Capítulo 1

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Me senté en el banquillo con la mochila sobre mis piernas, esperando el autobús. Sabía que tardaría en llegar porque siempre lo hacía, y aunque usualmente refunfuñaba por ello, esa mañana estaba siendo perfecta como para arruinarla con malhumor. Me había despertado con energía y había tenido el tiempo suficiente para bañarme, acariciar a mi perro y desayunar con Breanna, mi madrastra.

Entrecerré los ojos porque el sol estaba sobre mi rostro y escuche el ruido del motor de un vehículo. En un principio pensé que sería el autobús y por eso me puse de pie, pero frente a mí se detuvo un auto rojo que reconocía mejor de lo que me gustaría. La ventanilla del copiloto descendió y ahí estaba, la perfecta sonrisa de Chase.

—Hola Lottie —saludó Austin desde el volante pasándose una mano por su cabello rubio.

—Hola Austin —devolví el saludo haciendo mi mayor esfuerzo por ignorar a Chase y a su mirada escaneando mi cuerpo.

— ¿Qué haces acá despeinada? —preguntó el susodicho intentando molestarme. Suspiré sin inmutarme por su apodo porque lo había escuchado durante los últimos diez años. Recuerdo que la primera vez que lo usó, me había molestado tanto que me puse roja de la furia, pero claro eso solo lo había hecho reír más. Con el tiempo aprendí que si lo ignoraba era mucho mejor y más fácil para mí.

—Estoy esperando el autobús —expliqué señalando la calle por donde debería aparecer este. Él me observó sin mirar hacia donde yo señalaba y frunció el ceño por unos segundos.

— ¿No te enteraste? Hoy no hay autobús —aseguró haciéndome abrir los ojos con sorpresa. Austin me miró con una sonrisa y tomó su celular comenzando a ignorarnos. Estaba segura de que esa sonrisa era de lastima por no haberme enterado de aquello. A veces me molestaba estar tan abstraída de mi propia realidad.

— ¿Qué? Pero... ¿dónde viste eso? —pregunté con el ceño fruncido.

—Lo dijeron en el grupo de Whatsapp de la clase —explicó encogiéndose de hombros. Ahora todo tenía sentido. Hacía meses que había salido del grupo porque me molestaban tantos mensajes sin sentido y sin relevancia. En mi opinión, era una pérdida de tiempo, pero esa mañana me arrepentía de ser tan antisocial—. Nosotros podemos llevarte si querés —ofreció con una sonrisa inocente que me hizo entrecerrar los ojos— ¿Verdad, Austin? —preguntó a su amigo quien asintió distraídamente con la cabeza mientras continuaba usando su celular.

—No, gracias. Mejor voy a caminar —dije colgándome la mochila al hombro y comenzando a alejarme.

—Suerte llegando tarde al examen de Química —recordó haciéndome apretar los dientes y detener mis pasos —. No seas terca.

Volteé para ver como Chase se bajaba del auto y tomaba mi mochila sin que yo se lo impidiera. No quería ir con ellos, pero tampoco era tonta y no declinaría su oferta si eso me permitía llegar a tiempo. Con una mano en mi espalda me guió al auto y para mi sorpresa, se subió en el asiento trasero conmigo.

Austin no tardó en acelerar manejando demasiado rápido en mi opinión, pero no me podía quejar. Me giré hacia la ventanilla queriendo ignorar a Chase, pero no podía cuando sabía que tenía sus ojos sobre mí.

—Nos podríamos besar hasta que lleguemos... para pasar el rato —ofreció. Su aliento haciéndome cosquillas en la oreja. Sentí mis mejillas acelerarse y me mordí el labio inferior intentando no sonreír y fracasando. Sabía que lo decía solamente para molestarme, pero también sabía que si yo aceptaba, él no se retractaría.

— ¿Cómo es que siempre se te ocurren comentarios como esos? —cuestioné.

—Vos me inspiras —susurró guiñándome un ojo coquetamente y sin dejar de sonreír—. Algún día vas a aceptar tener una cita conmigo, y te vas a enamorar también —anunció muy seguro de sí mismo poniendo sus manos detrás de su cabeza. Mis ojos se desviaron a los músculos de sus brazos que se marcaban en esa posición, y no pude evitar pensar en que la camisa del uniforme del instituto le quedaba increíble.

—No lo creo. Sos muy pesado, no soportaría estar ni siquiera una hora entera con vos.

—Llevamos casi dos minutos juntos y todavía me estás soportando.

—Sí, pero estoy considerando saltar por la ventana —dije queriendo molestarlo y haciendo reír a Austin.

—Llevamos más de diez años juntos, despeinada —dijo haciendo referencia a todos los años que habíamos ido al mismo instituto y en los que él me había molestado—. Podés intentarlo pero te conozco muy bien y no me engañas tan fácilmente —afirmó con una sonrisa arrogante. Sabía que se refería a mis sentimientos. Por más que quisiera esconderlos mi cuerpo siempre me delataba de una u otra forma.

—Por favor Lottie, acepta la cita así no tengo que seguir soportándolo yo —pidió Austin haciéndome reír mientras él estacionaba en el aparcamiento. Chase le pegó un manotazo en el hombro haciéndolo reír.

—Gracias —susurré poniendo una mano sobre el hombro del rubio para que supiera que le hablaba a él y bajándome del auto. Comencé a caminar hasta la entrada sin querer seguir demorándome pero alcancé a escuchar el grito de Chase.

—Nos vemos en clase.

Sonreí y moví la mano sobre mi cabeza en señal de que lo había oído pero sin voltear. Escuché el timbre sonar y cuando estaba por entrar al instituto, algo amarillo llamó mi atención: El autobús escolar estaba estacionado en la entrada y había alumnos descendiendo de este.


Hola amores, espero que les haya gustado este primer capítulo. Estoy muy emocionada por comenzar a publicar esta novela porque me la estuvieron pidiendo muchísimo. Por ahora voy a actualizarla una vez por semana los días viernes, pero quizás después tenga muchos más capítulos escritos y la actualice más seguido. Yo les aviso cualquier cosita.

Cuentenme en los comentarios que piensan. Yo con este primer capítulo ya lo amé a Chase. Y bueno, yo ya sé todo lo que pasa despues y les prometo que se van a enamorar de él tanto como se enamoraron de Shane.

Con amor, Sabrina♥

Fragmentos de un corazón roto | REANUDADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora