Pánico

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Alastor se paseaba por la habitación, sonriendo nervioso, todavía en pijama y hablando con su sombra.

¡No puedo enfrentar a Angel después de ese sueño! — Alastor se apartó un poco de cabello descuidado de la cara.

Tampoco puedes quedarte en tu habitación, Charlie y mamá sospecharían algo. — La sombra habló con una voz similar ala de Alastor, pero sin la estática de radio.

¿¡Qué voy a hacer entonces!? — Alastor exigió, poniendo sus manos en su cadera.

Bueno, para empezar, deja de hablar tú mismo, ya que técnicamente soy tú. — La sombra hizo la misma pose descarada de la cadera.

¡Bien! ¡No eres de ayuda de todos modos! — Alastor agitó la mano, lo que provocó que su sombra desapareciera en la habitación.

Todavía gruñón y murmurando en voz baja sobre lo inútiles que eran las sombras para dar consejos, Alastor abrió la puerta de par en par y caminó pisando fuerte por el pasillo hacia la cocina. No parecía importarle que fuera lo suficientemente tarde en la mañana para que casi todos estuvieran en la mesa del comedor, o que todavía estuviera en pijama y su cabello estuviera desordenado.

trataba de buscar consejo, pero no siempre tienen que ser inútiles y sarcásticos. —

Alastor tiró de una taza del estante y vertió el resto de la taza de café negro y comenzó a beberla.

Esto no está bien. — Elizabeth se inclinó y le susurró a Charlie.

—¿Qué quieres decir?— pregunto Charlie asustada.

—La última vez que estuvo así, un alumno de la escuela dijo que la estación de radio favorita de Alastor era un montón de chatarra.— Charlie hizo una mueca de miedo. 

Alastor terminó su café y dejó la taza junto al fregadero con un fuerte golpe. 

Se dio cuenta de que todos lo miraban fijamente y comenzó a echarse humo.

—¿se puede saber...que tanto están mirando? — Sus palabras de Alastor estaban mezcladas con malicia, ya que todos, excepto la madre de Alastor, parecían encogerse de miedo.

Hijo, ¿qué te sucede? —  Elizabeth se dirigió a Alastor y frotó amorosamente el brazo de su hijo.

Nada, madre. Todo está perfectamente bien.— Alastor trató de suavizar su tono hacia su madre. 

No estaba enojado con ella y no quería que ella pensara eso. —Simplemente no dormí bien—.  Alastor volvió a sonreír para que ella no se preocupará.

Te ves como una mierda.— Murmuró Husk lo suficientemente fuerte para que Alastor lo escuchara.

—¡Cállate!— grito Alastor, haciendo que su pie golpeará al suelo y apareciendo una grieta debajo de su pie derecho

Todos se quedaron en silencio.

—¿Qué carajo está pasando aquí?— preguntó una voz desde la puerta. 

Angel estaba de pie con un par de pantalones cortos negros y una camiseta rosa con blanco. 

Alastor sintió que su rabia y molestia qué tenía se desvanecía por completo cuando sus ojos se posaron en ese hermoso demonio, y fueron reemplazados por una sensación tranquilidad y alegría. 

Nada más excitaba a Alastor excepto la alta, deslumbrante y elegante araña que tenía ante él. Incluso con su ropa casual, Angel se veía más que...

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⏰ Última actualización: Jan 31 ⏰

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𝕟𝕦𝕖𝕧𝕠 𝕪 𝕖𝕩𝕥𝕣𝕒𝕟̃𝕠 (𝚛𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora