y salir de ahí.

Albert la alcanzó, tomó su mano y la abrazo por la espalda y le dijó -No te niegues a lo evidente, te gusto, me gustas, está  más qué claro qué quiero estar contigo, no me importa las modelos, ni empresarias, te amo a ti, dijó susurrandole al oido; Candy se estaba derritiendo ante su contacto, lo amaba si, pero trataba de auto convencerse después de qué días atrás recibiera la visita de la Matriarca Elroy Ardlay.

-FLASH BACK
-En el consultorio de Candice White, se encontraba con esa mujer, al entrar, se sorprendió, y le preguntó -¿Qué hace usted aquí?, de seguro las cosas marchan muy bien en el hospital, y yo estoy alejada de su sobrino.

-La Señora, la observó de arriba a abajo, notó muchos cambios positivos en ella, lucia más estilizada, con un corte de cabello diferente, con más porte, ligeramente maquillada, con una seguridad increíble, pensó para si, -Si tan sólo tuviera el abolengo, tuviera familia de dinero, seria la futura Matriarca perfecta, tiene carácter, pero ¡Lástima es lo qué es!.

-¡Bien Candice!, no  vengo a perder mi tiempo contigo, al grano, tenemos problemas en el Hospital, te quiero de vuelta ¿dime cuánto quieres ganar? Y nos ahorramos el drama.

-La rubia le respondió: -Esto no se trata de dinero, usted no puede comprar la voluntad de las personas, esto se trata de dignidad, ¿cómo cree qué voy a llegar al Nosocomio después de qué despidieron a mi gente y los boletinaron?, ¿si usted no tiene dignidad yo si?.

Elroy, le dijó: -¿No sabes con quién te estas metiendo?.

Candy, se encontraba de pie aún lado del asiento de la mujer y continuó: -¡Claro, qué yo si se con quién me estoy metiendo!, Y El Director de este lugar sabe mi situación me apoyo desde un principio, de hecho a usted no le debería de importar, pues estoy muy lejos de su sobrino.

-¿Te gusta? le preguntó la mujer.

La pecosa, se puso nerviosa.

Elroy sonrió  y mencionó:
-¡Claro que te gusta!, Tus ojos no me mienten, esté cambio es por él, yo no me opondré a la relación entre ustedes, ¿pero él lo sabe?.

-No, ni lo sabrá, él y yo venimos de mundos muy diferentes, es más dudo qué me amé, Respondió Candice.

-La mujer le abrazó y le preguntó : -¿de verdad lo amas?, ¿no te interesa su dinero?,

-No, respondió la neurocirujana.

-Bien, mencionó La Matriarca, en 1 mes el será  despojado de la Presidencia del Clan Ardlay y Asumirá Diego MC Wright el Patriarcado del corporativo, estamos en números rojos, desde qué él tomó malas decisiones así qué no te importará verlo como una persona común y corriente.

-Candy, respondió, - Eso no me importa, por qué lo amo a él, él con mi amor cambiará el rumbo, se centrará, a mí no me importa la plata, mientras trabaje honradamente, pero tranquila señora, a su sobrino yo no le gusto.

-¡Ay, Candy!, Te sorprenderías saber qué tú también le gustas a él, contestó sonriente la Tía Abuela.
-fin del flash back-

Al regresar a tierra, Candice, tras recordar aquella visita y sentir ese chispazo de electricidad, ese cálido abrazo, su aroma particular, se volteó a observarlo fijamente, cuando William Albert Ardlay, la sorprendió con un beso apasionado.

(Continuará)

ENCUENTROS ACCIDENTALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora