-"Un Nuevo Comienzo"-

273 36 3
                                    

-La joven pareja antes de partir del lugar observó con nostalgia el departamento y cerraron la puerta del lugar, no sin antes agradecer todo lo vivido, pues ese lugar y en esas cuatro paredes habían colocado los cimientos de su gran Amor.
Ahí se conocieron a profundidad, observaron los amaneceres más bellos y las puestas de sol más intensas, ambos se conocieron a detalle, si sería difícil, dejar atrás todo lo vivido.

-Al llegar al aeropuerto, abordaron el avión privado del Magnate, ambos tomados de la mano, saludaron al capitán de vuelo y la presentó como su prometida, ella se sentía intimidada ante todo esa situación, fue cuando le cayó el veinte, de qué su vida no sería la misma y se preguntó ¿sería capaz de estar a la altura?, él pareció  entender sus dudas y la tranquilizó.

-Durante el vuelo, ambos durmieron un par de horas, después él magnate tomó su laptop y organizo su agenda, realizó algunas compras personales, quería darle una sorpresa, además de tomar el móvil y llamar a su Asistente Personal diciéndole que regresarían a Cdmx por cuestiones personales, también llamó a su Tía Elroy, poniéndola al tanto de su relación con la Neurocirujana.

-Candy, por su parte realizó una llamada a su madre, diciéndole que volvería a México y qué no iba sola.

Al llegar a destino, se despidieron de los asistentes de vuelo, al bajar del avión particular, el tomó la mano de Candy y la guió hacia la limusina que estaba estacionada en aquel lugar, y le ordenó al chófer qué se dirigieran al Pent-house.

- La rubia lo observó e interrogó a pesar de lo que había escuchado:
-¿A dónde nos dirigimos?

-A nuestro Pent-house, respondía Albert

-¿Perdón? Preguntó la Hechizera de ojos verdes.

-Quizás, no te lo consulte cómo debería, pero mis intenciones son sinceras, quiero casarme contigo, no quiero separarme de ti, eso ya lo sabes. Mencionó Albert, de forma tajante.

-¿Pero y tu Tía? Cuestionó la Neurocirujana.

-Ella ya lo sabe, respondió El Magnate.

-¡Quiero ver a mi familia!, pidió ella.

-Vamos a ir juntos y aprovecharé para pedir tu mano como corresponde, respondió él de manera firme.

Al llegar al Lujoso Pent-House, Candy quedó sorprendida al ver el lujo qué rodeaba el lugar la decoración minimalista, él le mostró la única recámara qué existía, también le mostró el lujoso Baño con Jacuzzi y el área de vapor.

-El mencionó, mientras llega tu vestuario, tomemos un delicioso baño, tomándola por la cintura, y se adentraron en el lugar.

-Al terminar el baño, descanzaron un poco, después fueron al desayunador  la empleada doméstica ya tenía preparado el desayuno, el realizó la presentación.

-Sarah, ella es mi prometida y pronto será mi esposa, viviremos juntos a partir de ahora, te pido ¡Por favor! que hagas lo que ella te ordené, ¡Muchas Gracias!.

-Acto seguido observó a Candy y le dijó:
-Amor, te presentó a Sarah, todo lo qué necesites pídeselo a ella.

-La rubia, de forma impulsiva, se levantó de su asiento y fue a darle la mano y la abrazó: -¡Mucho gusto Sarah!, espero qué nos llevemos bien y qué seamos un gran equipo, y regreso a su lugar.

-Sarah se quedó sorprendida, al ver aquel acto tan despreocupado de la joven.

-La pareja, mientras desayunaban, comenzaron a conversar.

-Albert, quiero ir a ver a mi Madre, si no es mucho pedirte aprovechó para pedirte qué me ayudes a retomar mi empleo en él Hospital, me gustaría qué me dejarás desarrollarme laboralmente, tú bien sabes lo importante qué es para mí, pero necesito qué des la orden, bien sabes, qué no puedo llegar así cómo así. Mencionó la rubia que lo miraba s los ojos.

-¡Princesa!, ve tranquila yo ya arreglé todo eso durante nuestro vuelo, sé qué es importante tú carrera para ti, no pretendo cortarte las alas, eso sí, quiero acompañarte a conocer a mí futura suegra y sonrió.

-Candy le dijó: -Está bien, mi Príncipe Azul, solo prométeme qué te portarás bien.

-Haré lo que usted desee, y le guiño un ojo en signo de complicidad.

-en 10 minutos llegaban al Pent-House, el vestuario completo de Candy, vestidos, ropa interior, zapatillas, zapatos y ropa cómoda, se puso colorada cual tomate, al pensar que cuándo ella partía al Hospital Hedwisghohe, en Berlín, Alemania, él se quedaba en el departamento revisando sus ropas.

-Albert, pudo notar su incomodidad y le dijó, tranquila Hermosa, es normal que pienses que invadí tu privacidad, pero no fue así, te recuerdo qué hace 2 semanas olvidaste hacer la lavandería, yo lo hice por ti, al preparar tu ropa vi tu talla, fue sólo esa vez, ¡lo juró! Confía en mí.

Candy, totalmente avergonzada agachó su rostro,y se fue corriendo hacía la habitación y procedió a vestirse y a arreglarse, mientras pensó para sí: -¡Soy una tonta!, cómo puedo comportarme así con él, cuándo sólo busco aligerar mi preocupación-, al salir de la habitación, le pidió disculpas por su comportamiento, ya qué no estaba acostumbrada a ese tipo de atenciones.

-Al rubio, le pareció tan tierno ese gesto y lo entendió, se le hizo un gesto hermoso, una mujer cómo ya no existía, pudorosa, recatada, ¡Por Dios!, cuánto la amaba.

-Cuando salieron del edificio,  abordaron la camioneta XTrail propiedad del Magnate, estando ambos adentro, de inmediato puso la lista de reproducción qué ella y los mosqueteros cantaban años atrás.

-Ella lo miró sorprendida y le preguntó -¿dónde lo conseguiste?-.

-El respondió: Digamos qué ese es mi secreto.

(Continuará)

ENCUENTROS ACCIDENTALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora