El Hijo de la Destrucción

Capítulo 1

Abrí los ojos y miré los juguetes que giraban dando vueltas sobre mi cuna.

No podía soportar cuan aburrido era estar aquí recostado todo el día...

Aunque he de aceptar que es bastante relajante pasar todo el día sin hacer nada y que muchas criadas muy lindas te atiendan y que pasen todo el día consintiendote y que haya una señora muy hermosa con pechos enormes que me amamanta.

Seguramente ya lo sabes pero soy un reencarnado.

Si te soy honesto no sé cómo diablos terminé aquí y la peor parte es que el mundo en el que estoy puedo estar en peligro constante.

Mi nombre es Maluch Gremory, soy el hijo del Rey Demonio Sirzechs Lucifer y Grayfia Lucifuge, tengo entendido que me hicieron pruebas de linaje y soy 84% puro.

No saben de donde carajos salio ese porcentaje pues en las casas nobles del inframundo el límite fue de mi padre con un 82% de sangre pura.

Esperan muchas cosas de mi pues soy descendiente del demonio más poderoso conocido.

Mi cuerpo es bastante resistente pese a que soy un bebe recién nacido ya que siento que mi cuerpo se está desarrollando rápidamente y siento que en unos meses ya sabré caminar.

En la sociedad demoníaca al parecer tienen ciertas costumbres similares a los nobles de la tierra en las épocas anteriores.

Un ejemplo de esto es que sus hijos no pueden ser presentados en la sociedad hasta cierta edad y solo entonces empiezan con las presentaciones y propuestas de matrimonio.

Ahora mismo solo llevo un mes vivo y debido a que al parecer mi madre tiene problemas para lactarme se decidió que mi abuela Venelana Bael Gremory sea quien me alimente hasta que ya no lo necesite.

Al parecer el desarrollo de los demonios no es similar al humano pues según parece al principio nuestro desarrollo es normal así que por ahora solo soy un bebé muy fuere.

Lo que se me hace extraño es que al gormir escucho una voz algo extraña y distorsionada, es algo preocupante pero no es como si pudiera explicarlo y para eso primero necesito aprender a hablar.

Al parecer como soy un demonio por naturaleza aprenderé la lengua demoníaca la cual es entendible en todos los idiomas y este al poseer un trasfondo sobrenatural permite entender todos los idiomas del mundo.

Una puta locura pero ni yo pude entenderlo por completo.

Me resigné a tener que esperar a que mi cuerpo se desarrolle y esto tampoco estaba mal.

¿Qué por qué?

Jejeje bueno la razón acaba de entrar por la puerta con la cara algo sonrojada.

Algo que no te he contado es que poseo un segundo corazón.

Si así de raro es mi cuerpo pero es algo interesante, al parecer entre los demonios existe una mutación no muy común entre la especie pues solo se presentaba en una de sus familias.

Hay una explicación detrás de todo esto pero se resume en que algunas demonio nacen con la capacidad de entrar a los sueños de la gente y alimentarse de sus deseos y energías sexuales de los hombres, Súcubos las llamaban; Pero había algo incluso menos común, Incubos quienes tenían un efecto similar pero en las mujeres y estos nacían con dos corazones.

Uno en el pecho y el otro... Bueno, digamos que esta bastante cerca de la otra cabeza.

Mi cuerpo secreta feromonas que inducen placer, lujuria y deseo a quienes se me acercan así que puedo tocar y molestar a todas las criadas que quiera, al final la sensación será agradable para ellas y terminan buscando más.

Eso nos lleva a la siguiente situación, la mujer con el rostro algo sonrojado entró en la habitación e inmediatamente se soltó el broche de su brasier.

Se acercó lentamente a mi cuna y me levanto con mucho cuidado.

Me miraba con una sonrisa avergonzada pero emocionada, este es el resultado de mis experimentos.

Quería comprobar que tan poderosos era los efectos así que decidí volver un poco lascivas nuestras sesiones y con el tiempo ella lentamente se ha dejado caer en el placer.

Ahora ella era quien voluntariamente venía a diario a mi cuna a cuidarme y alimentarme, he visto a Rías pero hasta ahora ella solo duerme, come y hace el dos así que no es importante por ahora.

Se que pensaras que soy muy fresa por decir hacer el dos, pero es un bebé y los bebés son sagrados gente.

Ella me acercó y me miraba con ansias, yo decidí burlarme de ella pues en lugar de chipar su pecho usé mis manos para amasamos y jugar un poco con sus pezones.

*A-Ahh~*

Liberó su primer gemido cuando le torcí uno de sus pezones y ella me miraba con algo similar a un puchero.

Entendí lo que quería así que lami lentamente su pezón y disfruté el sabor que tenía, lo mordía de vez en cuando liberando leves gemidos de su parte y para terminar mordí con fuerza mientras succionaba uno de sus pezones causando una convulsión en su cuerpo y una sonrisa satisfecha en su rostro.

La mirada pervertida cambió a una cálida y luego a una de vergüenza, me miraba de reojo y yo solo giré mi cabeza cabeza falsa confusión.

Ella suspiro y me dejó dejó mi cama, acomodó su ropa y entró al baño a limpiarse.

Después ella me cargo y pasó todo el día conmigo y con Rías.

Ahora me encontraba en un cuerto con varias criadas que nos veían tontear un rato, esta era la mejor parte del día pues aproveche y dormía aun más tiempo.

No soy flojo pero en mi vida anterior trabaje 13 horas diarias todos los días, me merezco un descanso.

Esta era una de las razones por las cuales me encantaban los mimos que me daban aquí, literalmente puedo ser considerado un príncipe ya que desciendo de una casa noble y soy hijo del Rey Demonio.

Al parecer mis padres pasan bastante tiempo ocupados, aun así mi madre Grayfia siempre encuentra unas horas al día para pasarla conmigo y abrazarme.

Ella a veces me cuenta sobre como va su día y cosas así, al parecer alguien trabaja bastante duro por la paz en el Inframundo pues las cosas no son como uno cree.

El Rey Demonio está muy limitado por el poder que poseen las otras casas nobles del Inframundo y el Consejo Demoniaco también regula sobre varios aspectos importantes de la sociedad demoníaca así que no pueden atacarlos, inicando asi una guerra política.

Yo digo que son patrañas y que si eres el Rey Demonio debes darte a respetar, si eres quien gobierna el Inframundo ¿Por qué deberías escuchar a los demás sobre cómo dirigir tu territorio y a su gente?

Quienes se rebelen en tu contra simplemente deben ser eliminados.

Harás muchos enemigos pero tu gran poder y alianzas los mantendrán a raya.

Debes ser un dios para tu gente, no una herramienta pública y política.

Mi padre trata con todo lo que puede hacer que los Reyes Demonio recuperen su poder y poco a poco lo está logrando, lo malo es que los demonio del lado de la Facción Antigua están jugando bajo la mesa con las piezas de Rey y haciendo tratos con otras razas traicionando a los demonios.

Todos ellos deberían morir, incluso los inocentes para enviar el mensaje.

Si uno solo de ellos muestra rebeldía, todos serán eliminados.

Aquellos a mi lado recibirán poder y una buena vida, pero aquellos en mi contra no tendrán ni sus vidas.

Sonreía al saber que era lo que quería en este mundo.

Seré el Rey Demonio más temido de este universo y mi nombre quedará grabado en la historia.

Pero solo hay un problema...

El Infierno es muy pequeño para mí,

Jejeje voy a divertirme mucho en esta vida.

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