3. New Eli

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-¡Hey!- solté animadamente.
-Hey Cali ¿qué tal?- Aisha contestó a mi llamada con entusiasmo.
-Hola Aisha- dije saliendo del parking de mi casa- voy a ir a las clases hoy también ¿quieres que pase a recogerte?
-Si sería genial, gracias- aceptó y reí.
-Está bien, paso por ti en cinco minutos- la avisé y colgué el teléfono lanzándolo a el asiento del copiloto.

En unos exactos cinco minutos estuve frente a la puerta de su casa, ella ya iba en el gi como lo llaman allí, o sea aquel pantalón y lo que parece un abrigo largo para el karate. Se sentó en el asiento del copiloto mientras yo le colocaba el techo a mi coche descapotable.

-Como un reloj- comentó abrochando su cinturón.
-Exacto- dije volviendo a la carretera- ¿tienes coche?
-No, no siento que lo necesito, además me da pereza sacarme el carnet si solo es el provisional- respondió.
-Tiene sentido, yo es que dependo de él, si no, no puedo salir- dije yo.
-Los horarios del trabajo de tu madre no van con los tuyos ¿no?- dijo y asentí.
-Literalmente es eso- dije y reí- eres vidente.
-Mhm a veces- se hizo la desinteresada y reímos.
-¿Ahora es a la derecha no?- pregunté en cuanto a las calles.
-Si- asintió.
-Es que me acuerdo que por esta ruta hay una dirección diferente- me expliqué.
-Bueno ¿cómo se te dan las clases?- preguntó sacando tema de conversación.
-Bien, tenias razón con lo de que él Senséi es un hombre intenso, pero me hace gracia.
-Hay que saber cómo tratarle- habló- él que más sabe es Miguel, creo que están unidos
-Creo recordar que son vecinos- dije y ella lo confirmó.
-Si, me lo contó él- el coche paró en un semáforo con un coche al lado.
-Mira a Eli- le dije a Aisha notando al chico a través de la ventana, este me miró y le saludé con la mano.
-Creo que su madre nos ha mirado raro- dijo ella y reí.
-Seguro que si, cero dudas- dije ya un poco acostumbrada a madres de chicos juzgándome.

Al poco tiempo de llegar al dojo apareció el Senséi Lawrence como siempre.

-Vamos en formación- soltó- ¿donde están todos?, ¿Cara de cráter? ¿Aeronasal? ¿Tirachinas? ¿Lelo?
-Lo han dejado, Senséi- le dijo Miguel sin mirarle directamente.
-¿En serio?- parecía muy sorprendido- pues mejor, era una prueba para saber quienes lo dejarían. Vosotros sois los elegidos porque podríais estar en casa jugando a videojuegos y comiendo caramelos, en cambio estáis aquí haciendo flexiones y aprendiendo- se paró a observarnos a todos- Morritos, miradle, hasta Morritos es más fuerte que ellos y no abandona.
-¿Podría dejar de llamarme así?- le pidió Eli.
-¿Que has dicho?- preguntó el Senséi.
-Que si puede dejar de llamarme así- repitió un poco más firme.
-Ah, empiezo a calentar Senséi- habló Miguel intentando cambiar el tema.
-No, no, Morritos quiere decirnos algo- le impidió- habla Morritos ¿o tampoco sabes hablar?- se acercó a él- ¿tienes problemas en la cabezita?
-Dijeron que podría tener autismo- respondió él. Eli será tímido pero autismo ya es exagerar.
-No se que es eso pero cambia el chip ¿de acuerdo? Si no quieres que te llamen Morritos cambiate el labio ¿no se puede operar?- le aconsejó o preguntó.
-Nací con el labio leporino, es la cicatriz de la operación- le explicó.
-¿Antes de operarte era peor? ¿O es que el médico la cago?- este hombre cada vez hace preguntas más raras y fuera de lugar- Porque si esta es la solución: que desastre, denúnciale.
-Oiga- le interrumpió- ¿Podemos cambiar de tema?
-Ya me gustaría- continuó el Senséi- pero me cuesta cuando te veo. Si no quieres ser un friki con una cicatriz en el labio cambia el guion, hombre, hazte un tatuaje en la cara o arráncate un ojo y te llamaremos "parche"- sugirió- eso no lo hagas, serías un bicho raro igual- con la misma Eli caminó hasta irse- genial otro que lo deja.
-Joder- susurré escuchando como se marchaba.
-Pero bueno Miss All Valley, has vuelto, mi única chica- comentó mirándome.
-Senséi...- dijo Aisha confundida.
-Ya, tienes razón- la miró por un segundo y volvió a mi.
-A mi póngame el apodo que quiera, no me importa- hable fuertemente.
-Tienes pelotas- asintió lentamente- ya veremos si también los tienes cuando se te rompa una uña preciosa.

𝗽𝘀𝘆𝗰𝗵𝗼 - 𝗵𝗮𝗹𝗰𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora