Narrador universal.
Ese día era muy caluroso para la hermosa Ji-yeong, ella cumplía con su rutina como solía hacerlo.
Salia de la escuela, agobiada de sus estudios. Caminaba a un paso muy lento, quería hacer todo menos llegar a su casa, porque ella sabía que pasaría si llegaba.
Caminó una cuadra y tuvo que detenerse a quitarse el horrible suéter azul marino del colegio porque el clima era tan cálido que empezaba a sentir que le faltaba en aire.
Sacó su botella de agua e ingirió un poco del contenido, mejor dicho casi todo el contenido; respiró profundo, metió el suéter a la mochila y continúo caminando.
Ella sabía que tenía que estar en casa antes de las 7 pm pero decidió ignorar aquello y desviarse del camino para ir con la señora Eun-ji.
Aquella señora ayudó a Ji-yeong cada que llegaba golpeada, sanó cada uno de sus rasguños y moretones, la señora Eun-ji era su lugar seguro.
Caminó hasta llegar a un callejón donde los vendedores solían colocar sus puestos para vender su mercancía. Cuando llegó al final del callejón giró a la derecha y tocó la puerta que se encontraba enfrente de ella.
Inmediatamente salió un niño de no más de 5 años de edad según lo que calculó ella al verlo, el pequeño corrió llamando a la señora Eun-ji; esta salió casi al instante de ser llamada y lo primero que hizo fue dedicarle una dulce sonrisa a Ji-yeong.
-Hola querida, ven pasa- saludó y se hizo a un lado para que la menor pudiera entrar a la casa.
-Buenas tardes señora Eun-ji, solo venía a saludarla y ver cómo estaba- dijo Ji-yeong mientras hacía una pequeña reverencia y terminaba de entrar por la puerta.
-Ohh,yo estoy muy bien querida, vamos entremos, hace demasiado calor aquí afuera- ordenó la mayor abriendo la puerta principal que llevaba al recibidor.
El pequeño que recién había visto Ji-yeong, se encontraba viendo el televisor en la sala, estaba tan concentrado que ni siquiera había notado que habían entrado.
-Ji-hu, ven a saludar- le ordenó la señora al pequeño.
Éste se levantó con cansancio y a paso lento llegó a donde se encontraba Ji-yeong, para asi dedicarle una pequeña reverencia y volver a el lugar en donde antes estaba.
-El es mi nieto menor, Ji-hu, es algo flojo pero es buen ñiño- sonrió Eun-ji y se dirigió a la cocina- Ven,toma asiento,te daré algo de té- finalizó.
Ella obedeció y se sentó en una de las sillas del comedor.
-Me alegra que hayas venido Ji-yeong, tenía tiempo que no te veía,pensé que algo muy malo te había pasado- le comentó la señora mientras le servía un poco de té.
Y es que era así, ella no había venido a verla ya que después de haber hecho a su padre enojar éste dejó de permitirle regresar después de las 7 pm, y si no cumplía con esa regla sería castigada.
-No se preocupe, estaba y estoy bien señora Eun-ji- le dedicó una sonrisa que claramente era falsa.
-Me alegra escuchar eso, ahora dime ¿qué tal estuvo tu día?- preguntó la anciana.
La señora sabía perfectamente cuando Ji-yeong mentía y también sabía muy bien como hacerla sentir mejor. Lo único que tenía que hacer era dejar que ella hablara si detenerla o distraerla.
Y así fue, ellas dos charlaron y rieron,incluso Ji-yeong se quedó a preparar la cena, algunas veces Eun-ji se iba a observar a Ji-hu o él se levantaba a pedirle algo a su abuela.
Y entre risas y un dulce y rico olor del pay de manzana que horneaba la anciana junto a la jovén, Ji-yeong cayó en cuenta de lo tarde que era, sabía que tenía que volver a casa, o le iría mucho peor de lo que ya esperaba.
Ella se levantó de la silla en la que estaba y le explicó a Eun-ji que tenía que volver a casa, la señora entendió rápido y dejó que se fuera, no sin antes haberle dado un trozo del pay recién horneado y un beso en la mejilla.
Después de despedirse, Ji-yeong corrió lo más rápido que pudo a su casa, corrió tan rápido que casi arruinaba el hermoso trozo que la señora Eun-ji le había dado.
Cuando llegó se detuvo en la entrada, respiró,temblando sacó las llaves de su mochila y abrió la puerta, entró, cerró la puerta con mucho cuidado y caminó con demasiada delicadeza hacía el comedor.
Esperaba encontrar a su padre
apunto de golpearla, pero no fue así. Se preocupó demasiado al no escuchar ningún ruido, lo primero que pensó fue que él se había ido junto a su madre, dejándola sola.Se dirigió a la sala esperando no encontrar a alguien.Pero no fue así,hubiera preferido mil veces que eso sucediera a lo que encontró en el piso.
Ella encontró una gran sorpresa en el piso de la sala, una sorpresa que jamás pensó encontrarse.
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Bueno mis sweeties, hasta aquí el primer capítulo, se que fue corto pero yo creo que ya todos saben con que se encontró Ji-yeong... De igual forma lo diré en el tercer capítulo.
Aquí va el spoiler del siguiente capítulo:
"Se encontraba caminando en las grandes calles de la cuidad, su tranquilidad fue interrumpida cuando una jovén tropezó con ella haciéndola caer..."
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Me volverás a ver si mueres.
FanfictionKang Sae-byeok, una introvertida sin ganas de seguir con vida pero con una razón para seguir peleando. Ji-yeong, una gran parlanchina sin sueños ni esperanza. Ambas solo intentan perseguir la gloria del dinero, sin importar las consecuencias de hace...