-No había mejor día para nacer que el día de los enamorados ¿Eh?
Kacchan me despeinó ante el comentario de Kirishima.
Todos nuestros amigos habían venido a casa para celebrar el primer cumpleaños.
-¡Es tan lindo! – gritaban las chicas rodeando la cuna - ¡Mirad qué carita!
-Tiene los ojos bicolores como Todoroki pero el pelo verde y rizado como Midoriya.
-¡Kawai! – volvieron a gritar al unísono.
Brindamos. Reímos. Recordamos viejos tiempos. Las fotos iban y venían. Las risas. Las burlas. E incluso los enfados. Me pareció estar de vuelta en el instituto con la diferencia de que entre nosotros se habían formado más parejas en nuestro círculo de amigos.
Sero y Shinsou.
Mirio y Tamaki.
Yaoyorozu y Kendo.
Hagakure y Ojiro.
Algunos tenían parejas que no conocíamos, como era el caso de Mina o Aoyama, mientras que otros seguían estando solteros pero felices.
Todos eran felices.
-¿Y quiénes serán los padrinos del pequeño Shoku?
Preguntó Kaminari curioso mientras le hacía burlas al bebé que acabó llorando y Kacchan le pegó un empujón para tomarlo en brazos y calmarlo. En ese momento, Todoroki y yo sonreímos. No lo habíamos hablado pero no era necesario. Los dos teníamos a los candidatos perfectos.
-Nos gustaría que fueseis vosotros, Kacchan y Kirishima.- ellos me miraron sorprendidos. Sobre todo Kacchan – No tiene nada que ver con que yo sea el padrino de vuestro hijo es solo que... Creo que Kashi y Shoku serían muy buenos amigos.- dije observando a los dos pequeñines aunque Kashi ya tenía dos años - Es lo que queremos. Queremos que se protejan mutuamente, quiero que mi hijo tenga al mejor amigo como el que yo tuve y sigo teniendo – sonreí a Kacchan de oreja a oreja reprimiendo las lágrimas.
Todoroki y yo nos miramos para después esperar la respuesta.
-¡Lo haremos!¡Seremos los mejores padrinos!– gritó Kirishima llevándose el puño al pecho - ¿Verdad que sí, Bakugou? Hey ¿Bakugou? ¿Estás llorando?
-¡No estoy llorando, idiota! – protestó dándonos la espalda a lo que Kaminari y Sero se acercaron burlándose de él.
-Más te vale ser un buen padrino para mi hijo, Bakugou.
-Lo seré mejor que tú para el mío, maldito mitad y mitad.- cada vez que se veían empezaban a pelear pero su relación había cambiado mucho, no como para ser mejores amigos, pero sí para llamarse amigos – Ya lo veréis. ¡El tito Katsuki será el mejor! ¿Verdad que sí, Shoku? – lo levantó en alto mientras mi hijo reía.
Ahora sí que ya no pude reprimir las lágrimas. Aquella imagen de mi mejor amigo y mi primer amor amando a mi hijo era lo más maravilloso que la vida me había podido dar. El ver que le quería, que nuestros hijos serían amigos como lo fuimos nosotros, que se respetarían, que se protegerían y que se querrían independientemente de lo que fuesen cuando le hicieran la revisión. Nos daba igual si fuesen alfas, omegas o betas. Les querríamos igual.
Sí.
Lo había conseguido.
Había conseguido alcanzar mi ansiada felicidad.
Por fin había empezado a caminar por mi propio camino y no estaba solo pues seguía teniendo al mejor amigo que podía tener. Los amigos del instituto seguían a mi lado riendo y siendo ellos mismos. Tenía a mi hijo que era la mayor bendición. Pero sobre todo, le tenía a él.
A mi alma gemela. Mi pareja predestinada.
¿Qué más podía pedir?
FIN
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Alcanzándote
FanfictionIzuku Midoriya odia ser un omega. Él no quiere seguir las reglas de la sociedad y dar a luz a los hijos de un alfa. Él solo quiere ser alguien normal. Sin embargo, se ha enamorado de su mejor amigo, Katsuki Bakugou. Un alfa. Y a pesar de que aborr...