La sorpresa y el nerviosismo eran parte de su cuerpo en ese momento, se notaba que no sabía cómo reaccionar a lo que le estaba diciendo y por eso conocer personas es una estupidez.
"Dime si entendiste." dije seco, pues era lo que tocaba.
"Está..." pausó y tragó en seco. "Está abierto" le temblaba la voz.
"Si, sólo entra y activa la seguridad" dije acariciando su cara, fingiendo. "Yo iré en unos minutos"
Con eso bastó para que se fuera al auto. Le envié un mensaje a Cameron con un código de formateo para un nuevo teléfono. Sabía que la llamada de esa chica me traería problemas. Esperé el mensaje de confirmación de Cam y saqué el chip del teléfono. Rompí el chip al igual que el pin de información del aparato. Tiré el teléfono al mar y me fui al auto. Al llegar era obligatorio cambiar la placa del auto. Saqué una navaja y corté los sostenedores de la placa. Abrí el maletero y saqué una de las tantas no utilizadas.
"Alto ahí, niño" dijo una voz a mis espaldas.
"¿Si?" dije desganado.
"¿Por qué el cambio de placa?" preguntó señalando el auto.
"No es tu problema, amigo"
"¿Ah no?" se burló. "Soy seguridad de esta feria y por lo que veo, estás cometiendo un crimen"
"¿Seguridad de la feria?" reí. "¿No podías buscar un mejor trabajo?" volví a mi trabajo y clavé la placa en su lugar.
Sabía quién era el bastardo.Yo mismo le había hecho una cicatriz en el ojo derecho. Se acercó a mí a paso lento.
"No quiero perder más tiempo" dijo serio.
"No lo pierdas" dije de igual forma.
Volteó hacia atras en un intento fallido de distraeeme y golpearme, le esquivé el golpe y agarré su puño hasta retorcerle el brazo.
"¿Por qué no vas a molestar otras personas? Ya estoy harto de lo mismo, invéntate otro truco, idiota" dije burlón.
Le empujé lejos y corrí hacia la puerta del conductor, abrí y la cerré de golpe, activé la seguridad y encendí el auto. Me fui de ahi, y a los pocos minutos sentí la presencia de alguien en los asientos traseros.
Estiré mi brazo hacia atrás esperando contacto, no podía quitar la mirada del camino."¿Estás bien?" pregunté. Típico, su mano estaba fría.
"¿Le debes dinero a alguien?" tomó mi mano.
"Escucha," suspiré profundo. "Nadie puede saber que estuvimos aquí, ni tus amigas, ni tu novio, nadie, ¿me entiendes?"
"¿Por qué?" preguntó al aire.
"Sólo eso te puedo decir" dije. "Pasaremos a comprar un teléfono"
"¿Qué pasó con el tuyo?
"Se me extravió." dije seco, muchas preguntas.
"Quiero ir a casa" dijo otra vez al aire.
"Te llevaré ahí, tranquila, todo está bien" le dije y acaricié su mano con la mía. Chicas.
Conduje hasta llegar al aT&T más cercano. Apagué el motor del auto y salí, aabrí la puerta del lugar y me acerqué al mostrador.
"Quiero comprar un teléfono, preferiblemente un iPhone" dije y la mujer sacó los modelos, elegí el cual ya tenía, iPhone 5S, pues detestaba el 6. "Pase esta tarjeta y me da el plan más rápido, por favor"
Al terminar los trámites, salí del lugar y subí al auto. Encontré a Anne en el asiento del copiloto.
"¿Todo bien?" pregunté
"Quiero ir a casa" dijo seria acomodando su cabello.
"Si, escribe la dirección aquí."le pasé el aparato GPS.
Vi como tecleaba a gran velocidad en el dispositivo.
"Enter" le dije mirando el volante.
"¿Qué?" preguntó curiosa.
"Tienes que presionar Enter para que busque la dirección, sinó el proceso no estaría completo." expliqué ahora mirándola y presioné el botón.
Se acomodó en el asiento pasándome el dispositivo y cruzó sus brazos. No le hablé más, ella tampoco lo haría hasta qude la lleve a su casa así que encemdí la radio y puse alguna que otra emisora local.
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Still There
Teen FictionJude, hijo de uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo por la Interpol, vive su vida a escondidas gracias a los negocios de su padre. En busca de la tranquilidad total junto a su madre se embarca en algo que jamás creyó que le pasaría a...