Narrador universal:
Que lindo es besar, es la manera de aferrarse a un placer infinito, una mezcla de cariño y satisfacción, puede incluso provocarte excitación, pero aveces un beso te hace sentir en el mismísimo abismo. ¿Cómo puedes convertir algo tan placentero en algo terriblemente triste?; bueno,¿qué sensación te provoca comerte la última galleta de toda tu alacena?, esa es la respuesta.
Pobres dulces adolescentes, un primer amor en el momento incorrecto, justo como Romeo y Julieta, un dulce amor trágico.
Lagrimas por parte de la castaña tentaban por salir, su tristeza era relativamente notable, lloraba pero su peculiar sonrisa seguía ahí, sus ojos no mostraban desesperación solo nostalgia, pensaba en su pasado, en cómo pudo haberlo cambiado, no estaba arrepentida si no agradecida, gracias a todo lo sucedido ahora estaba lista para su momento, era el final de todo, dejaría todo y lo sabía.
La pelinegra se mostraba seria, le dolía, tenía preguntas y nada de respuestas, era estresante, sin embargo no lloraba, no se movía. Haber recibido ese beso la hizo entender lo que la otra quería decir; eso le dolían tanto que juraba que lloraría, era injusto.
- Juguemos algo, quieres que esto sea justo, entonces juguemos- la voz de Yeong seguía tranquila, aún mantenía su agonía oculta.
Se levantó y tomo sus canicas que antes le dieron, la otra solo la miró esperando indicaciones.
-Ven- pidió mirándola.
Ésta se levantó y fue a donde estaba, la observo y su compañera sonrió.
-Será fácil, quien lance la canica más lejos gana- lo dijo de la manera más simple que pudo.
La otra asintió, Yeong se acercó a su amada y se acomodó a su lado, la miró y sonrió.
-Tu primero, tu número va antes del mío- dijo con simpleza.
Vaya, era como si jugaran un simple juego, como si fueran dos niñas en el callejón de su casa jugando un juego de canicas para quitarse el aburrimiento, esperanzadas a que sus madres no las llamen y se queden juntas.
El tiempo era lento pero ellas lo sentían retrasado; entonces ¿solo era jugar?, jugar para ver quien es la que se queda, ahora entendían todo. Una confusión de sentimientos fríos y corazones rotos las inundaban, no querían sentir nada.
Recordamos de nuevo el "nunca sabrás si amas de la manera correcta", si lo haces bien, si no te estás obsesionando, si duele o si es como todo el mundo dice. El amor es la palabra más difícil de explicar, es el peor abismo de una persona, al final de todo siempre te llevará a el mismo resultado, la muerte; podrás morir tranquilo o en desesperación, esa es tu responsabilidad.
Por qué no pensamos en lo difícil que es depender de él, aferrarse tanto al punto de dejarlo todo, a depender de él, de ella,o depender de la persona que te lo da, aquella que te da lo que necesitas al punto de necesitarla para seguir con vida.
Esa dependencia era lo que las unía, lo que las amarraba, lo que hizo que la mujer más fría se abriera al primer hola o que la mujer más única estuviera dispuesta a suicidarse por la otra; todo solo era dependencia emocional.
Pup, cayó la canica de 67, lo hizo, no había vuelta atrás. Momento de suspenso, todo iba de acuerdo al plan, gracias dulce Sae-byeok por darle alegría a Ji-yeong hasta el último momento, gracias por dejarla ser ella, gracias por amarla.
Pup, lo hizo sin fuerza, la canica apenas y llegó a sobrepasar sus pies, perdió.
-Auch, cuántas veces te he dicho que tienes demasiada fuerza, cuidado- Yeong se quejó después de ser acorralada por su compañera.
-¿Cómo te atreves?, juega de nuevo eso no es justo, por favor- casi rogando, le gritaba y la agitaba contra la pared de atrás.
Una sonrisa salió de los labios de Yeong, sus ojos se mojaron y apareció la primera cómplice de la escena, la lagrima cayó en la mano de Sae mojádola, era una sonrisa tranquila y nostálgica, los labios de la pelicorta temblaron y comprendió, comprendió lo que Ji-yeong evitó decirle desde el principio, comprendió que era hora de decir adiós.
-Déjame, déjame perder con dignidad porque no quiero llegar al infierno sin ella. Sal gana y vive con tu hermano, no estoy hecha para ti, no mereces una asesina con problemas de depresión y abandono; no te mentiré, no me necesitas, no te obseciones, sal y vive. Recuerdas cuando te dije mi nombre, recuerdas eso y lo sé, deja de obsesionarte con las personas que te den amor, es mi momento y estoy lista, tal vez esa sea la razón por la que regresé, soy una causa perdida que intenta morir con escusas, soy una muerta en vida y es que es muy extraño, después de abusos encontré el amor y fuí más feliz que nunca, pero al parecer el amor tenía otra invitación, es mucho que pensar, pero sé que estoy lista, prometo que estaré bien, pase por muchos traumas pero creo es momento de dejarlos ir- soltó la castaña entre lagrimas.
-No es verdad, vamos no estás lista... Por favor- las palabras apenas salían de su boca- Te amo, te amo y no quiero hacerlo-
-Todas las noches, nada cambiará, no necesitas llorar, eso no es lo tuyo, tal vez lo intentamos y solo fue un error, no quiero hacerte llorar, tal vez regrese y pueda cambiar esto-
-Te amo y no quiero hacerlo, la tranquilidad que me diste cuando quería morir, no quiero- fue interrumpida.
-Me gustaría estar en tus brazos en las islas Jeju, pero me caigo en pedazos, no hay nada que me pueda cambiar, gracias, pero el amor duele-
-Pero te amo-
Ella la soltó de sus brazos, le tomó su rostro y le dió un simple beso, era su último recuerdo y quería que fuera lindo.
-Todos esos te amo serán palabras, no regresaré a casa, nada cambiará y me gusta eso, algunas veces es mejor decir adiós, solo déjame decir irme y libérame para volver a casa, ese será mi mayor regalo, eso es mejor que un te amo-
Dió pasos le lentos hacía enfrente, y se detuvo, al final de todo perdió el juego, tenía que morir.
-El amor es así, disfruta de tu libertad y vive, justo como tienes que hacerlo y, si me necesitas o quieres verme duerme, pero no me sigas, perdón pero es mi momento, perdón no hay otra forma, supérame y líbrate, como tienes que hacerlo, no estoy bien y tengo miedo, déjame, por favor, ve las estrellas si me necesitas pero supérame, entiende que no hay otra manera, no me extrañes, abraza a tu hermano por mi y dile que es lindo, ve a las islas Jeju por mi-
Ese disparo que vino después de las últimas palabras de Ji-yeong penetró los oídos de Sae-byeok, le dolía el cuerpo, quería gritar.
-Pero, yo te amo- dijo entre susurros, sus labios apenas podían abrirse, de nuevo, saludaba a su vieja amiga, la soledad.
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Lo siento...
El capítulo está inspirado en I love you de Billie Eilish, escuchen la canción mientras leen, es perfecto :)
Until tomorrow^^
(\ (\
(,,•w•,,)
( >♥< )Atte:MIn
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Me volverás a ver si mueres.
FanfictionKang Sae-byeok, una introvertida sin ganas de seguir con vida pero con una razón para seguir peleando. Ji-yeong, una gran parlanchina sin sueños ni esperanza. Ambas solo intentan perseguir la gloria del dinero, sin importar las consecuencias de hace...