7. Hawk

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A la mañana siguiente me puse ropa de deporte y fui corriendo a un ritmo neutro hasta la casa de los Moskowitz, no vi mi coche en la calle así que cogí el móvil y llamé a Halcón.

-¿Quién es?- preguntó con voz de recién levantado.
-Soy Cali ¿te he despertado?- pregunté y este soltó un sonido.
-No, solo un poco- negó, seguro que es la resaca- ¿estás ya en mi casa?
-Si, estoy en tu puerta pero no he visto mi coche- le dije mirando a las ventanas a ver si le veía.
-Es que lo aparqué en la parte de atrás, es donde tengo la otra entrada- me explicó- ya sabes, no quería despertar a mi madre.
-Claro, bueno pues aquí te espero- dije colgando el teléfono, no tardó ni un minuto en bajar y aparecer frente a la puerta que yo observaba.
-Hola- dijo con un simple pantalón corto, pantuflas y sin camiseta.
-Oh Dios mío ¿estoy viendo al mismísimo Halcón sin peinarse?- pregunté con falso dramatismo.
-Siéntete privilegiada por ello Cali- bromeó y sentí un cosquilleo al oírlo decir mi nombre.
-Así me siento, si- continúe la broma.
-Bueno, toma- me dio las llaves del coche- te digo dónde está.
-Genial, tengo que usarlo- le dije siendo guiada hasta la parte de atrás de la casa- a no ser...
-¿Qué?- preguntó al ver que me había quedado parada frente al coche.
-¿Tienes algo que hacer?- le pregunté con una sonrisa- ¿te apetece acompañarme al dojo?
-Pues claro- aceptó entusiasmado- espera que me cambio, no tardo.

Fui hasta el coche, coloqué un poco los asientos y revisé que no había manchas del vomito de Miguel pero no había nada, ni si quiera olía a alcohol, me senté a esperarle mientras revisaba los mensajes que me habían mandado mientras corría, ninguno del Senséi confirmándome que había abierto la puerta.

-Vamooos- gritó de pronto asustándome.
-Vamoos- dije yo de la misma forma arrancando el coche.
-Me extrañó que me dijeras que ibas al dojo- me dijo una vez salimos de su calle.
-Simplemente creo que necesito un poco de clase extra, no es ningún descubrimiento el hecho de que no se me da bien el karate- le expliqué poniéndome las gafas de sol, ya que, empezaba a asomarse el buen día que hace.
-Pues yo te tengo entre los mejores ¿tú has visto a los de atrás? Por algo son los de atrás- dijo y no pude evitar reír.
-Los de atrás me reconfortan- dije concentrada en la carretera- el caso es que el Senséi no me responde los mensajes.
-No es muy bueno en la tecnología a lo mejor no se ha dado cuenta- me consoló- de todos modos yo miro tus mensajes por si acaso.
-Si mejor, no me gusta coger le móvil cuando conduzco- acepté saliendo de su recinto- la contraseña es 6032.
-Okay- dijo cogiendo mi móvil- ¿sabes que Bert subió cinco fotos contigo y las ha publicado?
-Yo lo mato- reí- ayer nos flipamos un poco todos.
-Ya veo, no sabía que te gustaban pequeños- bromeó y le miré malamente pero no pude evitar sonreir.
-Calla anda.

Conduje el resto del camino con una conversación trivial sin mencionar más el karate. Una vez llegamos la puerta estaba abierta, entré con todas mis cosas dejando a Halcón aparcar el coche a petición suya. Llamé pero no obtuve respuesta. Será que me lo ha dejado todo para mi.

Sin más comencé a entrenar patadas contra el saco, luego los puñetazos y fui a por el muñeco con forma de hombre para practicar los ataques, al rato Halcón se animó y estuvo un rato peleando conmigo, sobretodo para las defensas y ataques, espero que no me dejara ganar.

Él salió fuera a recibir una llamada y fui a el muñeco de nuevo tras haberme estresado, tengo las patadas muy poco entrenadas y pueden ser muy útiles, de pronto el Senséi entró por la puerta tambaleándose un poco.

-¿Miss All Valley?- preguntó completamente sorprendido- ¿qué haces aquí?
-Le mandé mensajes ayer diciéndole que quería entrenar extra- le expliqué- me dejó la puerta abierta a mi ¿no?
-No- dijo junto a unos murmullos, yo seguí a lo mío viéndolo caminar con lentitud, volvió a parar- oye, Cali, déjalo ¿quieres? Hoy no estoy para esto.
-No tengo otro día- me quejé- necesito entrenar más, el campeonato es pasado mañana y usted sabe bien que debo reforzar más que cualquier otro.
-¿Y por qué coño escogiste este deporte si no se te da bien?- preguntó elevando el tono, no parece estar bien pero eso no es excusa para tratarme así y menos hoy.
-Oiga ¡yo estoy trabajando! Me gusta este deporte y lo ejerzo, usted mismo me dijo que veía potencial en mi ¡si yo creo que debo reforzar es porque se lo que hago!- le reproché, el hombre me miró asombrado por lo que estaba oyendo.
-No malgastes tu tiempo- dijo caminando hasta su despacho cansado de mi- ve a casa preciosa
-Usted no tiene ni idea de mi vida como para opinar qué deporte hago o por qué estoy aquí- me quejé volviendo a golpear el muñeco con fuerza.
-¿Por qué estás aquí?- preguntó acercándose, resoplé por lo estúpido que suena.
-Más de el 70% de mujeres son atacas al año, al día tres de diez- comencé y este me lanzó una mirada cansada como si el tema le molestara, eso me hizo enfadar- ¿Sabe por qué vine nueva el año pasado, por qué me mudé?- hice una pregunta retórica- Porque entraron en mi casa, pegaron a mi madre y la amarraron y como yo no sabía hacer una mierda, ni lo aparentaba, ni siquiera me dieron un mísero puñetazo, ¡no pude hacer nada para detener la paliza de muerte que le dieron a mi padre!- el hombre se quedó paralizado ante mis palabras.
-Yo... no...- comenzó.
-Para usted será una tontería pero yo quiero saber defenderme, pase lo que pase, sentir que podré salir viva de todas las cosas que me pueden pasar por solo caminar por la calle o de que entren en mi casa- definitivamente exploté- estoy hasta los cojones ya de que solo veáis una niña privilegiada.
-No lo sabía- me dijo en un tono severo de nuevo- en-entiendo lo que dices- se dio la vuelta retomando su paso al despacho- eres de las mejores aunque tú no quieras verlo, por algo estás en primera fila y si tuviera que apostar por un campeón serías tu.
-Joder- susurré cuando se fue, que liberador ha sido gritarle.
-Por eso te mudaste, por eso no te juntabas con nadie- dijo Halcón en la puerta, mierda, lo ha escuchado todo.
-No se lo digas a nadie- le pedí, él se acercó- básicamente si, pensé que si no socializaba me ahorraría cualquier problema parecido al de mi padre, de todos modos iba a destacar.
-Dame- me dijo abriendo su mano para recibir el puñetazo que le lancé- cuéntame más.
-¿Qué?- pregunté confundida.
-Cuéntamelo, todos tenemos una razón y una historia ¿Cuál es tu historia Caliope?- me dijo y di otro puñetazo.
-Mi padre trabajaba en la rama pública- dije dándole otro golpe- conocía a mucha gente, tenía diversos tratos, ganábamos mucho dinero incluso cuando mi madre no trabajaba- él defendió mi ataque y puso su pie tras mi talón para tirarme al suelo- éramos una familia casi de la nobleza- dije girando sobre el suelo para ahora yo empujar su pie y tirarlo- hasta que... hace un año y medio, uno de los hombres que hacia tratos con mi padre, junto a otro dos hombres entraron en mi casa- tras ayudarlo a levantar comenzamos a pelear- y pasó lo que ya le conté al Senséi, inmovilizaron a mi madre, a mi no, pues me veían inútil y fueron a por mi padre.
-Continua- me dijo dándome con el codo en el cuello y desestabilizándome.
-Pienso en todas las cosas que podría haber hecho: huir, defenderme, golpear a alguno, ayudarle. Pero no hice nada- esquivé su golpe- mataron a mi padre, se llevaron todas sus cosas, nunca los volví a ver, el dinero que nos quedó nos fuimos a donde le ofrecieron trabajo a mi madre y aquí estoy, All Valley- al concluir la historia me di cuenta de cómo había vencido a Halcón en la pelea y ahora estaba sentada sobre él inmovilizándolo en el suelo.
-Eso ha sido genial- dijo el chico, dejando descansar sus manos a los lados de mis muslos, me alejé de él avergonzada por lo que acababa de pasar- No lo de tu padre, lo siento mucho, debió de ser horrible, eres muy fuerte- acarició mi brazo mostrando apoyo- no debes culparte por algo que no pudiste haber hecho cambiar, eres muy valiente, tras todo lo que has sufrido has crecido como persona y eres la mejor en el karate- dejó de acariciarme para sacudir mis hombros con emoción.
-Tiene razón, eres la mejor- habló el Senséi de pronto- has canalizado tu ira y frustración en la pelea, estaban tan concentrada hablando que no has tenido que pensar lo movimientos porque ya anticipabas a tu adversario, te salió solo y lo has dejado tirado en el suelo, tus técnicas fueron limpias, enhorabuena Parker.
-Gracias Senséi- dije yendo hasta donde tenía mis cosas.
-Ahora largo- dijo de broma, reímos mientras salíamos del local.
-Te dije que eras de las mejores, tía, Halcón nunca se equivoca- bromeó el chico y reí.
-Vale, no ha estado mal- dije fingiendo modestia- machacaré a todos en el torneo.
-Así se habla- celebró- Y... no te tomes en serio las palabras que antes te dijo el Senséi, creo que estaba borracho.
-¿Eso crees?- dije con cara de obviedad- le saqué la chispa de un golpe en cuanto comencé a hablar de mi padre muerto.
-Le cambio la cara, eso sí- dijo riendo.

𝗽𝘀𝘆𝗰𝗵𝗼 - 𝗵𝗮𝗹𝗰𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora