✨ Capítulo 10✨

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Cuando Claude y Azul llegaron a la oficina junto con sus hijos cada uno se sentó en su silla ha pesar de que compartían el mismo escritorio.

Claude dejó a su hija en la cuna de oro que había a su izquierda mientras que Azul dejó a Arthur en la cuna que había a su derecha por lo cuál los emperadores podían trabajar y vigilar a sus hijos al mismo tiempo.

Los mellizos como si supieran que sus padres estaban haciendo algo importante se quedaron tranquilo jugando con sus peluches.

Sus padres los miraban con cariño y amor agradeciendo mil veces a Vita por bendecirlos con hijos tan maravillosos.

Así pasaron horas los gobernantes de Obelia, revisando problemas de los nobles que eran muy estúpidos. Por suerte Claude no perdió los estribos gracias a su mujer que siempre estaba ahí para apagar el incendio.

Azul se dió cuenta de que faltaban dos horas para el almuerzo por lo que recogió los papeles que tenía en su lado del escritorio.

- ¿A dónde vas querida? - preguntó Claude viéndola recoger para luego levantarse.

- Iré a hacer el almuerzo, no me fío mucho sobre los purés que le están haciendo a los mellizos y aprovecho y hago el almuerzo para nosostros - Azul le dió un beso corto en los labios y unos en la cabeza a sus hijos antes de salir de la oficina.

- Parece que mamá nos va hacer el almuerzo hijos míos - Claude le sonrió a sus hijos quienes se empezaron a reír felices al ver cómo su madre se preocupaba por ellos y Claude también estaba feliz al volver a probar los deliciosos platillos de su esposa.

Se estaba preguntando que platillo raro le traería esta vez.

Dejó de pensar en eso y se centró en el trabajo cuando alguien llamó a su puerta.

- Pase - por la puerta entró alguien que hizo que la felicidad de Claude se fuera de golpe.

- ¿Qué hace aquí duque Alfried? - Claude miró fríamente al cuñado de su ex-prometida Penélope.

- Su majestad solo vine a hablar asuntos sobre mi ducado - dice el tío de Zenit mientras se sienta delante de Claude en el escritorio.

El emperador no dijo nada y dejó hablar a al duque ya que quería que ese perro blanco se fuera de una vez. Además notaba que sus hijos estaban inquietos pero hacían lo máximo posible para no estorbar a su padre en el trabajo.

- Bueno duque si esto es todo adiós - Claude prácticamente lo echó cuando esté terminó de hablar.

- Antes de irme quería darle mi pesamen su majestad - El duque se hizo el lastimado y Claude lo vió confundido - me enteré que la concubina imperial está embarazada de una niña, sin duda esa mujer no sirve ni para darle un heredero varón - Claude se enojó ante la mención de la perra que el ya consideraba muerta.

- Esa mujer y esa bebé que espera no me importa en lo absoluto duque - dice él rubio fríamente y el duque se puso felíz ya que eso era una ventaja para poner a su sobrina Zenith en el puesto de emperatriz pero su felicidad fue cortada por Claude - Ya han pasado algunas semanas desde que mi esposa dió a luz a mis herederos así que no me importa nadie más - la sonrisa del duque se borró de su cara.

✨La Ninfa del Poder✨ [Claude de Alger Obelia ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora