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- SuNoo estaba sentado con sus amigos en la mesa de el comedor, riendo y bromeando hasta que Ni-Ki se hizo presente. El rubio estaba con las mejillas rojas y el menor suspiró.

─ Riki, te he dicho que hablemos en el departamento─. Intentó volver a recordarle pero el menor únicamente le entregó un sobre demasiado bonito para irse corriendo.

SuNoo la tomó entre sus manos confundido y sacó los dos pases que tenía este. Era una invitación a la presentación que iba a dar el grupo de canto. Recordaba que Ni-Ki le había comentado sobre eso hacia semanas atrás.

─ ¿Les parece ir este sábado al estreno de la nueva película? ─. Habló uno de la mesa y SuNoo lo miró sorprendido. Estaba esperando conseguir tickets para esa función.

SuNoo sin dudarlo se unió a la idea pero el chico a su lado hizo una mueca con sus labios mientras señalaba la invitación que le había dado Ni-Ki. Ambos eran en el mismo día.

─ ¿Le cancelarás a tu amigo? ─. El peli negro de un año menor lo miró inseguro y SuNoo asintió.

─ Ni-Ki-shi lo entenderá, pero no se que hacer con estas entradas.

─ He oído que Park SungHoon quiere ir. Puedes dárselas y tendrás una excusa de hablarle, además podrías acercarte a él de esa forma.

SuNoo sonrió emocionado al saber que podría acercarse a los más populares gracias a Ni-Ki. No dudó ni una sola vez en ir directo hacia el pelinegro que se sorprendió al recibir las entradas gratis, prometiendole que le iba a recompensar de alguna forma al peli rubio.

Todo era perfecto para SuNoo.

- Y aquel sábado SuNoo se juntó a ver el estreno de esa nueva película, la cual no fue la mejor y se sintió aburrido pero fingió haberse entretenido porque sus amigos estaban emocionados y agradecía tenerlos

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- Y aquel sábado SuNoo se juntó a ver el estreno de esa nueva película, la cual no fue la mejor y se sintió aburrido pero fingió haberse entretenido porque sus amigos estaban emocionados y agradecía tenerlos.

Al ingresar al hogar se sorprendió al no ver a Ni-Ki y verificó la habitación de este pero no lo encontró. Supuso que llegaría en un rato y decidió irse a dormir.

Él no sabía que el menor lo había estado esperando en cada minuto hasta que le tocó presentarse y dejó salir cada sentimiento de dolor, juntandolo con la melodía triste y creando una presentación perfecta. Aquella en la que él lloró y el público también, donde robó corazones y en especial el de un chico que acompañaba al pelinegro.

Y ese fue su tercer error, uno que realmente cambiaría muchas cosas.

𓏲  𝗡𝗼𝘁 𝗖𝗵𝗼𝗶𝘀𝗲 ! #𝗦𝘂𝗻𝗞𝗶 ﹆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora